Los Obispos de Gran Bretaña reclaman defender la vida y piden a los políticos que apuesten por los cuidados paliativos

Obispos Gran Bretaña
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Los obispos católicos de Inglaterra, Gales y Escocia han emitido una declaración sobre el suicidio asistido antes de la segunda lectura del proyecto de ley sobre adultos con enfermedades terminales (final de la vida).

En él, los obispos explican exactamente qué significa “compasión” al final de la vida: cuidar y acompañar a las personas, particularmente en momentos de sufrimiento. La declaración defiende firmemente a los vulnerables de la sociedad que están en riesgo a través de esta legislación propuesta, y los obispos abogan por cuidados paliativos mejor financiados para que estén constantemente disponibles para todos los necesitados en Inglaterra, Gales y Escocia.

“Las personas que sufren necesitan saber que son amadas y valoradas. Necesitan cuidados compasivos, no ayuda para terminar con sus vidas”, dicen los obispos. “Los cuidados paliativos, con un alivio experto del dolor y un buen apoyo humano, espiritual y pastoral, son la mejor y más adecuada manera de cuidar a las personas hacia el final de la vida”.

También afirman que el suicidio asistido plantea graves cuestiones de principio que no pueden ignorarse: “El tiempo que se le ha dado al Parlamento para que examine el proyecto de ley sobre el final de la vida de los adultos con enfermedades terminales, que permitirá el suicidio asistido, es lamentablemente insuficiente. Aunque el proyecto de ley indica que se establecerán salvaguardas, la experiencia de otros países en los que se ha introducido el suicidio asistido demuestra que esas salvaguardas prometidas se olvidan pronto. En Bélgica, los Países Bajos, Canadá y algunas partes de los Estados Unidos, los criterios para el suicidio asistido se han ampliado significativamente, en la ley o en la práctica, a menudo para incluir a personas con enfermedades mentales y otras que no tienen un diagnóstico terminal”.

Los obispos defienden la creencia católica en la dignidad humana y la santidad de la vida, pero temen que una ley que permita el suicidio asistido pueda llevar a algunos a experimentar «el deber de morir»: “Es posible que algunas personas sientan que su existencia continua es una carga para los demás y, de manera implícita o explícita, se vean presionadas a recurrir al suicidio asistido. Esto incluye a las personas mayores, enfermas y discapacitadas. La protección de estas personas es la base de una sociedad civilizada y un elemento central de un buen gobierno”.

Los obispos ingleses también expresan su preocupación por el hecho de que este proyecto de ley dañará fundamentalmente la relación entre el personal médico y sus pacientes. Temen que pueda dar lugar a presiones sobre los profesionales médicos para que recomienden o faciliten dichos procedimientos: “No se puede subestimar el impacto en los hospicios, las residencias de ancianos y quienes trabajan en el ámbito de la asistencia social y comunitaria. Alterará radicalmente el espíritu de confianza y apoyo que sustenta nuestro servicio a los necesitados y a sus familias”.

Finalmente, dos semanas antes del debate y votación en el Parlamento, los obispos instan a los católicos y a aquellos que comparten nuestra creencia en la dignidad y el valor de cada vida humana, a que se pongan en contacto con su diputado local para hacerle saber su oposición, pidiéndole que se oponga o no apoye el proyecto de ley.

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Comentarios
16 comentarios en “Los Obispos de Gran Bretaña reclaman defender la vida y piden a los políticos que apuesten por los cuidados paliativos
  1. Las personas tenemos derecho a morir y a qué no se nos mantenga vivos enchufados a una máquina. Los que tengan miedo a la muerte (vosotros, estáis aterrorizados todos, por lo que veo) podéis meteros en una UCI toda para vosotros, con tubos metidos por todos lados, agujas, goteros, sondas y paquetes, y que os mantengan así 100 años. O, 1000, o un millón. O eternamente, para más gloria de Dios, si lo queréis. Pero a los demás dejadnos morir en la paz de Dios, farsantes, que sois todos unos farsantes 🖕

    1. «Las personas tenemos derecho a morir»

      Y el viento a soplar, el agua a mojar, el sol a brillar y usted a trollear. ¡Está usted hecho todo un filósofo! Lo cual tiene mucho mérito, careciendo de estudios.

      «Los que tengan miedo a la muerte (vosotros, estáis aterrorizados todos, por lo que veo)»

      Si ve eso, es que necesita operarse de cataratas o ir al psiquiatra (por las alucinaciones). Miedo a la muerte (lógico, como todos los inmorales), es lo que tiene usted; hasta el punto de creerse la superchería de que el universo se ha autocreado o es eterno (lo cual la ciencia niega), para así autoconvencerse de que Dios no existe y poder dar rienda suelta a sus bajos instintos porque se librará del infierno.

      «Pero a los demás dejadnos morir…»

      Usted no es «los demás», troll ególatra. Puede ejercer su «derecho» cuando quiera, en vez de dar la chapa aquí. Pero si da el «pasito pa’ alante» del que hablaba, avise antes (para comprar palomitas).

    2. Estamos aterrorizados, cierto, lo reconozco, pero no por morir en Cristo, cuando Él decida, si no por que nuestra iglesia inmemorial, la de nuestros antepasados, la de nuestros padres, la de los apóstoles, santos y mártires se nos va al garete. Y parece que no hay nada ni nadie que lo impida. Dicen que está profetizado, pues estoy harto, me han tocado todas las desgracias, cayó el régimen de Franco, llegó el perjuro coronado, llegó la apostasía en la iglesia que nunca cayó mas bajo ante un hereje de poca monta, un charlatán, que si no fuera trágico el resultado, sería para tomarlo a risa, y dejó de estar el reinado social de Cristo vigente desde los visigodos, y el pueblo se entregó a la barbarie. No hay esperanza, solo el grito de Cristo en la cruz, Dios mío por qué nos has abandonado.

      1. Esa pena se le pasaría si se convirtiese a la fe católica y dejase de añorar el desgraciado régimen soviético, que fue al que venció (bueno, a una de sus taifas o sucursales) el providencial régimen de Franco, en el que usted tuvo la suerte de vivir (debe de ser usted una reliquia, para acordarse del mismo tras más de medio siglo desde que acabó). Los católicos, en cambio, seguimos tan pichis, sabiendo que las puertas del infierno no prevalecerán, por lo que seguimos de espectadores viendo cómo muchos apostatan, como estaba profetizado. Si al final decide apuntarse, traiga usted las palomitas.

          1. Salmonete: donde enumera que le cayera como desgracia el régimen de Franco. Si no era lo que quería decir, que aprenda a escribir. Y, de paso, que le acompañe a clase al Centro de Mayores el agnostiquete supersticioso de los emoticonos infantiles, al que tampoco se le da demasiado bien escribir: no le van a poner pegas, pues el pobre rojelio ya está chocho del todo.

        1. Póngase unas ANTIPARRAS señor católico, cuando ADMIRÉ YO EL RÉGIMEN SOVIÉTICO, por cierto que para haber vivido en el régimen anterior no es necesario ser una reliquia, usted que debe ser un pipiolo no tuvo esa suerte, como anécdota recuerdo un acto del régimen al que acudía con mis familiares, a la colocación de la corona de laurel al monumento a Jose Antonio y a todos los caídos por Dios y por España, ante las fachadas de las catedrales e iglesias de toda España, a las seis de la mañana, con la lectura de la oración por los caídos que redactó a la muerte de Matías Montero el escritor Sánchez Mazas, y posterior canto del cara al sol. Durante 30 años la fachada de mi catedral ha estado llena de pintadas, para tapar el nombre del Ausente, y los responsables del arzobispado lo dejaron estar cubierto de inmundicia. Todavía no están las cosas para palomitas, pero gracias por la invitación.

          1. «para haber vivido en el régimen anterior no es necesario ser una reliquia»

            Es un decir, teniendo en cuenta que terminó hace casi medio siglo y que para acordarse de lo vivido hay que haber nacido antes. Le habré entendido mal, tal y como está escrito.

            Pero piénsese lo de las palomitas mientras vemos el espectáculo que dan los trolls, titulado: «La Iglesia se acaba, pero menos (o cómo acabarnos nosotros antes sin ver cumplidos nuestros malos deseos)».

      2. No os ha abandonado. Para nada os ha abandonado, porque no nos puede abandonar. Si nos abandonara sólo por un instante, caeriamos muertos de golpe. Pero no lo veis. No lo veis porque le buscáis donde no está. Arrepentios y creed en la buena noticia. En otras palabras: id más allá de los pensamientos y experimentad la verdad.

        1. ¿Cuándo va a dejar usted las drogas y va a apuntarse a un cursillo de alfabetizacion para mayores? Si no, va usted a acabar muriendo de un ataque de incultura y ya no podrá seguir trolleando.

  2. Muy adecuada esta declaración de los obispos católicos del Reino Unido. Sabias advertencias y recomendaciones. Creo que interpretan muy bien la fe y el espíritu cristianos sobre la dignidad de las personas y que solo Dios debe decidir el como y el cuando del final de nuestra vida.
    Espero que los políticos escuchen y mediten esta declaración aunque me temo que la mayoría de ellos opina que con la eutanasia el Estado recauda mucho más dinero que con los cuidados paliativos y por lo tanto no harán caso pues en la mente de esos políticos los ciudadanos son ignorantes súbditos y “contribuyentes” antes que personas.

  3. Después de leer algún comentario nauseabundo, carente de toda humanidad, hay que remitirse de nuevo al artículo. Los obispos de limitan perfectamente el problema y sus consecuencias.

    Para mi, aparte de ir contra lis mandamientos de la Ley de Dios,mas concretamente el quinto, todas estas legislación es llevan a sociedades deshumanizadas, profundamente egoístas y carentes de empata. Y esto solo en el plano humano.

    Cualquiera que haga cuidado a un enfermo terminal, a un anciano con demencia, constata la necesidad de estas personas del apoyo, el cariño y la entrega.

    Si hablamos de otras patologías,por ejemplo las mentales, abren la puerta a solicitar la muerte. Egoísmo manifiesto. Nos quitamos el problema.

    Si estás en un hoyo, lo normal es que te tiendan la mano. Lo otro, no es propio ni de los animales.

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