¿Sinodalidad… para qué?

Vaticano
|

Hace unos años, cuando se comenzó a hablar de “sinodalidad” como el gran camino para el futuro de la Iglesia, algunos ingenuos creyeron que se trataba de escuchar, dialogar y caminar juntos. “Qué bonito suena”, pensaron. “Seguro que será una Iglesia más cercana, menos burocrática y más abierta a las realidades locales”. Pero, como siempre, la realidad supera al marketing.

Lo que no sabían estos románticos de la fe es que sinodalidad significa, en lenguaje práctico, que un señor en Roma con un papelito decide cómo, cuándo y dónde se celebra una Misa tradicional en un pequeño pueblo de Texas. ¿Sinodalidad? Claro, siempre y cuando la «sinodalidad» sea gestionada desde un escritorio a 12.000 kilómetros de distancia, con una precisión quirúrgica digna del mejor burócrata. ¿La comunidad local? ¿El sentir de los fieles? Detalles insignificantes. Roma sabe mejor.

Este último episodio no hace más que confirmarlo: cinco apostolados de la Misa Tradicional en la diócesis de Tyler han sido cancelados bajo la dirección del Dicasterio para el Culto Divino. Porque si hay algo que un grupo de católicos rurales en Texas necesita, es la intervención directa del Vaticano para asegurarse de que el Vetus Ordo solo pueda celebrarse en una parroquia de la FSSP. Nada más sinodal, como ya saben, que cortar de raíz cualquier espacio de expresión tradicional y manejar cada detalle desde la cúpula.

Es más, en este ejercicio de sinodalidad de libro, sería lógico pensar que desde Roma también se encargan de cuestiones de suma relevancia. ¿La hora exacta del desayuno en el convento de las Carmelitas en Maracaibo? ¡Por supuesto! No vaya a ser que las monjas se equivoquen al elegir entre el café con leche y el té negro.

Al final, queda claro: la sinodalidad es el futuro. Pero solo si ese futuro significa obedecer, sin rechistar, la última carta enviada desde el Vaticano. Y mientras tanto, los fieles de a pie, esos que supuestamente son los protagonistas del “caminar juntos”, observan con desconcierto cómo la “descentralización” de la Iglesia ha tomado la forma más centralizada y autoritaria que se recuerde. Pero no nos preocupemos, seguro que la próxima carta sinodal explicará mejor el horario para las meriendas.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
13 comentarios en “¿Sinodalidad… para qué?
  1. El Vaticano está dominado por el comunismo, un universo en el que reina el doble lenguaje, la mentira, el totalitarismo, la tiranía, la memoria histórica, la venganza, la tergiversación, el lío dirigido, la confusión estudiada, el uso partidista del derecho, el sadismo, la persecucion, la complacencia en el escandalo, el miedo, la dialéktica, la miserikordia, la kancelación …en fin, lo que se está viendo con total claridad, por cualquiera, menos por la Jerarquía más indigna de todos los tiempos.

    1. En realidad, el Vaticano está dominado por los sionistas. Ellos son los que enseñan doctrinas falsas. Otros no son tan atrevidos como ellos.
      ¿Pero quién ordena lo que se debe hacer o decir? ¿Bergoglio lo hace por su cuenta?

      1. Todos tenéis razón, porque de la desobediencia a Dios, del «No Serviré» que se gritó primero en el cielo y luego en Jerusalen en el año 33 derivan la masonería el comunismo y el Sionismo. Son los ideólogos y los dirigentes de la masonería y del comunismo en todas partes. Ayudados por los «cristianos» que dicen «No serviré» ahora mismo.

        La sinodalidad es lo mismo que los soviets en Rusia y los círculos de Podemos o los comités de salud pública de la Revolucion Francesa. Son una táctica totalitaria vestida de democracia para destruir el orden establecido y crear un nuevo orden en el que degenerados y delincuentes que lo deben todo a la revolución se sientan a «decidir» sobre la vida y la muerte de todos, pero obedientes a los comisarios políticos que reciben órdenes desde Paris, desde Moscú… o desde Roma.

  2. La manipulación del lenguaje, es la arma que usan los dictadores de izquierdas, para aparentar que sus decisiones parezcan que son del pueblo.
    La sinodalidad es la excusa para cambiar la Fe y moral catolicas.

    1. La tiranía de Roma solo entiende un lenguaje, enseñar los colmillos como los lobos antes de morder. Eso fue lo que hizo monseñor Lefevbre durante mucho tiempo, ordenando obispos y celebrando las misas inmemoriales, y aguantando excomuniones. Así fue respetado hasta por el sátrapa actual y su corte de renegados. No le meterán mano, no por que no les apetezca, sino por que les tiene miedo, sería el fin del cotarro eclesial y el inicio oficial del cisma. Al igual que esta página, locos están por cerrarla, pero parece ser que los miles de seguidores también enseñan los dientes, y el casus belli está mas cerca de lo que pensamos. Esto se desmoronará como un castillo de naipes, siempre que sigamos enseñando los dientes y empecemos a morder como Dios manda. Tibios neocones están sobrando..

  3. La sinodalidad fue inventada para llevarnos a la abolición eucarística, provocando el gran cisma.
    Arzobispo Fulton Scheen: de la verdadera Iglesia surgirá la falsa iglesia del anti-cristo.
    Beata Ana Catalina Enmerich: Vi como entraban muchas personas en una iglesia y comían pan y vino Sin consagrar.
    2ª tesalonicenses 2.
    Daniel 9,27 y 12,11.
    Apocalipsis 13 y 14.
    Catecismo 675.
    Non Nobis.

  4. Esto del Sínodo ha sido una tragedia y una vergüenza ajena…. Un pésimo testimonio de fe, sin duda el maligno y el mundo están detrás….Solo ello a no lo ven porque son de la carne y no del Espíritu.. Hoy tenemos que ser más catolicos que nunca, más radicales y más evangelizadores de la única verdad que es Cristo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles