En un artículo reciente publicado en The Sunday Examiner el cardenal Stephen Chow ha instado a la Iglesia a escuchar activamente a la comunidad LGBT a la que ahora parece ‘apadrinar’ el cardenal chino jesuita.
El texto, que expone las reflexiones del cardenal tras asistir a una sesión de intercambio de ideas con personas LGBTQ durante el Sínodo en Roma, sugiere una apertura hacia este colectivo que pide cambiar las enseñanzas de la Iglesia.
«Si realmente queremos convertir nuestra Iglesia en una Iglesia sinodal, es obligatorio escuchar a los diferentes grupos sociales, incluidos aquellos con los que nos puede resultar difícil identificarnos», defiende Stephen Chow.
En su escrito, el cardenal critica lo que percibe como prejuicios y miedos dentro de la jerarquía eclesiástica, alegando que estos impiden un verdadero diálogo. «Los prejuicios, la ignorancia, los miedos y el odio reflejan nuestra falta de voluntad para escuchar,» añade.
El 8 de octubre, Chow participó en una sesión informal organizada fuera del marco oficial del Sínodo, en la que asistieron personas identificadas como parte de la comunidad LGBT. Según explica el cardenal, decidió asistir para «escuchar a mis compañeros católicos, que pertenecen a algunas minorías sexuales», destacando que enfrentan dificultades para conseguir atención por parte de la jerarquía eclesiástica.
«La Iglesia debería reflejar la comunión y el amor de la Santísima Trinidad,» afirmó el cardenal, lamentando que algunos católicos muestren desprecio hacia los miembros de la comunidad LGBT. Estas declaraciones han sido vistas como una crítica a la postura oficial de la Iglesia y a sus miembros más conservadores, quienes defienden que acoger a personas LGBT no implica aceptar conductas contrarias a la enseñanza católica.
Durante la sesión, varios miembros de la comunidad LGBTQ compartieron sus testimonios. Cuando se les preguntó por qué desean permanecer en la Iglesia Católica, las respuestas fueron directas: «Porque pertenezco a ella,» dijo uno de los asistentes, mientras que otro agregó: «La Iglesia Católica es mi familia… Estoy aquí para quedarme.» Estas declaraciones fueron presentadas por el cardenal como ejemplos de una fe sincera y un deseo de pertenencia que, según él, debería ser acogido por la Iglesia.
El purpurado chino concluye su reflexión abogando por el diálogo y la reconciliación: «Debemos arrepentirnos, reconciliarnos, sanarnos y reconectarnos con el amor, especialmente con Dios y con aquellos que anhelan nuestra conexión amorosa.» Sin embargo, este llamado ha sido visto como problemático por quienes consideran que escuchar a estos grupos no debe implicar alterar los fundamentos doctrinales sobre los que se sustenta la enseñanza de la Iglesia.
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Este señor tb esta de acuerdo con la ordenación de mujeres,lo cual indica por donde va su cabeza, su diálogo, y
la carrera meteórica que lleva.
Que opina del tratado con el Partido Comunista de China y de dejar a los
a los santos (porque siguen a Cristo y son martirizados) a los pies de los caballos de una ideología atea y asesina?
No tienen vergüenza, ni la conocen, y hasta el pobre tiene nombre de raza canina. Madre mía.!
Mucho chau chau y muy poca vergüenza.Ahora quieren mundanizar a la Iglesia en lugar de cristianizar al mundo.Este Show, primo sinodal de Cobo.Resistencia y paciencia a mejores tiempos cristianos.¡Alabado sea Jesucristo!