La Archidiócesis de Toledo ha presentado el balance económico y pastoral correspondiente al año 2023, en el cual ha registrado un déficit de 1,7 millones de euros.
Este resultado financiero, anunciado en el marco del Día de la Iglesia Diocesana, plantea importantes desafíos para la institución, que tendrá que implementar medidas para equilibrar sus cuentas y garantizar la continuidad de sus programas pastorales y sociales.
El incremento de los gastos en acciones pastorales y obras sociales, sumado a los crecientes costes de conservación del patrimonio histórico, ha sido señalado como la principal causa de este déficit. Las autoridades eclesiásticas destacan que, aunque el respaldo de los fieles y las subvenciones públicas ha sido fundamental, estos ingresos han resultado insuficientes frente a las necesidades crecientes. En total, los gastos de la archidiócesis ascendieron a más de 31 millones de euros, mientras que los ingresos se situaron en torno a los 29,3 millones, lo que dejó el mencionado saldo negativo.
Para abordar esta situación, el Arzobispado ha planteado una serie de estrategias. Una de ellas es optimizar la gestión de los recursos y reducir los gastos en partidas secundarias, con el objetivo de mantener intactos los programas esenciales de ayuda a los más necesitados y las actividades formativas y pastorales. Además, la archidiócesis ha señalado la necesidad de incrementar las aportaciones de los fieles y buscar nuevas fuentes de financiación, ya que se estima que la situación económica actual requiere un esfuerzo adicional por parte de la comunidad para preservar el legado y los servicios de la Iglesia.
En cuanto a los proyectos y obras desarrollados en 2023, se destaca la realización de numerosas intervenciones de conservación y restauración del patrimonio eclesiástico, así como el fortalecimiento de los programas de ayuda social y educativa. Estos proyectos han sido fundamentales para atender las necesidades de colectivos vulnerables, una misión que la archidiócesis considera prioritaria y que planea mantener a pesar de los retos económicos.
Además del enfoque en la sostenibilidad financiera, la archidiócesis ha anunciado su intención de incrementar la transparencia en la rendición de cuentas y mejorar la comunicación con la comunidad, con el fin de que los fieles comprendan mejor la importancia de su apoyo. Se espera que estas acciones refuercen el vínculo entre la archidiócesis y los ciudadanos, promoviendo una mayor implicación en los proyectos de la Iglesia y su financiación.
Este balance refleja la realidad de muchas diócesis en España, que se ven afectadas por los costes crecientes en su misión social y de conservación del patrimonio. Desde el Arzobispado de Toledo han expresado su confianza en que, con el esfuerzo de todos, podrán superar este déficit y continuar con su labor en beneficio de la comunidad.
A los crecientes problemas económicos hay que sumar que Cerro Chaves y García Magán siguen su particular cruzada (coordinados desde Roma) contra algunos sacerdotes a los que tienen condenados al ostracismo poniendo en grave riesgo su vocación sacerdotal.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Parece que Cerro Chaves y García Magán tienen un agujero en la mano.
Alguien debería de recordarles que son meros administradores, no propietarios. Se ve que están muy absorbidos por sus principales tareas: silenciar sacerdotes católicos y acoger MENAS.
La conservación del patrimonio es la inversión necesaria para seguir ordeñando la vaca lechera, las catedrales son unas minas de generar pasta de los turistas. Chupando del pasado. Qué geta que tienen.
Me recuerdan a esos mendigos que van caminando por las calles pidiendo: «¡Una limosnita por el amor de Dios para estos pobres prelados!»
Se podrían ahorrar más de la mitad de esa cantidad cerrando el Canal Diocesano, que muchas veces da vergüencita ajena verlo.
También si dejaran de participar en regalitos propagandísticos y/o de peloteo, como el horror de mural de azulejos de Puente que han mandado a Belén para mayor gloria de un grupito de vanidosos que aparecen caricaturizados en él, o el viacrucis de cerámica para la nunciatura que costó un pastón y ni puñetera falta que hace allí. La carrera de algunos trepillas hacia el episcopado es dura y cara.
Luego no hay dinero para arreglar iglesias y conventos…