Un grupo de aproximadamente 30 organizaciones y denominaciones cristianas de Noruega ha publicado una declaración conjunta titulada «Declaración Cristiana Conjunta sobre la Diversidad de Género y Sexualidad», en la que exponen una serie de principios basados en la Biblia, la biología y el respeto a los derechos de los niños.
La declaración comienza afirmando que Dios es el creador y sustentador del universo, y que ha creado a los seres humanos como hombres y mujeres. Según los firmantes, todos los seres humanos son creados a imagen de Dios, lo que les otorga una dignidad intrínseca y un valor igual. Además, se subraya que el matrimonio es una institución divina que une a un hombre y una mujer, reconocida a lo largo de la historia por la iglesia cristiana.
El documento establece que el matrimonio entre un hombre y una mujer es el marco bíblico para las relaciones sexuales, y que otras formas de relaciones, aunque puedan estar marcadas por la fidelidad, entran en conflicto con la teología bíblica de la creación y la enseñanza ética de Jesús.
Fundamentos biológicos
La declaración también aborda la cuestión desde una perspectiva biológica, afirmando que solo existen dos sexos biológicos, masculino y femenino, determinados en el momento de la concepción. Se explica que el sexo está relacionado con la producción de células reproductivas: los hombres producen espermatozoides y las mujeres óvulos. Asimismo, se señala que las excepciones, como las anomalías cromosómicas o genitales indefinidos, no invalidan la afirmación de que solo hay dos sexos biológicos.
Además, el texto rechaza la idea de que el género sea una categoría subjetiva que pueda elegirse libremente según los sentimientos, argumentando que esta noción carece de base biológica o científica.
Protección de los derechos de los niños
Otro punto clave de la declaración es la protección de los derechos de los niños. Los firmantes subrayan que los niños son un regalo de Dios y que tienen derecho a conocer y ser cuidados por sus padres biológicos, tal como lo establece la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. En este sentido, critican prácticas como la fertilización asistida o la gestación subrogada, que deliberadamente privan a los niños del derecho a conocer a su madre o padre biológicos, considerando que tales acciones violan la voluntad de Dios para la creación y los derechos de los niños.
El documento concluye reafirmando el compromiso de los firmantes con la Biblia como la máxima autoridad en materia de fe, doctrina y vida. Además, se destaca la importancia de tratar a todas las personas con respeto, incluso en el desacuerdo. Sin embargo, los firmantes también enfatizan que no comprometerán las verdades bíblicas, aunque entren en conflicto con las presiones políticas o las tendencias sociales.
Finalmente, la declaración critica la ideología de género moderna, calificándola como incompatible con la fe cristiana, y defiende la libertad de expresión, de conciencia y la libertad religiosa como valores esenciales para una sociedad democrática y pluralista.
Entre los firmantes de la declaración, se incluyen el Consejo de Obispos Católicos de Noruega, la Sociedad Misionera Luterana Noruega, Foursquare Noruega o la Alianza por los Valores entre otros.
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Muy bien. Para mí sobra la palabra «derecho» (tan modernita). Es mejor decir: proteger a los niños, o no privarles de conocer a sus padres
No estropearlo con la perífrasis «los derechos de» «el derecho a»
Cuando esto lo lean en Santa Marta, se fumarán un puro (pero de hierba medicinal, ¿eh…?).
Esta impecable declaración cristiana contra la ideología de género, firmada conjuntamente por varios grupos católicos y protestantes, sí que supone un avance importante en el ecumenismo.
Esa declaracion deberìan hacerla extensiva a otros países, a donde hay que firmar que yo también me quiero unir a la causa .
Felicidades por esa iniciativa en Noruega , tienen un gran obispo .
La buena noticia de hoy. Me alegro mucho y como decía la anterior comentarista, ojalá se haga extensiva está iniciativa en muchos países.
A buenas horas, mangas verdes.