Monseñor Bernard Tissier de Mallerais sufrió un accidente doméstico en la mañana del sábado 28 de septiembre, después del Ángelus.
El obispo se cayó en las escaleras del seminario de Ecône y perdió el conocimiento y ha estado hospitalizado hasta ayer, día en el que finalmente falleció. La caída le provocó una fractura de cráneo acompañada de una hemorragia interna.
«Don Davide Pagliarani, Superior General de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, Mons. Alfonso de Galarreta y el Padre Christian Bouchacourt, Asistentes Generales, Mons. Bernard Fellay y el Padre Franz Schmidberger, Consejeros Generales, tienen el dolor de comunicarles el fallecimiento de Su Excelencia Reverendísima Mons. Bernard Tissier de Mallerais, Obispo Auxiliar de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, el martes 8 de octubre de 2024 a las 22.08 h, confortado por los sacramentos de nuestra Santa Madre Iglesia, a los 79 años de edad, 49 de sacerdocio y 36 de episcopado», se lee en la nota difundida por la Fraternidad Sacerdotal san Pío X.
Nacido el 14 de septiembre de 1945 en Sallanches, Saboya, de nacionalidad francesa, fue uno de los primeros seminaristas que en 1969 acogió en Friburgo Mons. Marcel Lefebvre. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1975 en Écône, fue director del seminario de 1978 a 1983. Secretario General de la Fraternidad de 1974 a 1979, volvió a ocupar este cargo entre 1984 y 1986. Fue consagrado obispo por Mons. Marcel Lefebvre el 30 de junio de 1988, y se dedicó humildemente hasta el final, con celo y fidelidad, a sus deberes episcopales en la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.
La misa exequial se celebrará en el seminario San Pío X, en Écône, Suiza, el viernes 18 de octubre a las 9.30 h, seguida de la inhumación en el calvario del seminario.
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Dios y la Virgen Santísima lo acojan en su Santo Reino.
Un obispo ejemplar que libró el buen combate.
Dios lo tenga en su Gloria! Gran perdida para la cristiandad en estos momentos tan oscuros que vivimos! Ciertamente que quienes tienen la gracia de poder asistir a la fsspx o tenerlos por guías espirituales entre tanta confusión y apostasía es un regalo de Dios!
Dios lo Bendiga Monseñor Bernard Tissier de Mallerais!
Dios tenga misericordia de su alma y le conceda el descanso eterno.
Tuve la fortuna de que me administrara la Confirmación.
Mi primer recuerdo de él fue celebrando misa, en una capilla de la FSSPX, en los años 90, cuando la Tradición vivía catacumbalmente. La impresión que me produjo fue inmensa: la solemnidad de los gestos, la seriedad. Era un OBISPO en todo el sentido de la palabra, un sucesor genuino de los apóstoles. Noté, incluso siendo niño, que estaba en presencia de algo más que un simple cura; la antítesis de los saltimbanquis que hoy pueblan el conciliarismo.
Mi más sentido agradecimiento a su persona, un obispo, imagino, como los de antes, que supo actuar con virilidad en una época, quizá la más oscura, de la historia de la Iglesia.
Que en paz descanse este excelente obispo y siervo del Señor
Lo primero que se nos pasa por la cabeza, en las circunstancias trágicas por las que pasa la Iglesia, es una inevitable pregunta: ¿quién le empujaría por las escaleras? Porque está bastante claro que no ha sido un mero accidente… El Vaticano sabe hacer bien estas cosas sin dejar huella…
Mente y alma retorcidas.
Pues hala, cuéntaselo a Dan Brown y que haga una nueva novela truculenta al estilo que ya nos tiene acostumbrados
Carmelo López-Arias ha publicado hoy una ponderada semblanza en Religión en Libertad:
«Tissier de Mallerais, un hombre de talante intelectual, muy cercano a monseñor Lefebvre y buen conocedor de la historia de la congregación, escribió la biografía considerada canónica sobre su fundador, publicada en español en 2012 por la editorial Actas. Se trata de una obra más académica que hagiográfica, con intención de ser la referencia canónica sobre el personaje y dotada por ello de un exhaustivo respaldo documental y testimonial.»
Dios tenga en su gloria a este valeroso defensor de lo que la Iglesia hizo y enseñó siempre.
Y le conceda pronto valerosos sucesores.
tuve el honor de acolitar su Misa cuando visitó nuestra capilla…un hombre de Dios, humilde, piadoso…Dios le conceda el Lugar de Refrigerio, de Paz y de Luz….
Dios tenga misericordia de su alma. Ha muerto un hombre que decidió hacer lo que la Iglesia había hecho siempre, creer en la doctrina de siempre y realizar la santa Misa de siempre. Al igual que monseñor Lefebvre, «Transmitió lo que recibió».
Pues ya saben a nombrar nuevos Obispos….nuevas excomuniones…y apostar por el Cisma ya….
¿Que es mejor ser obispo nombrado por Francisco y no profesar la Fe catolica o ser obispo sin permiso de Francisco y profesar la Fe catolica?
No hubo cisma en 1988 ni lo habrá cuando, con mandato pontificio o sin él, se consagren nuevos obispos para continuar el sacerdocio católico, la predicación íntegra de la fe católica y la celebración de la misa católica sin mancha.
Que ha sido lo cumplido ejemplarmente por monseñor Tissier de Mallerais hasta su muerte. Descanse en paz.
“Ninguna autoridad, ni siquiera la más elevada en la jerarquía, puede obligarnos a abandonar o a disminuir nuestra fe católica, claramente expresada y profesada por el magisterio de la Iglesia desde hace diecinueve siglos.
… Por eso, sin ninguna rebelión ni amargura ni resentimiento alguno, proseguimos nuestra obra de formación sacerdotal a la luz del magisterio de siempre, convencidos de que no podemos rendir mayor servicio a la Santa Iglesia Católica, al Sumo Pontífice y a las generaciones futuras”.
Monseñor Marcel Lefebvre, declaración del 21 de noviembre de 1974.
Vivas a Dom Lefebvre…
Vivas a Dom Antônio
Vivas a Fsspx…
E que Deus receba em seus braços esse bispo heroi da fé
Que Dios lo tenga en su Gloria. Descanse en Paz.
Nunca han sido tachados de cismáticos por la iglesia y recordemos que BXVI levantó las excomuniones.
Dios le conceda el descanso eterno.
La verdad es que en tiempos del «magno» ese era el mantra, y si te paseas por medios neocones, todavía hay muchos que lo ven así. Lo bueno es que Francisco se está encargando de hacerles morder el polvo.
«Nunca han sido tachados de cismáticos por la iglesia…».
Eso no es exacto.
“… esa desobediencia —que lleva consigo un verdadero rechazo del Primado romano— constituye un acto cismático… La raíz de este acto cismático se puede individuar en una imperfecta y contradictoria noción de Tradición… En las presentes circunstancias, deseo sobre todo dirigir una llamada a la vez solemne y ferviente, paterna y fraterna, a todos los que hasta ahora han estado vinculados de diversos modos con las actividades del arzobispo Lefebvre, para que cumplan el grave deber de permanecer unidos al Vicario de Cristo en la unidad de la Iglesia católica y dejen de sostener de cualquier forma que sea esa reprobable forma de actuar. Todos deben saber que la adhesión formal al cisma constituye una grave ofensa a Dios y lleva consigo la excomunión debidamente establecida por la ley de la Iglesia” (Ecclesia Dei, JPII).
«(Lefebvre) ha realizado por su naturaleza un acto cismático mediante la consagración episcopal de cuatro sacerdotes sin mandato pontificio y contra la voluntad del Sumo Pontífice» (Declaración oficial de la excomunión, Card. Gantin, 01/07/1988).
¿Por qué se acusó de cisma sin serlo y sin condenarle por cisma?
Que se lo pregunten a JPII, al que Lefebvre en carta del 20/02/1988 (6 meses antes) le dice: “La consagración de Obispos para sucederme en mi apostolado parece indispensable… dada mi edad y mi cansancio. Hace ya dos años que no he ido a hacer las ordenaciones del Seminario de los Estado Unidos. Los seminaristas aspiran ardientemente a ser ordenados, pero mi salud no me permite más atravesar los océanos… estos obispos se encontrarían en la misma situación en la cual se encontraban los obispos misioneros…
… En lugar de una jurisdicción territorial, tendrían una jurisdicción sobre las personas».
Sin jurisdicción territorial no hay cisma.
¿Se hizo para poder condenar por un acto de desobediencia igual al que cometieron él y su admirado Jósyf Slipyj, ordenando sacerdotes (él) y obispos (Jósyf Slipyj) contra la prohibición expresa de Pablo VI?
Dios sabrá.
La noticia no va de eso. Pero la clave la da el propio Mons. Lefebvre: «La consagración de Obispos para sucederme en mi apostolado parece indispensable…» ¿En serio? ¿Desde cuándo los obispos son sucesores de obispos previos? Los obispos son sucesores directos DE LOS APOSTOLES, cosa que debía de haber olvidado el pobre, pues ya estaba mayor. Y la sucesión apostólica no corría riesgo alguno, pues él no era, ni mucho menos, el último, ni el único, sucesor de los apóstoles. Sin ir más lejos, él reconocía a JPII como sucesor de San Pedro (que tampoco era el último ni el único sucesor de los apóstoles). Pero todo ese tema se acabó a finales de los años 80 del siglo pasado: se murió. Y a los consagrados por él les levantó la excomunión BXVI. Se acabó el tema, por más que usted quiera reciclar noticias durante varias décadas: ya no es noticia. Y ésta es sobre el fallecimiento de este obispo.
Eso mismo debió pensar JPII cuando alegó, igual que Lefebvre, estado de necesidad y desobedeció a Pablo VI. Tres cuartos de lo mismo con lo que hizo Jósyf Slipyj, a quien en lugar de censurar alabó y ordenó abrir su proceso de beatificación.
La jugada fue más mundana y maquiavélica: habiendo ya un medio acuerdo de ordenación en las reuniones que sostuvo Lefebvre con Ratzinger y demás enviados de JPII, la ocasión la pintaron calva con la enfermedad de Lefebvre. Como le dijera Ratzinger a Lefebvre, al Papa le pareció bien todos el preacuerdo, pero las ordenaciones… sí eso, un poquito más adelante. Le faltó decir: así te mueres tú (2 años vivió) y muerto el perro se acabó la rabia.
«Eso mismo debió pensar JPII cuando alegó, igual que Lefebvre, estado de necesidad y desobedeció a Pablo VI»
Seguramente. Los disparates no eran patrimonio de Lefebvre, como ve. Lo malo es que, a diferencia de Wojtyla, Lefebvre murió antes de que el papa le levantara la excomunión.
«Lo malo es que, a diferencia de Wojtyla, Lefebvre murió antes de que el papa le levantara la excomunión».
¿Lo malo para cuál de ellos?
¿Cuál de ellos cree usted que fue el siervo bueno que sirvió fielmente a su Señor?
Siento normal que el hombre tiemble ante el inminente juicio inapelable del Altísimo, ¿cuál de ellos cree usted que llevaba la conciencia más tranquila?
* Siendo.
«¿Lo malo para cuál de ellos?»
Para ninguno de los dos: para el argumento de usted.
«¿Cuál de ellos cree usted que fue el siervo bueno que sirvió fielmente a su Señor?»
Desobedecer al papa en algo que no implica pecado mortal no es precisamente «servir fielmente» a ningún Señor. Además, ¿quién le ha dicho a usted que haya que elegir? «De internis neque Ecclesia». El que juzga el alma es Dios. Nosotros sólo podemos describir los hechos conocidos (ni siquiera sabemos lo acontecido privadamente entre Pablo VI y el entonces cardenal Wojtyla, ni entre JPII y Lefebvre antes de su muerte).
«¿cuál de ellos cree usted que llevaba la conciencia más tranquila?»
Ídem. La pudieron llevar ambos perfectamente, y seguramente la llevaran (y probablemente ambos se arrepintieron del error de cometer el delito de consagrar sin mandato pontificio).
Orémus:
Absólve, quæsumus, Dómine, ánimam fámuli tui Bernard ab omni vínculo delictórum: ut, in resurrectiónis glória, ínter Sanctos et eléctos tuos resuscitata respíret. Per Chrístum Dóminum nostrum.
R. Amen.
V. Réquiem ætémam dona ei, Dómine.
R. Et lux perpétua lúceat ei.
V. Requiescat in pace.
R. Amen.
V. Anima eius et ánimæ ómnium fidélium defunctórum per misericórdiam Dei requiéscant in pace.
R. Amen.