Retomando las catequesis sobre «El Espíritu y la Esposa», el Papa Francisco centró la predicación de este miércoles en tener a Jesús como nuestra esperanza.
El Santo Padre lamentó que «hoy asistimos a un extraño fenómeno relacionado con el diablo. En un cierto nivel cultural, se cree que sencillamente no existe. Sería un símbolo del inconsciente colectivo, o de la alienación; en definitiva, una metáfora».
El Papa afirmó que el diablo «es astuto» porque «nos hace creer que no existe y así lo domina todo. Sin embargo, nuestro mundo tecnológico y secularizado está repleto de magos, ocultismo, espiritismo, astrólogos, vendedores de amuletos y hechizos y, por desgracia, de verdaderas sectas satánicas».
Además, el Pontífice ha recalcado que «la prueba más fuerte de la existencia de Satanás no se encuentra en los pecadores ni en los posesos, sino en los santos».
Les ofrecemos las palabras completas pronunciadas por el Papa en la catequesis del miércoles:
[El siguiente texto también incorpora partes no leídas que se consideran pronunciadas]
Catequesis. El Espíritu y la Esposa. El Espíritu Santo guía al Pueblo de Dios al encuentro con Jesús, nuestra esperanza 7. «Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto. El Espíritu Santo nuestro aliado en la lucha contra el espíritu del mal»
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Inmediatamente después de su bautismo en el Jordán, Jesús, «fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo» (Mt 4,1) – así dice el Evangelio de Mateo. La iniciativa no es de Satanás, sino de Dios. Al ir al desierto, Jesús obedece a una inspiración del Espíritu Santo, no cae en una trampa del enemigo, ¡no! Una vez superada la prueba, Él – está escrito – regresó a Galilea «lleno del poder del Espíritu Santo» (Lc 4,14).
Jesús, en el desierto, se libró de Satanás, y ahora puede liberar de Satanás. Esto es lo que destacan los evangelistas con los numerosos relatos de liberación de endemoniados. Dice Jesús a sus oponentes: «Si yo expulso los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes» (Mt 12,27).
Hoy asistimos a un extraño fenómeno relacionado con el diablo. En un cierto nivel cultural, se cree que sencillamente no existe. Sería un símbolo del inconsciente colectivo, o de la alienación; en definitiva, una metáfora. Pero «el mayor ardid del diablo es hacer creer que no existe», como escribió alguien (Charles Baudelaire). Es astuto: nos hace creer que no existe y así lo domina todo. Es astuto. Sin embargo, nuestro mundo tecnológico y secularizado está repleto de magos, ocultismo, espiritismo, astrólogos, vendedores de amuletos y hechizos y, por desgracia, de verdaderas sectas satánicas. Expulsado por la puerta, el diablo ha vuelto a entrar, podría decirse, por la ventana. Expulsado con la fe, vuelve a entrar con la superstición. Y si eres supersticioso, inconscientemente estás dialogando con el diablo. Con el diablo no se dialoga.
La prueba más fuerte de la existencia de Satanás no se encuentra en los pecadores ni en los posesos, sino en los santos. «¿Y cómo es esto, Padre?» Sí, es cierto que el diablo está presente y activo en ciertas formas extremas e «inhumanas» de mal y de maldad que vemos a nuestro alrededor. Sin embargo, por esta vía es prácticamente imposible llegar, en cada caso particular, a la certeza de que se trata efectivamente de él, ya que no podemos saber con precisión dónde termina su acción y dónde comienza nuestra propia maldad. Por eso, la Iglesia es muy prudente y rigurosa en el ejercicio del exorcismo, ¡a diferencia de lo que ocurre, lamentablemente, en ciertas películas!
Es en la vida de los santos, precisamente ahí, donde el demonio se ve obligado a salir al descubierto, a ponerse «a contraluz». Unos más, otros menos, todos los santos y todos los grandes creyentes dan testimonio de su lucha contra esta oscura realidad, y no se puede suponer honestamente que todos ellos fueran unos ilusos o meras víctimas de los prejuicios de su época.
La batalla contra el espíritu del mal se gana como la ganó Jesús en el desierto: a golpes de la palabra de Dios: Ya ven que Jesús no dialoga con el diablo, nunca lo hizo. Lo expulsa o lo condena, pero nunca dialoga. Y en el desierto no responde con sus palabras, sino con la Palabra de Dios. Hermanos, hermanas, ¡nunca dialoguen con el diablo! Cuando venga con tentaciones: “pero estaría bien esto, estaría bien lo otro…”, ¡detente! Eleva tu corazón al Señor, reza a la Virgen y expúlsalo como Jesús nos enseñó a expulsarlo. San Pedro sugiere también otro medio, que Jesús no necesitaba, pero nosotros sí, la vigilancia: «Sean sobrios, vigilen. Su enemigo, el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (1 Pe 5,8). Y San Pablo nos dice: «No den ocasión al diablo» (Ef 4,27).
Después de que Cristo, en la cruz, derrotara para siempre el poder del «príncipe de este mundo» (Jn 12,31), el diablo -decía un Padre de la Iglesia- «está atado, como un perro a una cadena; no puede morder a nadie, salvo a los que, desafiando el peligro, se acercan a él… Puede ladrar, puede apremiar, pero no puede morder, salvo quien lo desee»[1]. Si eres tonto y vas donde el diablo y le dices: «¿Qué tal?», él te arruinará. ¿El diablo? ¡A distancia! Con el diablo no se dialoga. Se le expulsa. A distancia. Y nosotros, todos nosotros, tenemos experiencia de cómo el diablo se acerca con alguna tentación, sobre los Diez Mandamientos. Cuando oigamos esto, ¡alto, distancia! No se acerquen al perro encadenado.
La tecnología moderna, por ejemplo, además de muchos recursos positivos que hay que apreciar, también ofrece innumerables medios para «dar oportunidades al diablo», y muchos caen en su trampa. Pensemos en la pornografía en Internet, detrás de la cual hay un mercado muy floreciente, todos lo sabemos. Ahí trabaja el diablo. Se trata de un fenómeno fuertemente extendido del que los cristianos deben precaverse y que deben rechazar enérgicamente. Porque cualquier teléfono móvil tiene acceso a esta brutalidad, a este lenguaje del diablo: la pornografía en línea.
El ser conscientes de la acción del diablo en la historia no debe desanimarnos. El pensamiento final debe ser, también aquí, de confianza y seguridad: “Estoy con el Señor, vete”. Cristo ha vencido al diablo y nos ha dado el Espíritu Santo para hacer nuestra su victoria. La misma acción del enemigo puede volverse a nuestro favor si, con la ayuda de Dios, la ponemos al servicio de nuestra purificación. Pidamos, pues, al Espíritu Santo, con las palabras del himno Veni Creator:
«Aleja de nosotros al enemigo
danos pronto la paz.
Se nuestro guía
para que evitemos todo mal».
Tengan cuidado, porque el diablo es astuto. Pero nosotros los cristianos, con la gracia de Dios, somos más astutos que él. Gracias.
[1] San César de Arlés, Discursos 121, 6: CC 103, p. 507.
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Saludos
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Mañana partiré hacia Luxemburgo y Bélgica, les pido que recen por mí y por los frutos de este viaje al corazón de Europa occidental. Que Jesús los bendiga y la Virgen, Madre de la esperanza, los cuide. Muchas gracias.
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El d i a b l o también trabaja a través del nuevo orden mundial y su Agenda 2030 que nos quiere imponer el «gran reinicio», el aborto, la ideología de género, la invasión musulmana destructora de la civilización cristiana, etc., y el Papa no sólo calla ante este trabajo, sino que le está dando su apoyo a través de nombramientos a los promotores del.NOM y cancelaciones a sus detractores, a través de los discursos del Papa que exhortan a la obediencia a la ONU y que presentan como buena la Agenda 2030 y sus erráticas ideas, etc.
Y el d i a b l o también trabaja a través de la confusión doctrinal que promueve el Papa cuando dice que «todas las religiones tienen al mismo Dios» (en contra de lo que dice la Biblia en la Primera Carta de Juan al afirmar: «Quien no tiene a Jesucristo no tiene al Padre»), que «los seguidores de todas las religiones son hijos de Dios» (en contra de lo que afirma el Evangelio de San Juan, la Carta a los Romanos y otros textos que señalan que la filiación divina la da el bautismo y la fe), que «todas las religiones son un camino para llegar a Dios», (en contra de lo que enseña la Biblia : «Ningún nombre nos puede salvar fuera de Jesús), que «no hagan proselitismo» (en contra de lo que dice Mt 28: «Id y haced discípulos»), etc.
El diablo también trabaja infiltrando en misa a (supuestos) clérigos que ocupan su tiempo libre (que es todo) a agujerear el casco de la barca de Pedro como auténticos quintacolumnistas cancerígenos. Predican anónimamente el odio a su propia doctrina pero luego se ganan la vida consagrando pan y perdonando pecados. El demonio os confunda, sinvergüenzas!
Ande, ande: tómese una tila y aplíquese el Urbasón para su alergia a la verdad, Gay MostrencoPF, que a este paso no es que no gane: es que le impedirán presentarse como participante a su anhelada carrera de tacones, ahora que por fin han ampliado la inscripción también para la Tercera Edad, porque asusta al público con tanta roncha. En vez asesinar su tiempo libre (que es todo) trolleando anónimamente en webs católicas, sería más productivo que estudiase, dada su incultura, MastuerzoPF. Y para la confusión a la que le ha llevado el diablo y su propia malicia, el método infalible es un buen exorcismo. Recapitulemos, que usted ya se habrá perdido, dada su discapacidad: 1° el psiquiatra, 2° el exorcismo, y 3° estudiar. Así dejará de ser un sinvergüenza deslenguado y no hará más el ridículo en páginas webs católicas, NeuróticoPF.
¿Y de qué te ha servido a ti estudiar (y encima, a saber lo que habrás estudiado)? ¿Para comportarte por la vida como un auténtico SOCIÓPATA a las 3 y media de la mañana? ¡Qué descrédito al trabajo de unos padres! ¡Qué desdoro a un piadoso piso de numerarios! Me c a g o en toda tu perra existencia, beata mal na ci da.
Y de entre todos esos engañadores, se olvidó advertir de las acechanzas de otro enemigo, mucho más terrible que magos, adivinos y demás. Me refiero a la masonería.
Mucho peor es ‘trabajarse’ al Diablo directamente. Como cuando él presidió en el Vaticano una ceremonia de adoración del ídolo infernal Pachamama, con frailes y monjas prosternados bajo la mirada atónita de telespectadores de todo el mundo. Luego sus propios monseñores procesionaron solemnemente a dicho demonio por la nave central de la basílica de San Pedro.
Bergoglio dijo las siguientes palabras: «Hermanos, hermanas, ¡nunca dialoguen con el diablo!»
Demuestra ser un grandísimo caradura, ya que él es el dilectísimo hijo de Lucifer.
Pues él está protegiendo a uno (Paglia) que encargó un mural pornográfico, gay y blasfemo. Ah, y puso al mando al Trucho, que escribió al menos un libro pornográfico y blasfemo.
Como siempre este tipejo haciendo y diciendo maldades.
Han sido dos:
«Sáname con tu boca: el arte de besar»
«La pasión mística: espiritualidad y sensualidad»
Ambos fueron retirados de su bibliografía y el argumento es que era un cura muy joven por entonces. Lo cierto es que 14 años antes se había convertido en diácono, y un año después ya era cura. En el momento de la publicación del primero de los dos tenía 36 años y tres años más tarde publicó el segundo. No era mayor, pero tampoco un jovencito recién ordenado.
Y si los contenidos de uno de dichos libros es malo, el otro literalmente roza la pornografía. Y quien lo ponga en duda que los lea.
Francisco no tiene credibilidad para decir lo que dice, cuando él es el primero que está trabajando para los mismos objetivos que el diablo, a través de la demolición doctrinal y moral que en diversos aspectos Francisco está promoviendo.
El diablo también trabaja infiltrando en misa a (supuestos) clérigos que ocupan su tiempo libre (que es todo) a agujerear el casco de la barca de Pedro como auténticos quintacolumnistas cancerígenos. Predican anónimamente el odio a su propia doctrina pero luego se ganan la vida consagrando pan y perdonando pecados. El demonio os confunda, sinvergüenzas!
Ande, ande: tómese una tila y aplíquese el Urbasón para su alergia a la verdad, Gay MostrencoPF, que a este paso no es que no gane: es que le impedirán presentarse como participante a su anhelada carrera de tacones, ahora que por fin han ampliado la inscripción también para la Tercera Edad, porque asusta al público con tanta roncha. En vez asesinar su tiempo libre (que es todo) trolleando anónimamente en webs católicas, sería más productivo que estudiase, dada su incultura, MastuerzoPF. Y para la confusión a la que le ha llevado el diablo y su propia malicia, el método infalible es un buen exorcismo. Recapitulemos, que usted ya se habrá perdido, dada su discapacidad: 1° el psiquiatra, 2° el exorcismo, y 3° estudiar. Así dejará de ser un sinvergüenza deslenguado y no hará más el ridículo en páginas webs católicas, NeuróticoPF.
¿Y de qué te ha servido a ti estudiar (y encima, a saber lo que habrás estudiado)? ¿Para comportarte por la vida como un auténtico SOCIÓPATA a las 3 y media de la mañana? ¡Qué descrédito al trabajo de unos padres! ¡Qué desdoro a un piadoso piso de numerarios! Me c a g o en toda tu perra existencia, beata mal na ci da.
Frente a la ONU, escasamente hace unos días, la Iglesia mantuvo estar en contra del aborto y de la Ideología de género. Pilares de la Agenda 2030. Es de suponer con autorización del Papa Francisco.
Cardenal Parolín: «Ha sido contundente al afirmar que el aborto y el acceso a métodos abortivos no forman parte de los derechos reproductivos según la doctrina de la Iglesia. Considera innegociable la defensa de la vida desde el momento de la concepción, y rechaza cualquier intento de inclusión del aborto en la definición de salud sexual y reproductiva. Esta postura ha sido mantenida firmemente por la Iglesia, tanto en foros internacionales como en debates dentro de los países.
Otro tema candente que ha abordado el cardenal ha sido la cuestión de la ideología de género, subrayando que el Vaticano ve el género como una realidad biológica. Ha criticado la creciente tendencia a desvincular la identidad de género del sexo biológico, una perspectiva que, según la Iglesia, socava tanto la dignidad humana como el orden natural.»
¡Parole, parole, parole! Pero sigue dando su apoyo explícito a la abortista Agenda 2030, manteniendo en la ex Pontificia Academia para la Vida a los proabortistas y partidarios de la eutanasia que puso a dedo, haciendo campaña política por los candidatos proabortistas de todos los países donde hay elecciones, y alabando a cuanto inmoral haya, siempre que comparta su ideología zurda.
«el Vaticano ve el género como una realidad biológica»
Pues ya es ver, porque tal cosa no existe: los seres humanos no tienen género; ni biológicamente, ni de ninguna otra forma. Las personas tienen sexo (o masculino, o femenino). Hasta en el empleo del lenguaje sigue los dictados globalistas.
Catholicvs, pues sí palabras pero dirigidas a la Asamblea General de la ONU y que van en contra de la Agenda 2030. Estas palabras dichas escasamente hace unos pocos días.
Por cierto, el Papa Francisco en todas sus declaraciones sobre el aborto, siempre ha sido contundente contra él, llamándole asesinato y a quienes lo realizan sicarios.
Y contra la pornografía ha hablado del demonio e indirectamente de la existencia del infierno, pues el demonio debe vivir en algún sitio, ya que es un ser real, no sacado de la imaginación.
Nadie puede creer que Bergoglio esté contra la pornografía. Si estuviera en contra de ella ni James Martin, ni Cristina Inogés, ni Lucía Caram, ni el Tucho, ni Cocopalmeiro, ni Piaglia, ni tantísimos otros tendrían impunidad para corromper a los fieles.
Bergoglio es un trilero, dice a cada uno lo que quiere oir. Lo ha demostrado en repetidas veces.
¿Pero no dice que hay que seguir lo que diga la ONU y la Agenda 2030? A ver si se aclara porque vaya plan…
Hay que esperar a ver los frutos del Sínodo de la Sinodalidad a finales de octubre. Muchos cambios quieren hacer en la Iglesia, que si la aceptación de métodos artificiales para evitar embarazos, que si sacerdocio en las mujeres, que si que hay que quitar el celibato, que si los sacerdotes casados puedan volver a ejercer como sacerdotes, etc…
El tema de la pornografía lo ha dejado zanjado con esas palabras el Papa Francisco, quizás si las hubiera dicho Monseñor Schneider hubieran sido más creíbles, pero las ha dicho el sucesor de San Pedro.
El mismo «sucesor de San Pedro» que afirmó que la Virgen María no nació santa, entre otras perlas. Su credibilidad ni está ni se la espera.
Hablando del primer Papa, igual San Pedro ni sabía lo de la Inmaculada Concepción, fíjate tú qué cosas. Y eso que la veía todos los días.
O igual usted sufre una enfermedad mental, fíjese usted qué cosas. Y eso que le recomendamos que acuda a un psiquiatra todos los días.