El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, subraya la necesidad de reforzar el papel de la familia en la transmisión de la fe, destacando los desafíos que enfrenta en la actualidad debido a los cambios sociales, culturales y religiosos que han transformado el panorama familiar en las últimas décadas.
Melgar señala en su último escrito pastoral la necesidad de un acompañamiento cercano a las familias, un apoyo personal y constante en todas las etapas por las que atraviesan en la actualidad. Según el prelado, la familia debe reflexionar seriamente sobre su misión cristiana y cuestionarse hasta qué punto está cumpliendo con la tarea encomendada por Dios. «Hoy, más que nunca, es necesario que las familias constituidas desde el sacramento del matrimonio hagan una reflexión seria sobre la misión que el Señor les ha encomendado», afirma en el documento.
El obispo expresa su preocupación por el cambio radical que ha sufrido la familia en los últimos años debido a los vertiginosos cambios políticos, sociales y culturales. En su opinión, esta transformación ha alterado profundamente la forma en que las familias actuales experimentan y transmiten la fe, un aspecto que anteriormente se daba por hecho dentro del núcleo familiar.
«En otros momentos, la familia era el cauce más normal en el que se tenía la primera experiencia cristiana», explica Melgar. Sin embargo, añade que hoy en día la transmisión de la fe de padres a hijos se ha visto seriamente comprometida, principalmente por el ambiente laicista que predomina en la sociedad actual. Según el obispo, muchas familias han apartado la fe, restándole valor y, en algunos casos, considerándola incluso irrelevante o negativa.
A pesar de esta situación, Melgar insiste en que la familia sigue siendo fundamental para la maduración cristiana. En su carta, destaca el papel esencial de la familia como lugar donde se aprenden los valores cristianos y se cultiva la relación con Dios desde una edad temprana. Sin embargo, lamenta que en muchos hogares cristianos esta misión se ha debilitado con el tiempo.
El obispo también señala que uno de los principales retos a los que se enfrentan los padres cristianos es la transmisión de la fe a sus hijos, ya que muchos de ellos han sido educados al margen de la misma. Esto dificulta que puedan ejercer de modelos en este aspecto, algo que, según Melgar, es crucial para el crecimiento espiritual de las nuevas generaciones.
En su carta pastoral, el obispo de Ciudad Real hace un llamamiento al ministerio pastoral para que intensifique su trabajo en el acompañamiento de las familias, ofreciendo una atención personalizada a padres e hijos. A su juicio, es necesario brindar a las familias las herramientas necesarias para que puedan cumplir con su misión de ser lugares donde se cultive y transmita la fe.
Finalmente, Melgar concluye resaltando la importancia de que las familias cristianas se esfuercen por lograr que Dios ocupe un lugar central en sus vidas. «Hemos de poner todos los medios a nuestro alcance para lograr que nuestra familia sea realmente una familia cristiana», subraya el obispo, enfatizando la necesidad de valorar y cultivar la fe en el seno familiar.
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Melgar, qué tienen que reflexionar, cuánto acompañamiento y palabrería hueca. Habéis fracasado hasta ahora, y ya es humanamente imposible, y menos echando balones fuera.
Cómo van se va a mantenés la fe en la familia si profanan sistemáticamente la familia con anticonceptivos. Has hablado alto contra el aborto, o en sordina como tus colegas
Melgar, así no te va a leer ni este portal.
¿Y qué era mejor? ¿Cuando todas las familias eran «cristianas», lo cual consistía ÚNICAMENTE en acudir a la parroquia como a una oficina, solo cuando hacía falta «echarle el agua al niño» o «echarse las bendiciones» las parejas, o a los entierros, y nunca más, y todo eso estaba bien visto en primer lugar por el propio párroco?
Pero mire que es usted mostrenco, a la par que desmemoriado, Senil-PF: aunque también se bendiga a los contrayentes, el Bautismo y el Matrimonio son un sacramentos instituidos por Nuestro Señor Jesucristo, no un simple baño de bebés o una mera «bendición de pareja» (y desde luego no tiene nada que ver con las «bendiciones» truchas ascendentes y descendentes de parejas en pecado que perpetran actos que Dios maldice). Que los paganos bautizados (como es el caso de usted) asistieran a la parroquia «únicamente» para lo que usted dice, es un fenómeno de cuando usted ya llevaba jubilado años y años. La fe, asistencia a misa, recepción de los sacramentos y práctica religiosa de los católicos cuando usted era joven era mayoritaria, salvo en Impíolandia (ese mundo imaginario que usted se ha creado para autoengañarse pensando que la sodomía es buena y que usted no va a condenarse aunque muera impenitente).
Que te vayas a la m i e r d a, ¿lo entiendes así en pocas palabras?
Vaya, ¿no está usted hoy para «jajajas» enlatados? Pues qué lástima, con lo divertido que es ver cómo hace el ridículo. Es muy sano que se ría de sí mismo (a diferencia de introducir cosas por el aparato excretor, que no es nada sano), como hacemos los demás (también nos reímos de usted).
La sarasona de la Guillermina dice las mismas estupideces que el discurso de los progres, que ahora somos menos pero más fervorosos no como antes que la gente solo iba a la iglesia por aparentar o por qué Franco los obligaba, con lo cual hay que ignorarla tanto a la Guillermina como a los progres que son un pedazo de estiércol al sol
A Franco lo has nombrado tú, pvt4 (yo también sé hablar en femenino). La tradición eclesiástica fue toda la vida ir a la iglesia a recibir los sacramentos por mera costumbre cultural, nunca han ido pueblos y ciudades enteros a misa dominical (si acaso a alguna fiesta de guardar). El tostón de los cursillos prematrimoniales (como si no los llevaran ya «hechos» JAJAJAJA) o de la charla prebautismal (para calar al padrino no vaya a ser mariquita) vino mucho después y ya solo lo aguantamos porque queremos.
Estoy del «acompañamiento» hasta los mismos bemoles. Un pastor es un pastor, no un compi de las ovejas. Y tiene que enseñar el Camino abierto por Cristo hacia Dios (lo que siempre enseñó la Iglesia Católica durante dos mil años), no ideología estulta del mundo pagano.
Pot fin se ha dado cuenta !!!
¿Va a reconocer que la jerarquoa ha sido un factor de descristianizacion ? ¿Va a hacer algo al respecto o solo son lamentos?
y como siempre, la culpa es «del gran bonete»… no?
Ay, de los que tienen que responder por ello! No les envidio los zapatos el día del juicio particular!!
Vamos a ver, si las familias que seguían a la Iglesia la ignoran ahora y hace ya una generación o dos de este fenómeno, será por algo que ha ocurrido en esa Iglesia. Ahora las familias siguen las ideas del mundo de hoy, ecologismo, migracionismo, democracia, aceptación de la sodomía, del adulterio, etc… Y si van a la Iglesia ¿Qué van a oir?. Lo mismo. Ergo, ¿Para qué ir?. Antes, si no creías en Jesucristo, la Iglesia te advertía de la condenación eterna, un sufrimiento inenarrable sin fin. Hoy ¿Qué es lo que escuchas en la Iglesia?: el infierno está vacío, aquí no se condena a nadie, se le bendice y, si no crees en Jesucristo, con tal que creas en cualquier otra religión no pasa nada, todas ellas llevan a Dios. Entonces ¿Para qué creer en Jesucristo?. Ahora este obispo se rasga las vestiduras. Al igual que en la parábola de los talentos, cuándo fuisteis nombrados pastores de mi rebaño ¿Cuántas ovejas os confiaron? y ahora que estás ante mí, ¿Cuántas ovejas me devuelves? .