La Mesa de Diálogo Interconfesional de España ha sido oficialmente constituida para buscar mayor cooperación entre diversas confesiones cristianas en el país.
Esta iniciativa surgió tras la celebración conjunta del Día de la Fraternidad, el 16 de febrero de 2022, y desde entonces, ha sido impulsada por representantes de varias denominaciones cristianas, quienes han trabajado para formalizar este espacio de encuentro y colaboración.
En la formación de la Mesa han participado la Iglesia Católica, a través de la Subcomisión para las Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Española, junto con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), la Metrópolis de España y Portugal del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, el Obispado Ortodoxo Rumano de España y Portugal, el Obispado Ortodoxo Ruso del Patriarcado de Moscú, la Iglesia Evangélica Española, la Iglesia Española Reformada Episcopal (Comunión Anglicana), la Iglesia de Inglaterra (Diócesis de Europa), la Comunidad Evangélica de Habla Alemana de Madrid, la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Siro-Ortodoxa de Antioquía.
El nuevo órgano interconfesional ha establecido como sus principales objetivos promover el diálogo y la colaboración para el bien común entre las confesiones cristianas en España, garantizar el adecuado ejercicio del derecho a la libertad religiosa y aportar valores fundamentales a la sociedad, destacando la capacidad de la fe cristiana para construir puentes entre las personas.
Para alcanzar estos objetivos, la Mesa de Diálogo Interconfesional ha acordado trabajar mediante el diálogo respetuoso y constructivo a nivel institucional, fomentar el conocimiento mutuo y el intercambio de recursos cuando las doctrinas lo permitan, y colaborar en áreas de interés común, incluyendo iniciativas y proyectos que reflejen un testimonio conjunto de servicio a la sociedad.
Durante la reunión celebrada el 19 de junio de 2024, se eligieron los cargos directivos de la Mesa. Como presidente fue nombrada Dña. Carolina Bueno Calvo, secretaria ejecutiva de FEREDE. Los vicepresidentes elegidos fueron Mons. Ramón Valdivia Giménez, presidente de la Subcomisión para las Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española, y Mons. Timotei Lauran, obispo de la Iglesia Ortodoxa Rumana de España y Portugal. El cargo de secretario lo ocupa el Rvdo. Rafael Vázquez Jiménez, director del Secretariado de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española.
La firma del documento constitutivo ha sido un momento clave, con la participación de las siguientes entidades: la Conferencia Episcopal Española (Iglesia Católica), la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, la Metrópolis de España y Portugal del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, el Obispado Ortodoxo Rumano de España y Portugal, el Obispado Ortodoxo Ruso del Patriarcado de Moscú, la Iglesia Apostólica Armenia, la Iglesia Siro-Ortodoxa de Antioquía, la Iglesia Española Reformada Episcopal (Comunión Anglicana), la Iglesia Evangélica Española, la Iglesia Evangélica de Habla Alemana en Madrid y la Iglesia de Inglaterra (Diócesis de Europa).
Con la constitución de la Mesa de Diálogo Interconfesional, sus miembros han expresado su gratitud y esperanza en este nuevo camino de cooperación, buscando siempre lo que une y sirviendo a la sociedad como instrumentos de reconciliación y convivencia.
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Huele a la libertad religiosa masónica del CV2 y a su falso cumenismo ecumenismo condenado por la mortalium animos
Apreciado Óscar: Usted lo ha dicho muy bien.
A la «Iglesia de Francisco» que promueve el diálogo interconfesional, habría que recordarle que el ecumenismo bueno es el que busca la unidad de todos los cristianos en el seno de la Iglesia Católica, mientras que el que no intenta convertir a los hermanos separados es un mal ecumenismo.
Así lo enseña Pío XI en la Mortalium Animos:
-«La unión de los cristianos no se puede fomentar de otro modo que procurando el retorno de los disidentes a la única y verdadera Iglesia de Cristo.» (N 16)
-«Sólo la Iglesia Católica…es la fuente de la verdad, la morada de la Fe, el templo de Dios, quienquiera que en él no entre o de él salga, perdido ha la esperanza de vida y de salvación.» (N 17)
-«Vuelvan los hijos disidentes, no ya con el deseo…de que la Iglesia de Dios vivo… abdique de la integridad de su fe, y consienta los errores de ellos, sino para someterse al magisterio y al gobierno de ella.» (N. 18)
Y esto es así porque como explica la encíclica Mortalium Animos:
-«Ninguna religión puede ser verdadera fuera de aquella que se funda en la palabra revelada por Dios…si Dios ha hablado -y que haya hablado lo comprueba la historia- es evidente que el hombre está obligado a creer absolutamente la revelación de Dios.» (N. 7)
-«Cristo fundó una Iglesia, y precisamente una sola…perfecta, externa y visible por su propia naturaleza, a fin de que prosiguiese realizando, de allí en adelante, la obra de la salvación del género humano, bajo la guía de una sola cabeza, con magisterio de viva voz y por medio de la administración de los sacramentos, fuente de la gracia divina…hallándose perpetuamente asistida con la presencia del mismo Cristo, que solemnemente le prometió: «He aquí que yo estaré siempre con vosotros, hasta la consumación de los siglos.» (N 8)
-«
Por todo ello, la encíclica, basándose en la Biblia, prohíbe la participación en este tipo de reuniones con hermanos separados:
-«San Juan, el Apóstol de la Caridad…prohibió absolutamente todo trato y comunicación con aquellos que no profesasen, íntegra y pura, la doctrina de Jesucristo: «Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis.»(2 Jn 10)» (N.13)
-«Ni la Sede Apostólica puede en manera alguna tener parte en dichos Congresos, ni de ningún modo pueden los católicos favorecer ni cooperar a semejantes intentos.» (N.10)
Sacerdote mariano se lo ha explicado muy bien, absteniéndose de llamarle a usted ignorante, pues, «la libertad religiosa masónica del CV2» (sic) ya había sido condenada muchas décadas antes de que éste existiera (cosa imposible, pues no se pueden condenar cosas futuras). La «libertad religiosa» de la que hablaba el CVII se refiere únicamente a la no coacción por parte de los estados, los cuales no tienen potestad alguna en materia religiosa, pues ésta corresponde exclusivamente a la Iglesia. Y sobre «falso ecumenismo», lo mismo: Pío XI no podía condenar algo que no hubiera ocurrido ya entonces por ser un hecho futuro (según usted), lo cual también es imposible. Además, el ecumenismo, sea falso, verdadero o mediopensionista, sólo atañe a los cristianos (judíos y paganos no pueden «volver» a la Iglesia, pues jamás han formado parte de ella). Estaría bien que aclarase conceptos, pues parece que se hace usted mucho lío con las palabras.
Qué pena que no lo tuvieran tan claro Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, que no pararon de tocar las narices con esta m*****.
Ya puede escribir la chorrada del TOC.
Y lo de que la libertad religiosa que proclama el Concilio y sus amadísimos papas postconciliares se refiere sólo a la no coacción, solo demuestra que no se ha leído usted un renglón o que nos toma a los demás por bobos.
Repita conmigo: «Soy sedevacantista». ¿Lo ve? Ponga esa frase y ahorra palabras.
Lo de «Mesa de Diálogo» ya chirría. Si entre toda la gente de la foto hay un católico que ejerce como tal ya veremos cuánto tardan en expulsarlo por «discurso de odio» o cualquier exabrupto parecido.
Todo esto es vomitivo. Cristo no aparece.
OS ACONSEJO QUE OS VAYAIS AL «CERRO GURUGU» A PRACTICAR, JA,JA,JA
Cuando todas las confesiones religiosas de Chile firmaron un comunicado conjunto oponiéndose a la legalización de la Iglesia Satanista, todos los que ahora protestáis tanto os pusisteis contentísimos.
Si se puede firmar un comunicado conjunto, porque no se puede dialogar para lograr una posición común en puntos como la libertad de enseñanza por citar un ejemplo.
Lo de la masonería ya aburre, como relato hace poco el recién elegido presidente del Gran Oriente español, son un grupo de sexagenarios, los jóvenes, en vías de extinción.
«porque no se puede dialogar para lograr una posición común en puntos como la libertad de enseñanza»
Eso ya existe y es obligación del Estado, que es el que debe colaborar con las diferentes confesiones, como recoge el ordenamiento jurídico. ¿La Iglesia qué tiene que «dialogar»? ¿Si las religiones falsas son «camino de salvación»? Para la educación ya hay un ministerio. Y de lo otro no hay nada que dialogar (la verdad no se presta a diálogo ni se establece por consenso). Si a usted no le gusta la Revelación es cosa suya. Nadie le obliga a ser católico. Pero coincido en la decrepitud de los masones y la falta de reemplazo generacional en esa secta subversiva. Sin embargo, sus políticas (que además de malas son las que ya aburren) las siguen imponiendo a la mayoría, pese a ser ellos una minoría.