La comunidad carmelita de Arlington ha dado a conocer una importante decisión tras las continuas desavenencias con su obispo en estos últimos meses.
En un comunicado publicado en su página web, resaltan que en su búsqueda por crecer en santidad y fidelidad a su carisma, las monjas han decidido, tras la aprobación unánime del Capítulo del Monasterio y con el acuerdo de toda la comunidad, asociarse formalmente con la Sociedad de San Pío X. Esta decisión, tomada en agosto, asegura la continuidad de su vida sacramental y el gobierno del monasterio bajo la tutela de la Sociedad.
En su comunicado, las carmelitas expresaron su gratitud al Muy Reverendo Padre Superior General de la Sociedad de San Pío X y a sus delegados en los Estados Unidos por su acogida paternal. Además, resaltaron la afinidad que comparten con la Sociedad, especialmente en su énfasis en la formación de sacerdotes santos y dedicados, lo cual se alinea con la vocación de las monjas de oración y sacrificio en el corazón de la Iglesia.
Como parte de esta nueva asociación, el monasterio celebró sus elecciones trienales en agosto, presididas por un representante enviado por la Superiora General. La Madre Teresa Agnes fue reelegida Priora por un período de tres años, y su cargo fue confirmado con jurisdicción supletoria de la Sociedad de San Pío X. Esta decisión refleja el compromiso de la comunidad con la restauración de todas las cosas en Cristo, tal como lo promovió el Papa San Pío X, y con la preservación de la tradición litúrgica católica en su forma más pura.
La capilla del monasterio de Arlington permanece abierta para la oración privada, invitando a los fieles a participar en la Santa Misa diaria celebrada en latín, según el rito romano tradicional. En su comunicado, las carmelitas reiteraron su oración constante por el Papa Francisco y por Monseñor Michael Olson, Obispo de Fort Worth, a pesar de las tensiones vividas. Además, agradecieron a la comunidad por su apoyo durante los últimos 18 meses, reafirmando su compromiso de oración por todos aquellos que los han acompañado en este tiempo de transición.
Las desavenencias con el obispo Michael Olson
La disputa entre las carmelitas de Arlington y el obispo Michael Olson ha estado marcada por desacuerdos sobre la dirección y autonomía del convento. Las monjas defendieron su derecho a vivir según las tradiciones carmelitas, mientras que el obispo insistía en la necesidad de una supervisión diocesana más estricta para garantizar la adherencia a las normativas eclesiásticas. Este conflicto subrayó las diferencias entre la visión pastoral del obispo y la búsqueda de las carmelitas por una mayor independencia y fidelidad a su forma de vida contemplativa.
A lo largo del tiempo, las monjas han expresado su desacuerdo con lo que perciben como una interferencia injustificada por parte del obispo, acusándolo de presionar para implementar cambios contrarios a su carisma. Por su parte, el obispo Olson ha sostenido que su intervención responde a la necesidad de mantener la comunión con la Iglesia y de asegurar la transparencia y obediencia a las directrices diocesanas. La comunidad religiosa espera que esta nueva etapa bajo la Sociedad de San Pío X proporcione una resolución pacífica y que honre tanto la autoridad episcopal como la vida consagrada de las hermanas.
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Aunque en el titular de la noticia se escribe correctamente Fraternidad, en el cuerpo se repite incorrectamente Sociedad de San Pío X (traducción servil del inglés).
En español en América se dice Fraternidad y en España se prefiere Hermandad de San Pío X.
En todo caso estas carmelitas descalzas han tenido mejor ojo que las desventuradas clarisas de Belorado. Que Dios guarde.
Desde el principio las de Arlington han seguido vías mejor orientadas. Y su estimación pública tampoco ha sufrido descalabro. Misterios…
Lo mejor que han podido hacer.
Dios nos guiará a los que mantengamos la FE
Jurídica y canonicamente, estas monjas han caído en el vacío ya que la FSSPX sigue en el mismo vacío. Los de San Pío X no están agarrados a nada y a nadie. Aceptan el Romano Pontífice siempre que sea a su imagen y semejanza o si el título quede en lo genérico. Pero cuando vuelve Pablo IV, JPI, JPII… empienzan las críticas privadas y públicas.
Aunque sus sacramentos sean válidos, si la Iglesia no permite A o B condición, son celebrados ilícitamente. Cuando conviene dicen ser totalmente católicos mas cómo explicarán un día una jerarquía episcopal paralela, con centenares de padres, seminaristas proprios y conventos? Actúan casi como una prelazía personal o quizá parecidos a una iglesia autocéfala con un padre como superior general. Toda esta gente con un pie dentro y pie fuera, se queda colgada en el Papa y conversa con Ecclesia Dei, pero al mismo tiempo, toca su vida. Y no parecen muy angustiados con la plena comunión. Estas monjas se fueron al vacío canónico y jurídico.
Sabia y buena decisión.
LAUS DEO
Tener Fé Católica y tener permisos oficiales son cosas muy distintas. Por ejemplo, la FSSPX tiene Fe Católica, el propio Francisco lo ha admitido públicamente, pero no tienen permisos oficiales. Los neocatecumenales, el páter James Martín, la Conferencia Episcopal alemana (y probablemente otras) tienen permisos oficiales, pero…..
Ah, y lo que salva es la Fe en Jesucristo y cumplir los Mandamientos, los permisos pueden ser perfectamente inútiles para esto.
«pero no tienen permisos oficiales»
Lo que dice no es exacto. ¿Para qué no tienen «permisos oficiales»? Para oficiar la Santa Misa no necesitan permiso, pues cualquier sacerdote católico sobre el que no pese ninguna pena canónica puede celebrarla (y sobre la FSSPX no pesa ninguna); y en cuanto a los sacramentos, los tienen, como el Bautismo, concedido sin problemas por los obispos diocesanos, o los otorgados sine die por Francisco en la Carta Apostólica «Misericordia et misera» de 2016 (sacramento de la Confesión), y el 27 de marzo del 2017 las delegaciones para las bendiciones matrimoniales (sacramento del Matrimonio). En cuanto a la Extremaunción, es válida hasta la administrada por los cismáticos ortodoxos. Y para las confirmaciones y ordenaciones sacerdotales sólo se precisa un obispo, pues no requieren permiso (sólo lo requieren las consagraciones episcopales, que hasta el día de hoy los tres obispos de la FSSPX no han realizado).
Un sacerdote debe estar incardinado y depender de un obispo, que puede darle permiso o no para realizar ritos tradicionales, le puede amonestar, cambiarle de parroquia, sancionarle e impedirle decir Misas en público, prohibirle administrar sacramentos… la FSSPX todas estas cosas se las pasan por el forro del triunfo, ellos no cuentan con los obispos y se organizan a su manera, abren templos cuando les da la gana sin avisar ni contar con el obispo del lugar, les trae sin cuidado las limitaciones o probibiciones episcopales en cuanto al rito de la Misa que celebran porque tienen muy claro esto y les importa un pimiento lo que el obispo pueda establecer al respecto… y celebran los sacramentos como les parece conveniente y si al obispo le parece mal pues que se vaya a tomar una tila porque se niegan a celebrar un bautismo de forma diferente a la que ellos ven apropiado… por hacer un resumen casuístico. Todo esto, dadas las circunstancias eclesiales actuales, tiene sus ventajas…
…y estoy convencido de que las clarisas de Arlington se han aprovechado de todo esto para defenderse de típicas injerencias y abusos episcopales comunes hoy día
«Un sacerdote debe estar incardinado y depender de un obispo»
Y un papa debe profesar íntegramente la fe católica y transmitir incólume el Depósito de la Fe que le sido confiado, del que es guardian, no dueño, además de confirmar en la fe; y ya ve. A grandes males, grandes remedios. En cualquier caso, y volviendo a lo que dice, para oficiar la Santa Misa y administrar los sacramentos, para los cuales además tienen licencia pontificia expresa y oficial, no. Y no sólo pontificia: de los propios obispos diocesanos. Y hasta de las ordenaciones se informa a Roma, que no pone ninguna pega. Es el encaje jurídico lo que está por resolver, pero no afecta en nada a lo anteriormente dicho. Y en cuanto a «pasar de los obispos», será de alguno abiertamente hereje; pero con el resto la colaboración es totalmente normal.
Hay un error en lo que dices: la FSSPX sí tiene permisos oficiales dados directamente por Bergoglio; o sea que dependen directamente del Santo Padre.
Con validez temporal y limitada a ciertos aspectos de la administración de sacramentos, tengo entendido. Ellos establecen lugares de culto o conventos etc. «sin permisos». Por eso las monjas de Arlington se liberan de imposiciones inaceptables acogiéndose a la FSSPX.
El caos en la Iglesia puede ser descomunal, por el camino que vamos.
Más arriba le he explicado lo de los «permisos».
Sedevacantistas, católicos que admiten que Francisco es Papa pero pasan de él porque está mal de la cabeza y dice y hace herejías, no católicos y anticatólicos reconocidos por el Papa cómo miembros de la Iglesia con todos los parabienes y «permisos» y muchos de ellos de ellos con la clara intención de destruir la Iglesia fundada por NS Jesucristo… éste es el panorama eclesial actual. Un cachondeo, como dicen en mi tierra.
Católicus: ha habido obispos que atacan como pueden a la FSSPX, de forma pública incluso, y si no lo hacen más es porque son conscientes de que no les van a hacer ni puto caso. Y estoy convencido de que a las monjas de los conventos, por vía privada, los ataques, injerencias y abusos de los obispos en muchos casos deben ser canallescos e insoportables, conociendo el «percal». Así que estaremos de acuerdo en que es fácil de comprender lo que han hecho las clarisas de Arlington.