La ultraizquierda separatista valenciana que representa Compromís ha vuelto a la carga contra los colegios diocesanos.
Los radicales defensores del independentismo valenciano aseguran que se dan “terapias de conversión” por parte de la responsable de educación afectivo-sexual de 60 colegios de la diócesis de Valencia.
De este modo inician una nueva campaña de persecución y anuncian que van a crear canal de denuncia ciudadana para lo que ellos consideran «prácticas homófobas» y reclamar a la Generalitat que supervise los contenidos. Paradojas de la vida, son los mismos que defienden que quien lo desee pueda cambiar de sexo pero en cambio persiguen y castigan a quienes por el contrario deseen cambiar de orientación sexual.
Defensa del modelo de educación católica
Por su parte, la archidiócesis de Valencia ha emitido un comunicado «ante las acusaciones difundidas en relación con el programa de educación afectivo-sexual que se propone en el programa de formación para los Colegios Diocesanos».
Desde el arzobispado valenciano explican que «en los Colegios Diocesanos educamos a los alumnos desde una concepción cristiana de la persona, de la vida y del mundo desde nuestro carácter propio amparado en la legislación en materia educativa».
Además, como en muchos otros colegios católicos o no, detallan que «la Acción Tutorial es un elemento fundamental pues posibilita el conocimiento y el acompañamiento de los alumnos y familias. Todo acompañamiento del alumno se realiza en coordinación con sus familias«.
En la nota resaltan que uno de los bloques de la acción tutorial de los Colegios Diocesanos lo constituye «la educación afectivo-sexual, para coordinar pautas de actuación educativa con los alumnos y las familias». «Esta formación que sigue un programa y que se oferta desde el año 2007, se trata de un proyecto integrado en los colegios y se imparte con conocimiento de las familias«, agrega la archidiócesis de Valencia.
Libertad de enseñanza
Ante las acusaciones vertidas por Compromís sobre si existen terapias de conversión sexual en sus colegios el obispado es tajante: esa acusación «es falsa». Explican que «se trata de un programa que fomenta un entorno respetuoso en el que se promueve la aceptación de toda persona, se rechaza cualquier tipo de discriminación y se respeta la dignidad de todos».
En ese sentido, hacen hincapié en que «La Iglesia defiende su libertad para acompañar a las familias que desde sus propios principios eligen una educación católica para sus hijos, del mismo modo que respeta la libertad de los demás para pensar de manera distinta».
«No se puede pretender que renunciemos a nuestros principios y valores para educar a los alumnos cuyos padres libremente matriculan a sus hijos en nuestros colegios. El respeto a todas las personas no exige que renunciemos al carácter propio de la escuela católica«, concluye la nota de la archidiócesis de Valencia.
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¡Que se atrevieran!
Eso: que si no MilhombresPF les pone una querella, como hace cada semana con los homófobos islamistas. Ay, callen, que no; que no hay webs. El Valiente Caca va a lo seguro, por si los otros le cuelgan de una grúa en vez de sólo chotearse de sus ridículas bravatas.
No nos compete la jurisdicción penal de esos países que mencionas y que tienen que ver a este respecto lo mismo que tú con la higiene odorífera y mental.
Como otras veces, te vuelvo a felicitar por no sacar tu bravuconería beata homófoba de los 4 márgenes de esta pantalla. Es un consejo.
«No nos compete la jurisdicción penal de esos países»
¿De qué países habla, FlipaoPF, si tiene su barrio lleno de sarracenos y hay montones de webs islámicas españolas? Menuda excusa más idiota se ha buscado, ValienteCacaPF.
«Es un consejo»
Pues muchas gracias. Verá cuando le llegue a usted una citación sin que le hayan «aconsejado» primero, MilhombresPF. Se le va a pasar toda la tontería arcoiris que tiene. Cuando le toquen el bolsillo, veremos si no se pone a rezar el rosario como finge sus risas enlatadas.
Guillermo, seguiremos educando a nuestros hijos en la fe, así nos anuncien todos los males y daños de este mundo. Aleja tus zarpas de invertido perverso de nuestros hijos, y en su lugar, encomienda tu alma a la Virgen Madre de Dios, para que te libre de tu esclavitud diabólica.
Yo también tengo hijos, como muy bien sabes de Infocatólica. La gente es más sorprendente (y normalita) de lo que os dictan vuestras ensoñaciones.
Hablemos con propiedad,»terapias de conversión» es lo que promueve la izquierda progre que goza revirtiendo el orden natural,ellos son los que promueven LA CONVERSIÓN del heterosexual en homosexual y de un sexo al opuesto.
y lo que ofrecen los profesionales sin la deficiencia mental de la que adolecen los progres satánicos, en todo caso son TERAPIAS DE AFIRMACIÓN, de afirmar a un ser humano para que su mente coincida con su sexo biológico,como ocurre con el 98% de la población restante, ni más ni menos,lo contrario es como decirle a una anoréxica que se haga una liposucción.
Así es. Hay que contrarrestar a estos degradantes satánicos que quieren destruir la vida de tantos jóvenes engañándoles y haciéndoles creer que todos sus problemas se centran en que «no son del género que desean ser»…
María, muy pertinente y acertado su comentario. En efecto, parece que la conversión de una conducta a otra es progresista y avanzada, mientras que el camino inverso es un crimen contra la sociedad. Resistamos en la fe, y oremos por sacerdotes valientes que nos confirmen en medio de la persecución.
De acuerdo con el comunicado del arzobispado.
La unión, siempre, pero en estos momentos de brutal agresión a los valores cristianos, es más necesaria que nunca.
Y si así fuera, ¿no es bueno tratar de convertir algo a su normalidad, es decir, querer curar esa enfermedad?
Hay que ser valientes y no temer a lobbies diabólicos ni ceder ante tentaciones mundanas. No debemos aceptar el lenguaje del Mal, hay que salirse de su dialecto de «terapias de conversión». En su lugar, como católicos que somos, afirmemos, aunque ello comporte consecuencias penales, que haremos cuanto esté en nuestra mano para que nuestros hijos lleven vida de santidad. Y si a eso le dan en llamar «terapia de conversión», pues adelante, que nos multen, que nos enchironen, o que hagan lo que quiera, pero no tenemos que pedir permiso a los políticos para ser lo que somos, para vivir en coherencia con ello y para educar a nuestros hijos conforme a lo que Cristo dispuso.
La archidiócesis debe responder: los padres católicos de Valencia educan a sus hijos como católicos, y el término de gaystapo progresista que empleen los medios apesebrados no va coartarles. Y si quieren perseguirnos por ser lo que somos, adelante.