Sanz Montes recuerda en Covadonga que otras formas de convivencia no pueden equipararse a la familia fundada entre hombre y mujer

Jesús Sanz Misa Covadonga
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Sin la presencia del presidente de Asturias y de la delegada del Gobierno (ambos socialistas críticos con el arzobispo de Oviedo) monseñor Jesús Sanz fue de nuevo el encargado de celebrar la Santa Misa en el santuario de Covadonga.

El arzobispo Jesús Sanz Montes ofreció un mensaje centrado en la fe y la esperanza, con un fuerte énfasis en las bienaventuranzas, resaltando la importancia de vivir en comunión con los valores cristianos. Ante un nutrido grupo de fieles y autoridades, Sanz Montes comenzó con un saludo afectuoso, deseando paz y bondad para todos los presentes y aquellos que seguían la celebración a través de los medios de comunicación.

El arzobispo destacó la histórica relevancia de Covadonga, un lugar de peregrinación que ha visto pasar a innumerables personas buscando respuestas y consuelo. «Los caminos que se abren en nuestros bosques tienen las rodadas de tantas pisadas: hombres y mujeres que buscan respuesta a sus preguntas, el bálsamo para sus heridas, la certeza en sus dudas, y la fortaleza en la debilidad cuando por dentro y por fuera arrecian las tormentas», afirmó.

En su homilía, Sanz Montes subrayó la vitalidad y el compromiso de los jóvenes que han participado en diversos encuentros en Covadonga durante los últimos meses, resaltando su testimonio de fe y esperanza en tiempos complejos. «Es un auténtico espectáculo de belleza y bondad ver a tantos chicos y chicas con su jovialidad sana expresando con inmensa alegría sus convicciones cristianas», señaló, destacando que su presencia es una bocanada de aire fresco y puro en la sociedad actual.

Las certeras bienaventuranzas del arzobispo Sanz Montes

El arzobispo también hizo referencia a las bienaventuranzas, calificándolas como el distintivo que Dios otorga a aquellos que viven conforme a su Palabra. «Las bienaventuranzas son el sobrenombre que Dios nos regala cuando nuestra vida se ajusta a su Palabra, llevando una conducta cristiana no clandestina ni privada», explicó. En este contexto, Sanz Montes delineó una serie de bienaventuranzas contemporáneas, dirigiéndose a quienes abrazan la vida en todas sus etapas, la verdad, la familia tradicional y el respeto por la naturaleza, advirtiendo contra las agendas que intentan pervertir estos valores.

«Bienaventurados los que amáis la vida en todos sus tramos y circunstancias: la del no nacido, la del anciano o enfermo terminal y la vida que está entre ambos extremos», proclamó el arzobispo. En su mensaje, hizo un llamado a la defensa de la verdad y la familia, subrayando que aunque existen diversas formas de convivencia, la familia fundada entre hombre y mujer tiene un valor único y distintivo.

Sanz Montes también abordó la polémica en torno a la utilización de su púlpito para cuestiones políticas, defendiendo su derecho a predicar desde una perspectiva moral y cristiana. «Este púlpito no tiene detrás unas siglas políticas aunque algunos se empeñen en ponerlas, sino un juicio moral que nace de la Palabra de Dios y de la tradición cristiana», enfatizó, dejando claro que su intención es guiar a los fieles en la senda de la fe y no en debates políticos.

La homilía concluyó con una invitación abierta a todos para participar en la vida de fe y a seguir los ejemplos de María e Isabel, cuyo encuentro es celebrado en la festividad de la Santina. «María reconoció la bienaventuranza dichosa tras acoger en su vida lo que Dios dice y lo que Dios calla. Por eso en sus entrañas maternales se engendró la Palabra que nos habla y nos une y no el mutismo ausente que nos ensordece y enfrenta», concluyó el arzobispo, reiterando su deseo de paz y bendición para todos los presentes y para el pueblo asturiano.

La celebración de Covadonga, como cada año, se convierte en un espacio de reflexión y renovación para los fieles, donde se reafirman los valores que conforman la identidad cristiana de Asturias. Con la Virgen de Covadonga como testigo, la homilía de Sanz Montes invitó a todos a renovar su compromiso con la fe y a ser verdaderos discípulos de Jesús en un mundo necesitado de esperanza y fortaleza espiritual.

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Comentarios
17 comentarios en “Sanz Montes recuerda en Covadonga que otras formas de convivencia no pueden equipararse a la familia fundada entre hombre y mujer
  1. No me convence, resalta el valor unico y distintivo del matrimonio sobre otras formas de convivencia. Me suena a los diversos tipos de iglesias cristianas, donde solo la católica tiene la plenitud, como si las otras iglesias no fueran heréticas sino incompletas, como si las otras convivencias fueran inferiores pero no clamaran al cielo por pecaminosas. Como si el ideal de convivencia fuera el matrimonio cristiano, sin decir que es la unica convivencia permitida, el resto de convivencias son pecaminosas, prohibidas, malas. Muy conciliar, tipico de esta jerarquia.

    1. Don Óscar: Coincido con usted.
      En mi opinión, la homilía mejora respecto a lo que muchos otros dicen habitualmente, pero no llega a definir la doctrina con claridad.
      Es de agradecer el esfuerzo de monseñor Sanz, pero debería ser más valiente y no dejarse presionar por los políticos y medios que le atacan.

  2. Hay otras formas de convivencia, distintas del matrimonio, que no ofenden a Dios: los estudiantes que comparten piso, la hija soltera que vive con su anciana madre viuda etcétera.

    Y hay otras formas de convivencia, distintas del matrimonio, que ofenden gravemente a Dios: los no casados que viven en concubinato, los sodomitas que cohabitan etcétera.

    Estas palabras del señor obispo son equívocas.

    Además de que, en la fiesta de la Natividad de la Virgen, lo oportuno es predicar sobre los dogmas marianos y la historia de tantas gloriosas advocaciones de Nuestra Señora. No sobre la ley natural.

    Hay una errónea tendencia conservadora a desdibujar lo sobrenatural y las verdades católicas y privilegiar las verdades naturales, o confundir unas y otras.

    1. Urbel, nadie dice que esos otros ejemplos sean pecaminosos, ni que puedan ser magníficos caminos de santificación. De lo que se trata es de constatar que el sacramento matrimonial, además de convivencia santificadora, tiene otras virtudes divinas: se genera prole (que es «Iglesia doméstica»), se refuerza el Bien Común de la sociedad… efectos todos esos que sus ejemplos o no tienen o lo tienen en mucha menor medida.

      En resumen, la singularidad irreemplazable del matrimonio. Lo que no obsta a que personas no casadas puedan convivir santamente. Pero sin esa singularidad.

    1. «Mi casa, mis normas.
      Tu intromisión, mi portazo en las narices.»

      No te preocupes, PérFido, que el Señor respeta tu libre albedrío, aunque lo uses para condenarte.

      Eso sí, no te olvides de que hará exactamente lo mismo contigo cuando pases a «mejor» vida: «Mi casa, mis normas.
      Tu intromisión, mi portazo en las narices.»

      Venga, ahora viene el momento en que sueltas tu sarta de g ili po lle ces de siempre

      1. Exacto, iba a responder a tus amenazas aquellas, después de las cuales te fuiste a Benidorm, o a Puerta del Mar, o a donde el Señor quisiera enviarte por castigo.
        En cuanto a lo otro, ASUSTAVIEJAS!!! UUUUUUUH!!!!! JAJAJAJAJAJAJA

        1. Muy acertado lo de «asustaviejas», teniendo en cuenta que era a usted a quien iba dirigida la supuesta «amenaza». Ya era hora de que lo asumiera, AñejoPF. Aunque, con susto o sin él, se va a condenar igualmente:

          «No te ayuntarás con hombre como con mujer; es una abominación» (Lev 18,22).

          «No os engañéis: ni los FORNICARIOS, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los AFEMINADOS, ni los SODOMITAS, ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los MALDICENTES, ni los rapaces poseerán el reino de Dios» (I Cor 6,9-10).

          PALABRA DE DIOS.

          Su sodomía, el divino portazo en sus incultas narices, Gay MostrencoPF.

        2. «Exacto, iba a responder a tus amenazas aquellas…»

          Maneja mejor el vocabulario, lo ca za dramática. Lo que tú denominas «a me na zas», el común de los mortales lo llama plantarte cara y darte lo que te mereces.

          Al no contestar, quedaste retratado como lo que eres: una ne na za y una llorona que detrás de la pantalla se cree muy «valiente» (sobre todo cuando arremete contra sacerdotes de buena doctrina), pero que en la vida real no tiene ni media leche.

          «(…) después de las cuales te fuiste a Benidorm, o a Puerta del Mar, o a donde el Señor quisiera enviarte por castigo.»

          Cómprate algo para la memoria, de-pra-va-da senil. Nunca he pisado Benidorm ni Puerta del Mar.

          «En cuanto a lo otro, ASUSTAVIEJAS!!! UUUUUUUH!!!!! JAJAJAJAJAJAJA»

          Sí, si, PérFida. Veremos si te ríes tanto delante del Altísimo cuando seas juzgado.

  3. «Mi casa, mis normas.
    Tu intromisión, mi portazo en las narices», escribe el insensato.

    «Bienaventurados los que lavan sus túnicas para tener derecho al árbol de la vida y a entrar por las puertas que dan acceso a la ciudad. Fuera perros, hechiceros, fornicarios, homicidas, idólatras y todos los que aman y practican la mentira» (Ap 22, 14-15).

      1. Déjese de pataletas: le han «retratao», Gay MostrencoPF. No hay vez que no tenga una «ocurrencia» que no se vuelva contra usted mismo. ¡Si es que es muy burro! Y le va a ir pasando en todas las webs católicas: «su intromisión, el portazo en sus anticatólicas narices». Y es que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe (y a ver luego dónde trollea, que es su única actividad social y válvula de escape para sus trastornos psiquiátricos y traumas no resueltos).

          1. De resolver, ¿qué míos? ¿Otra vez proyectando, Gay MostrencoPF? Si es que teclea sólo tres palabras y ya sale a la superficie algún trastorno. Sus vecinos deberían poner su caso en conocimiento de los Servicios Sociales, pues, aunque no le conozcan físicamente (todo el día encerrado, trolleando), cualquier día le da una pataleta y les quema el edificio o la lía parda de otra forma. Y entonces caerán en la cuenta de que no parecía muy sano el vecino «rarito» que no salía.

          2. «(…) y una consulta particular es carísima.»

            Lo dices por experiencia, ¿No?. ¿A cuantas has ido ya? Bueno, mejor no respondas, que al final vas a acabar dando lastima del poco dinero que te debe quedar de pensión.

            Venga, ahora tómate la medicación y a dormirla, campeón.

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