El cardenal Raymond Burke ha lanzado su nuevo libro titulado ‘Respetando el Cuerpo y la Sangre del Señor: Cuándo se debe negar la Sagrada Comunión,’ en el que analiza cómo la negación de la Sagrada Comunión puede ser entendida como un acto de caridad pastoral.
Según un comunicado de prensa de Sophia Institute Press, emitido el 3 de septiembre, la obra destaca que negar la Comunión no es un acto de exclusión, sino una medida pastoral que busca preservar la santidad de la Eucaristía y guiar a los fieles hacia una recepción digna del Sacramento.
El libro del cardenal Burke proporciona un análisis accesible sobre las enseñanzas de la Iglesia respecto a la Eucaristía, abordando las circunstancias en las que la recepción del Sacramento debería ser restringida, según destaca el comunicado. Publicado por Sophia Institute Press, el texto explora los fundamentos históricos y teológicos de estas enseñanzas, basándose en fuentes como las Escrituras, los escritos de los Padres de la Iglesia, el Papa San Juan Pablo II y el Catecismo de la Iglesia Católica.
Según el comunicado, “en una época de pluralismo equivocado y relativismo doctrinal”, el cardenal Burke profundiza en el artículo 915 de la Ley Canónica: “Los excomulgados y los que están en entredicho, después de la imposición o declaración de la pena, y los demás que permanecen obstinadamente en pecado manifiestamente grave, no deben ser admitidos a la Sagrada Comunión.”
La edición actualizada del libro cuenta con comentarios de Thomas McKenna, presidente de Acción Católica para la Fe y la Familia. McKenna aporta perspectivas sobre las respuestas históricas de la Iglesia al escándalo y la herejía, los criterios para negar la Comunión y las implicaciones para los políticos que apoyan pecados graves**.
El libro también detalla la reverencia debida hacia el Santísimo Sacramento y cómo los fieles pueden beneficiarse plenamente de las gracias derivadas de su recepción, según lo explicado en el comunicado de prensa. Los lectores del nuevo libro del cardenal Burke, se afirma, “se sentirán inspirados por cómo la enseñanza de la Iglesia sobre la recepción adecuada de la Sagrada Comunión es un acto de caridad pastoral diseñado para el bien de los fieles, para nuestra unión entre nosotros y para la salvación de las almas”.