La diócesis de Teruel da la espalda a los vecinos de Mora de Rubielos y defiende la llegada de más de 100 inmigrantes ilegales

La diócesis de Teruel da la espalda a los vecinos de Mora de Rubielos y defiende la llegada de más de 100 inmigrantes ilegales

La invasión -cada vez menos silenciosa- sigue su curso en España. La llegada de inmigrantes ilegales no cesa y el único plan del Gobierno es repartir el problema por toda la península para evitar el colapso de las Islas Canarias.

Mientras tanto, los obispos españoles en su inmensa mayoría apuestan por blanquear la llegada de inmigrantes africanos o guardan silencio para no llevar la contraria en público al Papa Francisco quien en los últimos días ha llegado a decir que se comete un pecado grave cuando se trabaja «sistemáticamente y con todos los medios posibles para repeler a los migrantes».

No hay día que no veamos en las noticias la inseguridad que están causando la inmigración ilegal en España y que nada tiene que ver con racismo ni con xenofobia. Los españoles no tuvimos ningún problema en acoger a los verdaderos refugiados ucranianos porque cuando llegan a España no se dedican a delinquir a diferencia de los que llegan de otras partes.

El problema de la inmigración

Dicen que dato mata relato pero en este caso los datos acompañan el relato: no hay día en donde no veamos noticias de palizas, inseguridad, robos o atracos causados por inmigrantes y es por ello que aquí hoy les ofrecemos algunos ejemplos concretos de noticias ocurridas esta semana en España:

Estas noticias publicadas en distintos medios locales y nacionales son un pequeño esbozo de algunos acontecimientos ocurridos en España en lo que llevamos de semana.

El caso del pueblo de Teruel

Como ven, hay motivos objetivos y evidentes para estar preocupados por la inmigración que está llegando a España sin ningún control. Es por ello que los vecinos del pequeño pueblo de Mora de Rubielos (Teruel) están preocupados por la llegada de 110 hombres inmigrantes ilegales en edad militar en un municipio que no supera los 1.600 habitantes.

«Es una falta de consideración espectacular que no recibiéramos información oficial de la llegada de los refugiados desde el primer momento. Más de 100 inmigrantes en un pueblo de 1.600 personas es un volumen difícil de absorber», declaró el alcalde hace unos días.

A pesar del malestar de los vecinos, la diócesis de Teruel que dirige José Antonio Satué, más conocido como el ‘obispo telefunken’ ha decidido dar la espalda a los vecinos y seguir adelante con su discurso buenista y blanquear la situación.

En un comunicado publicado en la página web del obispado aragonés, la diócesis de Teruel invita a «los católicos y a todas las personas de buena voluntad a “acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes y refugiados”, cada cual en la medida de sus posibilidades».

Dice la nota de la diócesis de Satué que «la acogida nos lleva a mirarlos no como un problema, sino como mujeres y hombres que han sufrido mucho en la búsqueda de un futuro mejor para ellos mismos y sus familias», aunque la realidad es que no hay ninguna mujer ni familia ya que son todos hombres y llegan todos con móviles de última generación y airpods.

Además, la diócesis de Teruel hace hincapié en que «como Iglesia, no pretendemos entrar en el debate partidista ni señalar cómo los gobiernos deben regular los flujos migratorios, pero sí abogamos por un modelo de acogida integral, que respete la inalienable dignidad de las personas inmigrantes y refugiadas; un modelo centrado en las múltiples dimensiones de la persona y sus relaciones, priorizando el acompañamiento personal y la capacitación para la autonomía y la integración en la sociedad».

La diócesis de Teruel también ve necesario «sensibilizar contra los discursos racistas y la manipulación de las informaciones, haciendo pedagogía de los principios éticos y morales que fomentan la cultura de la vida y del encuentro» pero nada dicen sobre la inseguridad que se viven en las calles de España.

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