La Conferencia Episcopal de Venezuela ha emitido un comunicado manifestando su preocupación por la actual situación política del país, especialmente tras los comicios presidenciales celebrados el pasado 28 de julio.
A más de un mes de las elecciones, el Consejo Nacional Electoral aún no ha divulgado los resultados, lo que, según la Conferencia Episcopal, va en contra de los valores democráticos y del derecho constitucional del pueblo venezolano a conocer los resultados de la elección, en quien reside la soberanía de manera intransferible, tal como señala el artículo 5 de la Constitución.
«Desconocer la soberanía popular manifestada a través del voto es moralmente inaceptable, ya que se aparta gravemente de la verdad y de la justicia», reza el comunicado, que además subraya la importancia de la verdad y la justicia en el ejercicio democrático. Los obispos venezolanos advierten de que la opacidad en la entrega de los resultados electorales contradice las demandas tanto nacionales como internacionales por una transparencia electoral.
En su pronunciamiento, la Conferencia Episcopal venezolana también denuncia una preocupante campaña de represión y persecución promovida por diversos órganos del Estado, que ha resultado en la detención de miles de personas, incluyendo menores de edad, a quienes se les imputan delitos graves sin el debido proceso. Esta situación, según la Conferencia, atenta contra los principios de pluralidad política e independencia de los poderes públicos consagrados en la Constitución y las leyes venezolanas. La persecución incluye a testigos de mesas electorales, comunicadores sociales, el candidato con mayor número de votos y dirigentes de la oposición.
«En democracia es fundamental el respeto de los derechos de todos y, de forma especial, el de los menores de edad y sus familias», destaca la Iglesia, enfatizando la necesidad de proteger los derechos fundamentales como pilar de la convivencia democrática.
El comunicado concluye advirtiendo sobre el clima de inquietud y zozobra que se ha instalado en amplios sectores de la población, lo cual, según la Conferencia Episcopal, obstaculiza gravemente la superación de los grandes problemas y necesidades que enfrenta la nación. La Iglesia hace un llamado a la reflexión y a la acción para restaurar los valores democráticos y garantizar una convivencia ciudadana basada en la verdad y el respeto mutuo.
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