El arzobispo de Astaná, monseñor Tomash Peta, y el obispo auxiliar Athanasius Schneider han dado a conocer que la archidiócesis kazaja organizará un acto de reparación por la blasfemia de París.
Les ofrecemos la circular enviada por ambos obispos a las parroquias de la archidiócesis de Astaná:
TODAS LAS PARROQUIAS DE LA ARQUIDIOCESIS DE MARÍA SANTÍSIMA
¡Alabado sea Jesucristo!
¡Queridos hermanos y hermanas!
Como saben, la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos en París el 26 de julio de este año contenía elementos blasfemos que ofenden a Dios, especialmente una parodia de la “Última Cena”, que es el centro de toda la vida de la Iglesia.
Contra esto protestan los cristianos, así como representantes de otras religiones y personas de buena voluntad en todo el mundo.
Nosotros, los católicos de Kazajstán, también queremos ofrecer a Dios una oración de reparación por el pecado de blasfemia.
Por eso, el domingo 11 de agosto de este año, en toda nuestra Arquidiócesis, después de la Santa Misa ante el Santísimo Sacramento expuesto, leeremos la oración “Iesu dulcissime” (Libro de oraciones, Karaganda 2017, pp. 310-312).
¡Unidos a vosotros en oración!
Vuestros obispos:
+ Tomash Peta
+ Athanasius Schneider
Esta carta deberá ser leída los días 4 y 11 de agosto del presente año.
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Buenos días… Bedecido día para todos. Me parece necesaria esste acto de reparación. Debería Generalizar se.
Mi comentario es para la redacción de InfoVaticana, dueña y señora de lo que se publica. No se si son conscientes de que hay cinco fotos sobre la blasfemia en cuestión. Seis en relación a esa deleznable inauguración. A estas alturas todos tenemos las imágenes en la cabeza, se haya visto o no dicho evento.
Tenerlas a la vista, durante 7 días, en todas partes, se correel peligro de «acostumbrarse» a ellas. En mi opinión es hora de retirarlas.
Es una opinión, pero Vds son lo que deciden. Para mí es desagradable. Y a todo nos acostumbramos. Gracias, sea o no atendida a petición.
Bendito sea Dios.
El acto inaugural de los juegos olímpicos fue propaganda subversiva que blasfemó contra Dios y exaltó la ideología perversa del nuevo orden mundial en contra de la civilización cristiana (ordenamiento que está explicitado en la infame Agenda 2030 que nos quieren imponer). Ante esa tropelía, es necesario reparar y corregir los errores expuestos por el Comité Olímpico Internacional, que está al servicio de las élites globalistas, y debe ser combatido con argumentos.
La actitud de los obispos Peta y Schneider es de buenos pastores, mientras que la del Papa Francisco que calla y otorga, e incluso ha apoyado los juegos olímpicos, es, como apuntó el obispo Stryckland, una traición a Jesucristo.
En cuanto al comentario de nuestro apreciado Rapunzel, coincido en que sería preferible, en mi opinión, que los artículos que acertadamente denuncian comportamientos blasfemos, no vayan encabezados de fotos que recogen esas blasfemias, pues parece que, en cierto modo, es hacerles el juego a los autores de esos insultos.
Repunzel tiene razón