UNA CATÓLICA (EX)PERPLEJA
03 agosto 2024
Como todos sabrán, el señor que vemos a la izquierda en la imagen es San Nicolás, que abofetea a Arrio, con casulla y mitra azul, en el Concilio de Nicea (año 325 dC). ¡Un obispo golpeando a otro obispo! Cuenta la tradición que San Nicolás no medió ni palabra con Arrio, sino que nada más encontrarle le abofeteó en el rostro por haber adulterado la doctrina católica: Arrio negaba la divinidad de Cristo, en una postura incompatible con la auténtica fe cristiana.
¿Qué pretendo apuntar con esta historia, bien conocida? Que la falsa doctrina y la ofensa contra Dios son temas de primera importancia. Que no vale minimizarlos por el bien del “diálogo”, sino que es necesario combatirlos con todas nuestras fuerzas. Entre falsos respetos, tolerancia y diálogo, a veces puede que no seamos conscientes de que el verdaderamente ofendido es Dios, y que no hay cálculos posibles que justifiquen relativizar la blasfemia. La blasfemia (del griego βλασφημία: blasphemía, ‘injuriar’, y pheme, ‘reputación’) significa etimológicamente ‘palabra ofensiva, injuriosa, contumeliosa, de escarnio’, pero en su uso estricto y generalmente aceptado, se refiere a ‘ofensa verbal contra la majestad divina’. La blasfemia consiste en proferir contra Dios (interior o exteriormente) palabras de odio, de reproche o de desafío. Y se extiende también a las palabras contra la Iglesia, los santos y las cosas sagradas. Se aplica también a las acciones ofensivas contra Dios, como la reciente ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, ante la cual se han dado entre miembros de la Iglesia Católica respuestas que van desde el clamoroso silencio a condenas rotundas, pasando por superficiales ofertas de tolerancia y diálogo regadas de pueriles y subjetivos apuntes sobre los gustos personales de quien interpreta para los demás lo que presenció.
Santo Tomás de Aquino afirmó que «la falta de la pasión de la ira también es un vicio«. Y citó un documento normalmente atribuido a san Juan Cristósomo que dice que “peca quien no se enfada cuando tiene causa». Porque, ciertamente, hay mucho por lo que estar justamente enfadado en nuestro mundo, y los católicos debemos responder al mal y a la injusticia, sobre todo cuando ésta es contra Dios, que es la principal de todas, con un enojo santo que nos impulsa a la oración y a la acción. Debemos resistir la tentación de acostumbrarnos tanto al mal que dejemos de estar indignados. El gran fraile dominico Reginald Garrigou-Lagrange afirmó un principio que debe quedarnos muy claro: “La Iglesia es intolerante en los principios porque cree; pero es tolerante en la práctica porque ama. Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en los principios porque no creen; pero son intolerantes en la práctica porque no aman”.
Entre los santos que mostraron una justa ira santa ante las ofensas a Dios, San Jerónimo, uno de los cuatro Padres de la Iglesia Latina, un gigante de la fe y la erudición, sufría muy personalmente los ataques vertidos contra Cristo y su Iglesia, tanto de personas ajenas a la Iglesia como de eclesiásticos y creyentes. Suya es una espectacular frase que dice algo así como que puede soportar cualquier injuria contra su persona, pero no puede soportar la impiedad contra Dios. Ésa es la actitud. Eso es lo único que debería importarnos. Y por la imposibilidad de soportar la impiedad contra Dios, San Jerónimo denunció públicamente las vidas poco ejemplares de muchos sacerdotes de la Roma de tiempos del Papa Dámaso, lo que le valió tener que huir de la ciudad a la muerte de éste por temor a las represalias. También sus epístolas están plagadas de palabras fuertes en la defensa de la sana doctrina y la lucha contra los errores. Es triste escuchar cuando se habla de este gran santo el comentario de que “con ese carácter, hoy no sería canonizado”, expresión que denota una total falta de comprensión del concepto de ira santa y de la santidad misma.
Por eso, el P. Gabriel Calvo Zarraute afirmaba en un programa de La Sacristía de la Vendée que desgraciadamente sería impensable ver hoy escuchar palabras similares a las de grandes santos de la historia de la Iglesia, como resultado de la suplantación de la verdad por la autoridad y de una mala comprensión de la verdadera obediencia en la Iglesia, que incluye la resistencia a los errores de los pastores, también al Sumo Pontífice. El caso paradigmático es el de San Pablo, quien, reconociendo la primacía de San Pedro, resistió sus errores y le confrontó: “cuando Cefas llegó a Antioquía, yo le hice frente porque su conducta era reprensible” (Ga 2, 11). Según la explicación de la Tradición patrística y escolástica de este hecho (San Agustín y Santo Tomás de Aquino), San Pedro había pecado venialmente por fragilidad, por retomar la observancia de las ceremonias legales del Antiguo Testamento, para no escandalizar a los judíos convertidos al Cristianismo, provocando con esto el escándalo entre los cristianos provenientes del paganismo.
Porque la santa ira es justa cuando se tiene claro que no es tolerable la ofensa contra Dios, venga de dentro o de fuera de la Iglesia. Y el modelo es siempre Dios mismo, que castiga la ofensa cometida contra Él. El P. Javier Olivera Ravasi recogía en Infocatólica unas palabras muy pertinentes al respecto de Juan Manuel de Prada, quien afirma que “ Jesucristo fue el Cordero de Dios, pero también el León de Judá; y de sus rugidos y zarpazos están llenos los Evangelios (…). Cuando leemos los Evangelios descubrimos, por ejemplo, que Jesús empleaba palabras consoladoras para sanar a los afligidos; pero descubrimos que también empleaba silencios enigmáticos, respuestas irónicas, parábolas terribles, discursos airados y hasta arrebatos coléricos. Jesús se revuelve viril y enojado contra los hombres cuando los sorprende en falta, los maldice e increpa con palabras acres, los reprende sin paños calientes y, llegado el caso, se lía a zurriagazos con ellos. Esta santa ira nos sobrecoge a veces por su ferocidad (…); Jesús no tiene empacho Jesús en llorar amorosamente sobre la ciudad que está a punto de inmolarlo; pero tampoco tiene empacho en profetizar que Cafarnaum y Betsaida padecerán mayor condena que Sodoma. A la higuera estéril la maldice, aunque como el mismo evangelista reconoce «no era tiempo de higos». A los mercaderes que se habían instalado en el atrio del templo los expulsa sin miramientos, armado de un látigo. Y a los fariseos les lanza una portentosa filípica, sin recatarse de acribillarlos con las palabras más gruesas e injuriosas: «Raza de víboras, sepulcros blanqueados», etcétera. También a lo largo del Antiguo Testamento caen fulminados quienes ofenden a Dios.
Entre los santos, el mismo san Francisco de Asís, convertido hoy en la caricatura de un santo ecologista y dialogante con los musulmanes, afirmó que el uso de la violencia está justificado cuando se trata de la defensa de la fe, la justicia y la patria.
La única opción ante las ofensas contra Dios es seguir el contundente ejemplo de Dios mismo en las Sagradas Escrituras y de estos santos. Orar, pedirle perdón, reparar; combatir el error. Pero nunca dialogar con él ni tolerarlo. Por la gloria de Dios y por la salvación de las almas.
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Excelente artículo. Gracias, Católica Ex-Perpleja
El Papa Francisco, y muchos como él, demuestran una blandura que es traición a Jesucristo. Deberían mostrar celo en la predicación, enseñando las verdades y corrigiendo los erroes, pero en vez de eso contemporizan con el mundo, muchos de cuyos errores asumen sin problema, contribuyendo a la confusión de las almas.
Y cuando sí sacan la dureza, es cuando se trata de acosar y cancelar a los de buena doctrina. Con estos no hay blandura.
Strickland los llama cerdos, y Jesucristo también, y yo, también
Iceta es un cerdo, que ante el hambre de sus devotas ovejas las mandaba callar haciéndose complice de las her ej ias de su jefe
Hoy nadie defiende ni a su madre la Iglesia. Es penoso. Yo lo hacía, pero ya me he cansado de ser el único. Hoy a todo el mundo, realmente, le da todo igual. Todos van a lo suyo. Un mundo horrible.
Votamos a políticos que sabemos corruptos. Vivimos en una Iglesia cuya Jerarquía sabemos corrupta ¿Qué se puede hacer si ya nadie quiere pelear por nada? Y quizás tengan razón todos estos tontos útiles, y no merezca la pena pelear por nada. Si es así, como parece ser el caso, a lo mejor es que todo es mentira.
Yo, desde luego, si alguien maltratara a mi madre de la tierra, como veo que el actual Papa F, y gran parte de la Jerarquia maltratan a la Iglesia, desde luego, que le partía la cara, como San Nicolás. Pero hoy ya no queda gente así. Debe ser que hoy ya nadie no se cree nada ni ama nada.
Y? Y a ti que te importa lo que hagan los apóstatas? O vas a estar pendiente de los apóstatas y distraído del Maestro?
Qué ironía: reprochar a otro estar pendiente de presuntos «apóstatas», quien se ha pasado semanas dando la turra y jaleando a las apóstatas beloradas (que no son presuntas, sino confesas). Cosas veredes.
No eres el único..
Madre mía….
Tengo la sensación contraria. En un mundo muy polarizado, con una fuerte polarización afectiva (animadversión a quien piensa de manera diferente) y temática (división muy acusada de opiniones), actualmente hay escasa tolerancia y respeto entre los distintos grupos políticos, sociales o religiosos. Afortunadamente no llegamos a las manos, como en el cuadro, pero de intolerancia política, ideológica y religiosa, vamos sobrados, desgraciadamente.
Otro acertado artículo.
Muchas gracias.
Cuando hize la pregunta, en un blog de infocatolica, a un sacerdote conservador: ¿Como habria reaccionado S.Pablo en el Concilio de Jerusalén, si S.Pedro hubiera aprobado la bendición a parejas gay y adulteros, si hubiera dicho que todas las religiones son voluntad de Dios, o que los adulteros pueden comulgar ? La respuesta fue antologica: no podemos hacer teología ficcion.
Demostración de que los Conservadores son tan enemigos de la Tradicion como los Progres.
Los que orgullosamente se autodenominan tomistas y no saben que son calvinistas
¿Qué tendrá que ver el calvinismo con la respuesta de ese sacerdote, que es puro sentido común? Tal y como Fred lo relata, no le preguntó si San Pablo lo hubiera aceptado o se hubiera callado (cuya respuesta es obvia: no), sino cómo (de qué manera) habría actuado. ¿Usted lo sabe? Pues felicidades: es usted el rey de la teología-ficción o de la ucronía de medio pelo.
No querer mojarse en lo habria hecho S.Pablo no es teologia ficcion es cobardia.
Por mucho menos que eso S.Pablo reacciono públicamente contra S. Pedro.
«No querer mojarse en lo habria hecho S.Pablo no es teologia»
Ni tampoco fue esa la respuesta del sacerdote, según lo que usted mismo ha relatado.
El artículo està centrado en el combate.
Para combatir, espada; para convertir, cruz.
Desembainamos la espada o cargamos la Cruz de la Iglesia con Cristo? No son opciones compatibles.
«Embaina la espada Pedro,¿ acaso no he beber de la copa que el Padre me da?» – cito de memoria.
«Si mi reino fuera de este mundo los mios me hubieran defendido pero mi Reino no es de este mundo» cito de memoria.
No se trata de tolerancia sino de cruz.
Lo de Católicos blanditos me hace gracia. Cargar la cruz no es de blanditos prueba de ello es q solos no podemos. El làtigo es nuestra reacción natural, es lo facil.
Que Dios nos de la Gracia de soportar lo que viene 🙏🙏🙏
¿Conoce usted el fenómeno histórico de las cruzadas y el concepto de guerra justa? Alguien ya se lo dijo un día por aquí: el catolicismo es de et – et (y – y); el aut – aut (o – o) es protestante.
Conozco perfectamente el fenómeno histórico de las cruzadas. En 1204, durante la IV cruzada, los “caballeros cristianos” enardecidos por los legados pontificios tomaron y saquearon la ciudad cristiana de Constantinopla, llegando a violar a niñas y a mujeres muertas. No es un episodio anecdótico, le puedo relatar muchos otros.
También conozco como algunos han utilizado el concepto de guerra justa a lo largo de la historia, no como guerra defensiva, perfectamente legítima, si no como justificación de las guerras de agresion para oprimir y esclavizar a otros pueblos con la excusa de que se civilizaba a los salvajes.
Me adelanto a la respuesta, si “otros” también han asesinado, los jacobinos, los rojos, los musulmanes…
«El artículo està centrado en el combate», dice ACS. Igual es por eso que los católicos formamos parte de la Iglesia MILITANTE. Difícilmente va a vencer y salvarse quien se niega a combatir, que no sólo se hace con espadas y que no excluye ni predicar, ni la cruz (usted siempre enfrenta aspectos de nuestra religión de los que NO hay que elegir, sino que deben darse ambos, y que no sólo no son incompatibles como usted dice, sino que son obligatorios).
Y luego remata Sorprendido (cuyo anticatolicismo es lo realmente sorprendente):
«Conozco perfectamente el fenómeno histórico de las cruzadas […] los “caballeros cristianos” enardecidos por los legados pontificios […] llegando a violar a niñas y a mujeres muertas. No es un episodio anecdótico»
Ciertamente no es anecdótico, sino inventado, demostrando así su amplio «conocimiento».
«También conozco como algunos han utilizado el concepto de guerra justa…»
¿Sí? ¿A quiénes? Jamás ha existido guerra alguna que pueda atribuirse a la Iglesia, o a los católicos en su calidad de tales, para «oprimir y esclavizar a otros pueblos». Así que no sé cómo puede usted «conocer» algo inexistente.
«Me adelanto a la respuesta, si ‘otros’ también han asesinado…»
Pues no se adelante, porque no se trata de que los que usted cita «también», sino «únicamente» ellos (que además tienen el récord de asesinatos: el socialismo ateo ha causado más muertos en 70 años que todos los habidos en toda la historia de la humanidad en guerras, cruzadas, inquisiciones, holocaustos o cualquier otro conflicto… ¡juntos!).
Inventada la toma y saqueo de Constantinopla en 1204, por los cruzados, no me haga reír. Es más, es la causa principal de que hoy Santa Sofía sea un templo islámico. Fue un golpe de muerte al imperio bizantino del que nunca se recuperó.
Léase las 21 bulas papales que integran la denominada doctrina del descubrimiento. En ellas se autoriza al rey de Portugal para conquistar y esclavizar a los pueblos africanos, dando origen a la infame trata de esclavos negros. Los indios de America tuvieron mejor suerte.
A mi no me tiene que convencer de que el comunismo es una ideología asesina, estoy orgulloso de la participación de mis abuelos requetes en una guerra que inicialmente fue justa. Lo que vino después ya es otra cosa
«Inventada la toma y saqueo de Constantinopla en 1204»
¿Se supone que eso es una pregunta, aunque no haya puestos signos de interrogación? Pues mire, puede ahorrársela, aunque sea retórica y con ánimo sarcástico, pues nadie ha dicho que no se saqueara Constantinopla, sino que sus inventadas «violaciones a niñas y a mujeres muertas», nada menos que por «‘caballeros cristianos’ enardecidos por los legados pontificios».
«es la causa principal de que hoy Santa Sofía sea un templo islámico»
Pero mire que es usted ignorante, y menuda historia-ficción tan selectiva profesa usted (dando los salris que le apetecen): Santa Sofía es una mezquita desde hace exactamente 4 años, por obra y gracia de Erdogán. Anteriormente no había sido mezquita desde hacía casi un siglo, por obra y gracia de Kemal Atatürk, que convirtió a Turquía en uno de los tres únicos países confesionalmente masónicos del mundo, prohibiendo el culto islámico en su interior.
Usted es un pelín desmemoriado, ¿no? Fíjese lo que ha escrito:
«También conozco como algunos han utilizado el concepto de guerra justa a lo largo de la historia, no como guerra defensiva, perfectamente legítima, si no como justificación de las guerras de agresion para oprimir y esclavizar a otros pueblos»
¿Qué «guerra justa» o «de agresión» aparece en sus «21 bulas papales»? Si cree que va a poder ir dando saltos y cambiando de un punto a otro del PATI (Prontuario Anticatólico para el Troll Iletrado) sin que se note, abandone toda esperanza. Además, el mantra del esclavismo y la famosa bula a los portugueses hace casi una década que los refutó el P. Olivera Ravasi en «Esclavos e Iglesia: ¿cambió la doctrina? Respuestas a objeciones y nuevos planteos», publicado en Infocatólica el 3-11-2014, que cualquiera puede consultar. Tiene usted algo de retraso.
dando los salris = dando los saltos.
Conoce alguna toma y saqueó de una ciudad medieval que no fuera acompañada de violaciones de mujeres y niñas.
Sabe que en la primera cruzada los cristianos palestinos defendieron Jerusalem, junto con los musulmanes, eran plenamente conscientes de lo que les esperaba si los “cruzados” tomaban la ciudad, como así sucedió.
El padre Oliveira Ravasi, no tiene a nadie mejor, leyenditas rosas en el siglo XXI, la complicidad de los papas renacentistas con los negreros portugueses un mito, claro, por eso les hacían grandes regalos, elefantes incluidos.
Constantinopla? Mucho de la que se armo la de Dios es Cristo, muchos debates cristológicos, sobre la primacía, pero el hecho cierto es que cuatro de los cinco patriarcados de la Iglesia cayeron en manos del Islam ante una cristiandad dividida.
«Conoce alguna toma y saqueó de una ciudad medieval que no fuera acompañada de violaciones de mujeres y niñas»
¿Tiene usted algún problema con los signos de interrogación? En español las preguntas se indican así.
Segundo: es en usted, que es quien ha hecho una afirmación, en quien recae la carga de la prueba. Los demás no tenemos que demostrarle lo contrario. Así que, si tiene pruebas, apórtelas, que hablar es gratis (sobre todo esa parte referida al «enardecimiento» recibido de los legados pontificios que según usted lo motivó; espero ansioso la fuente).
«Sabe que en la primera cruzada los cristianos palestinos defendieron Jerusalem, junto con los musulmanes»
En Jerusalén apenas había cristianos, porque eran perseguidos por los sarracenos (al igual que los peregrinos) que además destruyeron el Santo Sepulcro. ¿Por qué cree que se llamó a la cruzada? Para defenderlos de los mahometanos, que estaban allí por una «guerra de agresión».
«El padre Oliveira Ravasi, no tiene a nadie mejor, leyenditas rosas en el siglo XXI»
Para leyenditas rosas (o verdes, el color del islam), la de «Las cruzadas vistas por los árabes» del masón libanés Amin Maalouf, o similares. Como esas sean todas sus fuentes… De momento, no veo que usted sea capaz de rebatir las fuentes aportadas por el P. Ravasi (que son históricas, no opiniones propias o prestadas, como hace usted).
¿Sabe lo que más sorprende de usted (y no, no me refiero a sus cambios de nick)? Que siendo tan malvados los católicos se pase la vida aquí. Porque si su intención es convencer a alguien de ello, créame que está bien lejos de conseguirlo, por más topicazos que vaya sacando (todos ellos híper manoseados y rebatidos hace siglos, aunque usted no se hubiera enterado).
Simplemente puedo ser más pesado que usted, que ya es decir.
Por curiosidad. Cuales son mis otros Nicks?
Objetivo: Defender a la Iglesia Católica de sus enemigos internos. Sorprendentemente, por primera vez en la historia, todo aquel que no insulta al Papa es considerado anticatolico.
Libro, Historia de las Cruzadas de Thomas Asbridge, muy exhaustivo 941 páginas. Ahora lo tengo prestado.
«Simplemente puedo ser más pesado que usted»
No «puede»: lo es. Yo me limito a refutar lo que usted repite constantemente. Es normal que las respuestas también se repitan, pues la verdad no cambia.
«Por curiosidad. Cuales son mis otros Nicks?»
¿No lo sabe usted? Eso sí que es sorprendente.
«Objetivo: Defender a la Iglesia Católica de sus enemigos internos»
Hablaba de usted, no de los demás comentaristas. Porque, con amigos como usted, ¿quién necesita enemigos? No hay enemigo, interno o externo, que usted no alabe (y viceversa).
«Sorprendentemente, por primera vez en la historia, todo aquel que no insulta al Papa es considerado anticatolico»
En cambio, no le sorprende que por primera vez en la historia un papa enmiende la plana al mismo Cristo y contradiga a todos sus predecesores. Además, ¿de qué insultos habla? Insultos son los dedicados por un papa, por primera vez en la historia, a los fieles católicos:
Conejas, Cuenta-rosarios, Pepinillos en vinagre, Vieja solterona, Fomentador de la coprofagia, Especialista del Logos, Neo-pelagiano, autorreferencial y prometeico, Pelagiano involucionista, Cristiano líquido, Cara de momia, Rígidos Indietristas Infiltrados, Cortesano leproso, Gnóstico, Cristiano simulador, Papagayo, etc.
«Historia de las Cruzadas de Thomas Asbridge»
¿Un historiador de la pérfida Albión difundiendo la Leyenda Negra anticatólica? ¡Imposible! Con lo objetivos que son. Sobre todo éste, que fue «consultor histórico» del bodrio cinematográfico «El Reino de los Cielos», basado en el libelo homónimo del guionista William Monahan (que no es una fuente historiográfica primaria, precisamente). ¿Y usted llama «leyendas rosas» a las fuentes primarias que cita el P. Olivera Ravasi? ¡Qué cuajo! La próxima vez cite a Focio, Lutero o al mismísimo Belcebú como fuentes, más fiables que ese ignorante guionista yanki (valga la redundancia).
Eres un sinverguenza, no me hables de las cruzadas de salvajes de la edad media, ahora en el siglo XXI se masacran niños inocentes en el seno de sus madres con las bendiciones de los neocones, que miran para el otro lado y de la jerarquía renegada que hace lo propio, todos tienen las manos de sangre y no pueden decir que viven en tiempos de oscuridad e ignorancia., Es de legítima defensa defender los derechos de Dios mancillados en el concilio herético, en que además se despojó a Cristo de su realeza, de su reinado social, por las buenas o por las malas. Prepárate que no vas a pasar frío en el futuro. Pierde toda esperanza.
Ahora estoy pasando mucho calor, hormiga viperina, si te muerdes la lengua te envenenas.
Y, afortunadamente, en el día del Juicio Final serás juzgada, no juzgarás a nadie.
Deja de contestarme por favor, con catholicus se puede mantener un debate racional, contigo imposible, tienes la neuronas de una hormiga, muy afortunada tu elección de Nick.
Ah … que una cosa no excluye a la otra? Y que ademàs son obligatorias las dos cosas?
Pues lo excluye Jesús mismo tal como he citado.
Pero si Jesús està equivocado y ud tiene razón en que ambas cosas, el làtigo y la cruz, no se auto excluyen me encantarà ver en uds, alguna vez, como descartan el làtigo y empiezan a hacer de cirineos pues lo único q he visto aquí es una enorme obsesión por el làtigo. Y no precisamente en ud, aunque también, pero sí en muchos otros..
De verdad que me encantarà. Dios quiera que tenga ud razón.
Para Catholicvs 👆
ACS, Cruz y Látigo.
Verdad y Misericordia.
Dios Amor y Dios Justicia.
Conversión y arrepentimiento.
Tradición y Evangelios.
Et-Et. Lo uno y lo otro.
Lo uno O lo otro es protestan te. Se ha equivocado de puerta.
Que pesado eres dime cuales son mis multinicks.
Yo de digo uno, la hormiga de oro y cara de plata son la misma mujer.
Anticatolico, que si, que solo sois católicos el 0,20% de la población, siendo generoso.
Mira la poblada lista de protesta, tres cardenales y unos cuantos obispos, la mayoría USA, como siempre de la factoría Trump.
Odian a Francisco por que no asume su darwinismo social, los pobres son pobres por naturaleza y no merece la pena perder el tiempo con elllos.
Y si, me resulta difícil distinguir entre Muller y Burke y, entre Schneider y Strickland
«solo sois católicos el 0,20%»
¿Nos ha contado? Pero ¿con los dedos o con ayuda de un ábaco?
«Mira la poblada lista de protesta»
¿Las protestas son legítimas y justas dependiendo del número de las personas que protestan? Ahhhh, no sabía. Menos mal que usted me ha ilustrado.
«de la factoría Trump»
¿Se supone que eso es una gracieta? ¿O simple ignorancia? A los obispos no los nombran los políticos, sino los papas. Y los de esta jornada, de Francisco, son están más bien escotados a babor (vamos, partidarios de los proabortistas Biden «El Teleñeco» y su pupila Ke-mala, del Partido Demócrata, el de los ricos y el mayor constructor del muro con Méjico).
«Y si, me resulta difícil distinguir entre Muller y Burke y, entre Schneider y Strickland»
Normal: todos ellos profesan la fe católica. Usted sólo distingue por ideas «creativas» (cada progresaurio tiene una distinta, aunque todas ellas falsas).
solo sois católicos el 0,20%
No me parece que se trate de combatir o pelear o darnos a puños.
Pienso que el articulo nos motiva a dar la cara por Cristo, por el evangelio , por la iglesia y a defender nuestra fe , a no quedarnos callados , a señalar lo que esta mal , a decir lo que es pecado , a decir lo que es una mentira . Hablar enfaticamente , sin insultar , sin ofender pero muy enfaticos defendiendo la verdad.
Estos progres son una dictadura wue nos quiere someter , no quieren que opinemos , no podemos pensar , ni llevarles las contraria. Nos quieren cabizbajos , sin criterio , timidos y noooo los cristianos no podemos ser como el avestruz tan grande y esconde la cabeza en la tierra para no confrontar.
ACS no debemos tener miedo de hablar y dar la cara por Dios.
No necesitamos insultar, ni agredir con palabras ni con obras . DIOS, la verdad y el sentido comun nos respaldan.
ACS siempre pones los mismos ejemplos, en los cuales Cristo evita la violencia por que está en el momento crítico de la redención y sus discípulos no lo sabían. Cristo murió por nosotros como cordero que llevan al matadero. Pero una vez la iglesia triunfante, esta tiene derecho y hasta obligación a defenderse así misma, y por supuesto a Cristo y a los Derechos de Dios. Los estados pontificios siempre luchó militarmente, bendijo las cruzadas y la reconquista contra el infiel y en España declaró cruzada la guerra incivil. Cuando ahora se está gestando el golpe masónico definitivo contra la iglesia de siempre, no podemos permanecer con los brazos cruzados por muchos rezos que hagamos, eso se llama cobardía y tibieza.
No obstante en el caso de los mártires tanto los de Roma de los primeros cristianos, como por ejemplo los españoles de la guerra, hubo un sector religioso que se negaron a usar las armas y murieron perdonando a sus verdugos a imagen de Cristo en la cruz.. Son un ejemplo martirial que la iglesia actual desprecia. Por otro lado estaba el sector militar, el requeté carlista, que luchaba militarmente contra los Sin Dios a imitación de la milicia celestial que manda el arcángel San Miguel. Las legiones romanas llevaban estandartes con la inscripción Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat.
ACS:
Por su boca habla Satanás.
Incluso usa las Escrituras como la usó el demonio cuando tuvo el atrevimiento de tentar a Jesucristo.
Son dos calcos.
Usted debe someterse de inmediato a un exorcismo.
Lo suyo ya no es ignorancia porque el artículo es excelente y se entiende perfectamente,y es así como debe pensar y actuar todo católico,imitando a los santos en sus acciones y palabras,que para eso la Iglesia los eleva a los altares,pero usted ni así.
Solo sigue y reconoce las instrucciones del maligno,elige siempre ser un perro mudo y estar de su lado, siempre con su ambigüedad supina.
Que su si sea si,que tu no sea no,todo lo demás viene del maligno.
¡Ya!
No sé si tiene usted hijos, o sus padres viven, pero no osará usted defenderlos cuando los ofenden.
Cristo dijo que el que ama a sus hijos más que a Él no es digno de Él.
Digo yo que si ve mal defender las ofensas a Dios, al que hay que amar sobre todas las cosas, no defenderá usted ofensas menores.
Cuando se enterará de que la doctrina católica es la que es y no la que a usted le parece en su libre examen.
Es que es Jesús quien lo dijo, no yo:
. Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí.»
Y a Pedro:
«Embaina esa espada Pedro, acaso no he de beber de la copa que el Padre me da» cito de memoria.
Usted está de broma, claro: ¿qué tiene que ver ese pasaje con la pasividad ante las ofendas a Dios? El pasaje que usted cita no se presta a sus ocurrentes «lecturas espirituales», sino que es la respuesta de Cristo a una pregunta muy concreta que le hizo Pilato:
«Entró Pilato de nuevo en el pretorio, y, llamando a Jesús, le dijo: ¿Eres tú el rey de los judíos?» (Jn 18,33).
Ahí Cristo le está diciendo que no: que en el sentido político del término «rey» al que se refería Pilato, no lo era, pues su realeza es distinta y deja pequeña esa concepción materialista. Y lo que dice a continuación no es una justificación de la pasividad religiosa, sino una obviedad que demuestra esa respuesta:
«Si de este mundo fuera mi reino, mis ministros habrían luchado para que no fuese entregado a los judíos» (Jn 18,36).
¿Dónde ve usted ahí que Cristo esté defendiendo que no hay que defender la religión, combatir el error o condenar las ofensas a Dios?
Y en cuanto al otro pasaje, la explicación también es de perogrullo: ¿Creía usted que el Señor iba a permitir a San Pedro que evitara que le apresaran, condenaran y crucificaran, siendo Su Sacrificio en Holocausto para redimirnos el motivo por el que se encarnó el Verbo de Dios? Porque ese fue el motivo de esas palabras en ese momento concreto (y sólo en ese), y no un pacifismo a lo Gandhi o un buenismo aún más ramplón, que se da de tortas con su actitud ante la profanación del templo (liarse a latigazos), con las invectivas dedicadas a los impíos, impenitentes o a los propios escribas y fariseos, o con sus palabras sobre que no vino a traer paz, sino espada.
ACS, tampoco hay contradicción entre combate y conversión. De hecho, tras la conversión, la vida del cristiano es puro combate contra el pecado.
Falacias de oposición diabólica, para oponer vetarnos el camino a la evangelización, al anuncio constante y activo de la Verdad Redentora, para reemplazar a Dios por el yo.
Amen
Si Arrio se empeñaba en que Jesús no era Hijo de Dios y, por lo tanto Dios Mismo, San Nicolás le arreó una «guantá»; si el Comite Olímpico Francés se empeña en blasfemar se merecen otra «guantá». El Padrenuestro habla de perdonar nuestras ofensas, las cuales deben ser perdonadas por mucho que nos cueste, pero no las ofensas hechas a Dios. Nosotros no podemos perdonar por Dios y las blasfemias no afectan al hombre, que se puede sentir herido si es creyente, sino al mismo Dios, por lo tanto no nos desafían a nosotros ni con nosotros tiene que ver la cuestión. Como San Miguel Arcángel decimos: ¿Quién como Dios?» y como él nos ponemos al servicio del que tiene el Reino, el Poder y la Gloria por los siglos de los siglos y no obedecemos más autoridad que la suya, como los vandeanos, porque estos ya empezaron así desde 1789 y han ido in crescendo.
El Padre Nuestro dice: «perdona nuestra deudas» y no nuestra ofensas.
Eso es modernismo.
«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos.
(Mt 5,3-12)
¡Qué bonito! ¿Su autor no es el que dijo aquello de «No penséis que he venido a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada» (Mt 10,34), y que se lió a latigazos en el templo contra quienes lo profanaban (Mt 21,12-17; Mc 11,15-18; Lc 19,45; Jn 2,13-25)? Me suena que sí.
Sí el mismo, pero el programa del cristiano son las bienaventuranzas.
Según tus palabras donde metemos por ejemplo a los mansos.
«el programa del cristiano son las bienaventuranzas»
Las bienaventuranzas no son un programa, ni la fe católica tiene programa alguno fuera de las Sagradas Escrituras (que es la Palabra de Dios en su integridad, de principio a fin) y la Tradición Apostólica. Sobre las bienaventuranzas, le recomiendo leer el capitulo 3 del Catecismo Mayor de San Pío X: de las bienaventuranzas evangélicas (puntos 927 a 941).
«Según tus palabras donde metemos por ejemplo a los mansos»
Digámoslo usted, que es quien parece tener un lío conceptual. En cambio, Nuestro Señor Jesucristo no lo tenía, por lo que podía perfectamente autodefinirse como manso (Mt 11,29) y liarse a latigazos (Jn 2,14-17) sin perder tal condición.
La respuesta ya te la da ACS Catholicvs:
«Si mi reino fuera de este mundo los mios me hubieran defendido pero mi Reino no es de este mundo» cito de memoria.»
Pero eso no significa que podemos negar a Dios. Esto nunca podemos hacer los católicos.
«La respuesta ya te la da ACS Catholicvs»
Ni ACS responde a lo que le he planteado, ni tampoco a lo que ella pretende responder más arriba. Como usted, coge de aquí y de allá, interpreta las Escrituras a la luterana, y para lo que no cuadra ni retorciéndolo, tan sólo recurre a su atronador «silencio interior». ¿Qué tendrá que ver que el Reino de los Cielos, que es al que se refiere, no sea de este mundo, con que Cristo, ante las ofensas a Dios Padre (de quien recibía la santidad el templo) se liara a latigazos con los profanadores y eso no le quite su condición de manso (siendo además la mansedumbre de la que habla, la de corazón, no la tibieza o la ñoñería)? Estamos ya cansados de repetirles que la otra mejilla se pone cuando la ofensa es privada, a uno mismo, no a Dios. Por eso Cristo no recurrió a ángeles para «defenderle» (aparte de ser absurdo que evitara aquello por lo que se encarnó), pero se lió a mamporros en el templo).
Jesús es la perfección máxima de santidad, muy difícil de seguir. Es evidente que si compara a cualquiera de nosotros con Cristo, saldremos perdiendo.
Es muy difícil que en tiempos de hoy con un látigo se pueda atacar a comerciantes. Digo comerciantes, elimino su usura desmesurada que les convertía en ladrones, porque ahora tienen su convenio los vendedores, están agrupados en asociaciones, etc… que hace que iría a la cárcel inmediatamente Jesús por tal acción. Lo mismo pasa si se les insulta a grupos lgtbi.
Yo mismo si lees un poco más arriba he mostrado que no estaba de acuerdo con la actitud del Papa ante la burla hecha en los JJ.OO de Francia, su silencio no me parece correcto.
Hay que confiar en las herramientas que dispone un cristiano, como son la oración, los sacramentos, el ir a la liturgia, visitar el Santísimo, etc…
Nuestro amor a Dios pasa por amar al hombre antes en primer lugar, como Cristo nos amó.
«Es muy difícil que en tiempos de hoy con un látigo se pueda atacar a comerciantes»
Igual de difícil que la posibilidad de que algún comerciante decida por su cuenta que va a profanar una iglesia montando dentro el tenderete.
«Digo comerciantes, elimino su usura desmesurada que les convertía en ladrones»
Lo dice, aunque se haya inventado lo de la usura, que no aparece en ese pasaje por ningún sitio, ni fue la causa de que Cristo se liara a latigazos (igual pretende hacer creer que a los comerciantes justos en los precios les habría «pasado» la profanación del templo o hasta les hubiera animado a seguir).
«iría a la cárcel inmediatamente Jesús por tal acción. Lo mismo pasa si se les insulta a grupos lgtbi»
¿Y por qué cree usted que le apresaron y crucificaron? Por decir la verdad, que algunos no pueden sufrir. Para que vea qué poco ha cambiado el cuento: los impíos siguen igual que siempre.
«Hay que confiar en las herramientas que dispone un cristiano»
Se le ha olvidado a usted una herramienta fundamental, que comparten cristianos y no cristianos: la reprobación y denuncia pública, que no son incompatibles con las que usted señala.
«Nuestro amor a Dios pasa por amar al hombre antes en primer lugar»
Querrá decir en segundo lugar (el primer lugar está reservado únicamente a Dios) y sólo como a nosotros mismos, no como a Dios ni por encima o delante de Él. Y siempre por amor a Él, no porque ellos lo merezcan. Lo cual no es incompatible ni con la corrección del prójimo, ni con condenar sus malas acciones (que también forman parte de la caridad).
Se sobreentiende que Dios es lo primero de nuestras vidas, yo quería aclarar que para llegar a Dios hay que amar a la persona primeramente.
En cuanto aplicar las bienaventuranzas en nuestras vidas en una ocasión como esta, la burla a Dios, no iba tan desencaminado, lncluso el arzobispo de Madrid ha dicho que hay que responder:
«Además, reclamó «que allá donde hay odio, pongamos el amor. Que allá donde hay ofensa, pongamos el #perdón. Que allá donde hay discordia, pongamos juntos la unión. Que sepamos ser transparencia de ti».»
En nuestro caso vale igualmente la oración de San Francisco de Asís.
La salvación del cristiano viene por el perdón y por defender a Dios, por ambos caminos.
«yo quería aclarar que para llegar a Dios hay que amar a la persona primeramente»
Es que no es así: a la persona sólo se la ama en segundo lugar, y sólo como consecuencia del amor a Dios, que es previo y está por encima del amor al prójimo, a quien no se debe amor alguno porque se lo merezca.
«lncluso el arzobispo de Madrid ha dicho…»
El arzobispo de Madrid, puesto a dedo por Francisco por compartir su ideología (no por santo ni por sabio), puede decir lo que le dé la gana. La verdad no va a cambiar porque él no adhiera a ella o lo haga a una «verdad» paralela que le guste más.
«La salvación del cristiano viene por el perdón y por defender a Dios, por ambos caminos»
Las ofendas a Dios sólo las perdona Dios. Los humanos no tienen dicha capacidad. Y la salvación sólo se produce si se muere en gracia de Dios (algo bien complicado fuera de la Iglesia, que es la única que tiene los sacramentos como medios de salvación).
Y además de ser una falta de caridad no amonestar al pecador, es muy riesgoso. No sólo para su salvación o para la de aquellos a quienes escandaliza, sino también para la propia salvación:
«Si yo digo al malvado: ‘¡Vas a morir!’ y tú no le amonestares y no le hablares para retraer al malvado de sus perversos caminos para que viva él, el malvado morirá en su iniquidad, pero te demandaré a ti su sangre. Mas si, habiendo tú amonestado al malvado, no se convierte él de su maldad y de sus perversos caminos, él morirá en su iniquidad, pero tú habrás salvado tu alma. Y si se apartare el justo de su justicia, cometiendo maldad, y pusiere yo una trampa delante de él, él morirá. Por no haberle tú amonestado, morirá en su pecado, y no se recordarán las obras buenas que hubiere hecho, pero yo te demandaré a ti su sangre. Pero, si tú amonestaste al justo para que no pecara y dejare de pecar, vivirá él, porque fue amonestado, y tú habrás salvado…
Y además de ser una falta de caridad no amonestar al pecador, es muy riesgoso. No sólo para su salvación o la de aquellos a quienes escandaliza, sino también para la propia salvación:
«Si yo digo al malvado: ‘¡Vas a morir!’ y tú no le amonestares y no le hablares para retraer al malvado de sus perversos caminos para que viva él, el malvado morirá en su iniquidad, pero te d e m a n d a r é a ti su sangre. Mas si, habiendo tú amonestado al malvado, no se convierte él de su maldad y de sus perversos caminos, él morirá en su iniquidad, pero tú habrás salvado tu alma. Y si se apartare el justo de su justicia, cometiendo maldad, y pusiere yo una trampa delante de él, él morirá. Por no haberle tú amonestado, morirá en su pecado, y no se recordarán las obras buenas que hubiere hecho, pero yo te d e m a n d a r é a ti su sangre. Pero, si tú amonestaste al justo para que no pecara y dejare de pecar, vivirá él, porque fue amonestado, y tú…
…habrás salvado tu alma» (Ez 3,18-21).
PALABRA DE DIOS.
Los perdones que no proceden (por no haber arrepentimiento ni la consiguiente petición de perdón por parte de quien ofende, así como por la incapacidad humana para perdonar los pecados, que sólo corresponde a Dios), o el silencio, no son opciones.
No me entiendes. Para amar a Dios hay que amar primeramente a la persona, si no amas a tu prójimo no amas a Dios.
El Padrenuestro tiene una frase muy bonita, para este caso, «Perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores.»
Y en la Biblia también pone una deuda muy bonita, para este caso. Hablo de memoria: » perdona a tu prójimo hasta setenta veces siete».
Por eso las palabras del cardenal Cobo, o las bienaventuranzas, etc… cumplen una misión esencial para nuestra salvación.
Por supuesto que amonestar también es esencial, como para el pastor el no perder ninguna de sus ovejas.
«Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.»
«No me entiendes. Para amar a Dios hay que amar primeramente a la persona, si no amas a tu prójimo no amas a Dios»
No es que no le entienda: es que no es verdad: si se ama al prójimo es sólo por amor a Dios. Usted malinterpreta 1 Jn, 20-21:
«Si alguno dijere: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, miente. Pues el que no ama a su hermano, a quien ve, no es posible que ame a Dios, a quien no ve. Y nosotros tenemos de Él este precepto, que quien ama a Dios ame TAMBIÉN [«además de»; y siempre en segundo lugar»] a su hermano».
Ahí no se dice por ninguna parte que haya que amar al prójimo primero, ni antes, ni por encima de Dios, sino que hay que amarle porque se ama a Dios. Por eso quien no ama al prójimo es un mentiroso, pues el amor a Dios exige amar al prójimo. Pero como consecuencia de amar a Dios (a quien debe amarse SOBRE TODAS LAS COSAS), no por méritos del prójimo.
«Perdona nuestras deudas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores»
Bueno, aunque su versión sea libre (la oración dice: «Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores»), se entiende. Pero ¿cuándo nos perdona Dios? Cuando nos arrepentimos y le pedimos perdón. Pero cuando alguien ofende a Dios no es deudor nuestro, sino de Dios. Ergo…
«perdona a tu prójimo hasta setenta veces siete»
Bueno, también es versión libre, pero también se entiende. Lo que no entiende usted es que eso se refiere a las ofensas personales que nos hagan, que no es el caso que nos ocupa.
«amonestar también es esencial, como para el pastor el no perder ninguna de sus ovejas»
A ver si convence a la actual jerarquía (comenzando por Cobo), pues parecen no ver que cuanto menos amonestan, más ovejas pierden. O cumplen con su obligación, o, si hacen dejación de funciones, pierden las ovejas. No se puede soplar y sorber al mismo tiempo.
Abogados cristianos ya ha denunciado ante el Tribunal europeo las injurias hechas contra los cristianos en los JJ. OO. Apoyados en más de 100.000 firmas.
Perdón, no ha sido en el Tribunal europeo.
«Abogados Cristianos denuncia a Francia por la representación de ‘La última cena’ en los JJOO
Ha demandado el espectáculo de inauguración ante la Comisión Europea y el Relator Especial sobre libertad religiosa de la ONU.»
Muy buen artículo. Para crecer.
Muchas gracias.
Me lo guardo. Para cuando algún curita o beaturrona correpresbiterios me diga: «usted esta faltando a la Caridaaad».
Al final lo malo de estos revoltijos de citas, anécdotas apócrifas y experiencias personales es que dejan la impresión en los fieles lectores de que entre no faltar a la caridad y ser un basadito iracundo se debe elegir lo segundo.
«entre no faltar a la caridad y ser un basadito iracundo se debe elegir lo segundo»
Ser tibio no es «no faltar a la caridad», sino justo lo contrario; por eso dice el Señor que a los tibios los vomitará de su boca (Ap 3,16). No hay que elegir entre ser tibio o indignarse por las ofensas a Dios y a lo sagrado (que es lo que se llama «santa ira», que nada tiene que ver con el pecado capital). Ser tibio no es una opción, aunque usted lo contraponga a una obligación de todo católico, del que el mismo Cristo dio ejemplo en el templo.
Yo no he identificado ser tibio con no faltar a la caridad en ningún momento.
Es usted quien ha planteado la dicotomía entre «no faltar a la caridad» y ser «un basadito iracundo». Nadie más lo ha hecho: ni «Una católica (ex)perpleja, ni ningún otro comentarista. Es lo que se conoce como «falacia de falso dilema», cuando ni hay que elegir, o, de tener que hacerlo, no sería entre las posibilidades que usted plantea, ya que ni la «santa irá» es ser iracundo (que se aplica a quien comete el pecado capital de la ira), ni no ser un «católico blandito» equivale a «faltar a la caridad». Como ya he dicho, en todo caso sería al contrario: ser un «católico blandito» es contrario a la caridad (que no es sinónimo de buenismo, pasividad, indiferencia, mogigatería, dejación o tibieza).
Por eso, inmediatamente después de narrar el incidente de los latigazos en el templo, dice el Evangelio:
«Se acordaron sus discípulos que está escrito: ‘El celo de tu casa me consume'» (Jn 2,17).
¿A qué se referían? ¿Dónde está escrito?
Pues, en el Salmo 69, que al respecto dice:
«Porque me consume el celo de tu casa; los denuestos de los que te vituperan caen sobre mí […] Tú conoces el oprobio, el vituperio, la afrenta que se me hace; todos mis opresores los tienes a tu vista […] Derrama sobre ellos tu ira; alcáncelos el furor de tu cólera; asoladas sean sus moradas, y no haya quien habite sus tiendas. Porque persiguieron al que tú habías herido y acrecentaron el dolor del que tú llagaste. Añade esta iniquidad a sus iniquidades, y no tengan parte en tu justicia. Que sean borrados del libro de la vida y no sean inscritos con los justos» (Sal 69,10;20;25-29).
PALABRA DE DIOS.
Como vemos, no existe ninguna contraposición entre el Antiguo y el Nuevo Testamento al respecto (ambos son la Palabra de Dios), y Cristo, por tanto, actuó en consecuencia, aplicando ese celo o santa ira. El Cristo blandito de los progres y de los de moral elástica no existe, ni Dios ha mutado…
…(Dios es inmutable) de ser «muy malo» y colérico, a ser «muy bueno» y perdonarlo todo, incluso sin arrepentimiento ni petición de perdón. Bien claro lo dejó:
«No penséis que he venido a abrogar la Ley y los Profetas; no he venido a abrogarla, sino a consumarla. Porque en verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que falte una yota o una tilde de la Ley hasta que todo se cumpla. Si, pues, alguno descuidase uno de esos preceptos menores y enseñare así a los hombres, será el menor en el reino de los cielos; pero el que practicare y enseñare, éste será grande en el reino de los cielos. Porque os digo que, si vuestra justicia no supera a la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos» (Mt 5,17-20).
A mí me parece muy bien que haya aprovechado mi comentario para hablar de su libro, pero lo que he dicho sigue sin ser lo que me atribuye ni un falso dilema. En las redes sociales hay muchos («muchos» en el relativo sentido de que, en global, los católicos son pocos) católicos que creen que no faltar a la caridad al enemigo es de ser un católico blanditos. No hay ningún falso dilema porque es evidente que se puede ser caritativo y decir prudentemente las verdades cuando y como hay que decirlas.
«es evidente que se puede ser caritativo y decir prudentemente las verdades cuando y como hay que decirlas»
¡Y tanto! El mismo Cristo es ejemplo de ello, llamando hipócritas, raza de víboras o sepulcros blanqueados a quienes se lo merecían. O liándose a latigazos con ellos. ¿Hay mayor caridad que esa?
Y en cuanto a su frase:
«hay muchos […] católicos que creen…»
También hay muchos «católicos» que creen que todo el mundo va al cielo al morir menos los asesinos y quienes no son zurdos. Es el problema de ser ignorante (algo que no palia el hecho de haber sido bautizado; sobre todo si no se profesa la fe católica).
FE DE ERRATAS
Disculpen: Arrio fue un presbítero que no alcanzó el episcopado.
Gracias a quienes han puntualizado y corregido.
No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros[a]?». 23 Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad».
Excelente artículo. A propósito de lo que dice, he comentado algunas veces cómo algunos, desde obispos a laicos, suelen ser partidarios de poner la otra mejilla, pero la del prójimo y hasta la del mismo Dios, para no tener que poner la suya. Evitan miserablemente la persecución, anunciada por Jesucristo, con todas la excusas y medios a su alcance, llegando a coquetear con el pecado del mundo y abusar de su autoridad.
Set tolerante y respetuoso es uno de los rasgos de Jesús.
Defender la Verdad no es incompatible ni mucho menos con el respeto a las opiniones ajenas
De hecho, tan criticable es relativizar lo esencial (que no lo secundario) como creerse en posesion de la Verdad, como algunos de los aquí presentes, algunos de ellos ministros del Altar, hacen ordinariamente. Lo primero ofende a Dios, pero lo segundo, queridos compañeros de blog, también traiciona el mensaje de Cristo, aunque algunos no lo queráis reconocer.
«Set tolerante y respetuoso es uno de los rasgos de Jesús»
De su primo «Chechu», ni idea. De Nuestro Señor Jesucristo, desde luego que no: con los impíos e impenitentes no tenía ni la más mínima tolerancia, ni les tenía respeto alguno (no se puede respetar lo que no merece respeto, sino rechazo y condena). De hecho, todo el Evangelio está lleno de improperios y amenazas de Cristo contra ellos, incluyendo la de que acabarán en el infierno, donde sufrirán tormentos por toda la eternidad y será el «llanto y crujir de dientes».
«Defender la Verdad no es incompatible ni mucho menos con el respeto a las opiniones ajenas»
Eso depende de las opiniones de que se trate. No todas las opiniones son respetables; y menos las que atentan contra la verdad y/o buscan el mal del prójimo (material o espiritual).
«tan criticable es […] como creerse en posesion de la Verdad»
Los católicos no «poseemos» la verdad: adherimos a ella.
Extraordinario artículo Católica Experpleja. Muchas gracias
Con permiso de la articulista, cuyo artículo me parece no bueno, buenísimo,quisiera incluir dos citas de Benedicto XVI.
A veces voy a misa a las carmelitas, en cuyo Sagrario hay una imagen del rostro de Cristo. Me inspira una jaculatoria:»Señor que vea tu rostro». Creo además que algo similar decía
Sta Teresa.
Jesucristo por ser testigo de la Verdad, por decirla acabo en la Cruz. Ese es el mismo camino que tenemos que recorrer nosotros. A mi el pastelero con el mundo, el ceder, el callar, el decir medias verdades, para no causar daño, me parece vomitivo. Es de tibios, cobardes y de bno conocer el verdadero rostro del Señor. Esto no está reñido con la misericordia, la mansedumbre o las bienaventuranzas.
Al leer los evangelios tenemos que ver a Nuestro Señor tal cual era, tal cual es, no hacer una caricatura del mismo:deformandolo.
Citas de Benedicto XVI
«Un Jesús que está de acuerdo con
todo y todos, un Jesús sin su santa ira, sin la dureza de la verdad y el amor verdadero, no es el verdadero Jesús, como muestra la Escritura, sino una miserable caricatura»
«La verdad molesta siempre y jamás es cómoda. Las palabras de Jesús son a menudo tremendamente duras, y formuladas sin demasiados miramientos diplomáticos»
Ortega y Gasset explicaba como a veces analizamos la realidad. El ejemplo es una mazana, que si la vemos de frente igual es roja, si la rodeamos, el color cambia.
Los Evangelios nos muestran a Cristo en diferentes situaciones, pero siempre proclamando la Verdad. Y llama la atención tb sus silencios ante personas a las que ni
les contesta.
¡Acertadísima, como Siempre!
Decía el santo cura de Ars en un sermón sobre la ira:
¡Ay del pastor que permanece mudo viendo a su Dios ultrajado y contemplando cómo las almas se extravían! Si no quiere condenarse, es preciso que, al cometerse ciertos desórdenes en su parroquia, huelle bajo sus plantas el respeto humano y el miedo de ser despreciado u odiado de sus feligreses; y aunque tuviere la certeza de que, al bajar del púlpito, será condenado a muerte, ni por eso debe detenerse, ni por eso ha de callar. El párroco que quiere cumplir con sus deberes ha de empuñar siempre la espada, para defender a los inocentes y perseguir a los pecadores hasta que retornen a Dios; y esta persecución no debe cesar sino con la muerte. Si no obra así, es un mal sacerdote, que causa la perdición de las almas en vez de llevarlas a Dios. Si veis que en vuestra parroquia ocurren ciertos escándalos y los…
… sacer-dotes se callan, temed por vosotros, pues es que Dios os habrá castigado enviándoos semejantes pastores».
Aplíquese a los perros mudos de los obispos y al hereje de Roma.
Eso de tolerar las blasfemias debe ser porque reemplazaron a la ortodoxia con las interpretaciones de tolstói sobre los evangelios, el problema es que las interpretaciones de tolstoi son gnosticas no católicas.
No les entiendo, de verdad…no les importa la conversión de esas pobres almas?
Qué le importa màs a Cristo: la ofensa recibida o la conversión de sus agresores?
Él lo dejó claro! Se entregó a la cruz por la conversión de sus agresores.
Y nosotros no?
EL latigo no convierte, convierte la cruz pq es el culmen del amor.
En fin, yo pido a Dios que les perdone pq no saben lo que hacen 🙏🙏🙏
ACS, enésima falacia diabólica del falso dilema. No hemos de elegir entre la conversión de quienes persiguen a la Iglesia y la defensa de lo sacro cuando es vilipendiado. Ambas cosas a la vez, por ser ambas fuentes del mismo amor a Dios.
Dando un paso más en su blasfemia, ahora reprueba usted al mismísimo Señor cuando expulsó del templo a los mercaderes que afrentaban a su Padre. Su adhesión a lo diabólico, lejos de refrenarse, se dispara sin control.
El Dios Amor es el Dios Justicia, no hay oposición entre ambos, ni hay que elegir entre ambos. El Señor que perdona (al Hijo Pródigo que se arrepiente y se convierte, en ese orden) es el mismo Señor que a latigazos expulsa a los mercaderes del templo, y el mismo que con rotundidad conmovedora sentencia que «¡a los tibios los vomitaré de mi boca!». Y la razón nos dice que Dios no se contradice a sí mismo, ni nada en su divino Hacer tiene lugar para algo contrario a la conversión.
ACS, y recuerde siempre: allí donde Verdad y Misericordia se expongan como realidades antiagónicas, allí reina Satanás. Allí donde el Dios perdón se presente como incompatible con el Dios justicia, allí reina Satanás.
Elija usted, antes de que sea demasiado tarde.
Edito: donde dice «antiagónicas» debe decir «antagónicas».
Dispensen el lapsus calami.
ACS Araceli Campos Sarmiento. La verdad que fastidias.
¿Para qué Cristo usó el látigho?
¡No te burles de nadie más! Otros comentaristas han sido claros.
No te queda bien hacer el papel de ingenua.
Claudio,
«Para qué Cristo usó el látigho?
¡No te burles de nadie más!»
Para qué Cristo tomó la cruz?
¡No se burle de nadie màs!
«Para qué Cristo tomó la cruz?»
Como Sacrificio expiatorio redentor, que se produjo una sola vez en la historia. ¿Qué tiene qué ver con su silencio cómplice y justificación del mal, o con los latigazos dados por Cristo? Cristo, ante los profanadores del templo, no dijo: «que me crucifiquen aquí mismo, que no voy a decir ni mu ante esta blasfemia». Se lió a latigazos. Su Cristo «blandito» no existe. Y ni aún habérselo inventado le sigue siquiera: cuando usted se siente «atacada» (corregida, en realidad) no toma ninguna cruz, sino que se revuelve como una fiera. Ahí es donde debe mostrar su «silencio interior» y no cuando se blasfema contra Dios y se profana lo sagrado.
«Qué le importa màs a Cristo: la ofensa recibida o la conversión de sus agresores?».
¿Ha oído hablar del principio de la retribución divina?
Hasta de toda palabra ociosa daremos cuenta («Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio» Mateo 12:36).
Se lo repito: la doctrina católica es la que es y no lo que usted quiere entender.
Frente al pensamiento ACS que nos ofrece un falso Cristo, que más que el León de Judá pareciera un colega de fiesteo verbenero, recordemos el Salmo bíblico, que nos da la evidencia explícita para negar tajantemente cualquier incompatibilidad entre látigos y amores divinos: «Si sus hijos abandonan mi ley y no practican mi derecho, si quebrantan mis mandamientos y no guardan mis preceptos, castigaré sus transgresiones con la vara y con el látigo sus iniquidades; pero yo no dejaré de amarlo ni faltaré nunca a mi lealtad; no violaré jamás mi pacto ni faltaré a la palabra dada.»
Cristo no dejó de amarnos cuando expulsó a latigazos a los mercaderes que ensuciaban la casa de su Padre. Al revés, ese acto era manifestación del supremo amor a Dios Padre. De la misma forma, en el combate contra las afrentas directas y confesas al Señor de Cuerpo presente, no se falta al amor de Dios, justo lo contrario, se hace presente el mismo, y nos santificamos con ello.
Y dale con que separo la cruz del làtigo!
Desde el principio me estoy refiriendo a «tiempos de cruz y en tiempos de cruz» es Jesús quien separa:
«Mi reino no es de este mundo, si fuera de este mundo los mios me hubieran defendido pero mi reino no es de este mundo»
» envaina tu espada Pedro ¿ acaso no he de beber la copa que el Padre me da?»
Quien contradice a Cristo?
Así que satànico lo serà ud!
El culmen del amor es la cruz. No el làtigo.
Mírelo como quiera. Es así!
Y quien està dispuesto a tomar la cruz por la conversión del prójimo no es un blasfemo sino un cristiano.
Va un poco despistado.
Qué pesada con la cruz: el Sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz se produjo una sola vez y para siempre, y no tiene nada que ver con la obligación de todo católico de defender la verdad, corregir al que yerra y condenar la blasfemia, el error y la herejía, que no son ofensas personales, sino a Dios.
A ver si aprende de Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia:
«La corrección que es acto de caridad atañe a cada cual en relación con las personas a las que debe amar si ve en ellas algo reprensible»
¿Qué amor hay en callar y hacer dejación de funciones no cumpliendo con una obligación moral? Ese «amor» es de pega; la corrección mira por el bien del otro por amor, mientras que el silencio indica o bien egoísmo (buscando el bien propio y no el del prójimo) o bien la complicidad. A los primeros que hay que amar es a Dios, a quienes se escandaliza, y en último lugar a quien escandaliza, que si no se arrepiente recibirá su justo castigo.
ACS, contradice a Cristo usted, a cada ocasión que tiene, de forma contumaz y soberbia, y pese a las pacientes correcciones de los comentaristas, que le exhiben con claridad que sus citas bíblicas NADA tienen que ver con silencios corruptos ante blasfemias notorias.
Lo contradice usted, lo hace de forma blasfema al invocar al mismo Cristo para afrentar a Cristo.
Muy buena cita, “La Iglesia es intolerante en los principios porque cree; pero es tolerante en la práctica porque ama. Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en los principios porque no creen; pero son intolerantes en la práctica porque no aman”.
Casi está prohibido enojarse, en el mundo del pensamiento único. De hecho en muchos ámbitos se habla de forma amanerada. Como se promociona tanto la sodomía.
Dice ACS:
-«Así que satànico lo serà ud!»-
Señora,por qué no se aplica sus palabras,toma la Cruz y se calla.?Como manda hacer con los que defienden la Fe?
Usted solo suelta improperios cuando la ofendida es usted,ahí bien que abre el pico.
Pero para Jesucristo usted desea barra libre de blasfemia.
No se puede ser más diabólica,cínica e hipócrita que usted.
Arrio levantó a media cristiandad, por lo que da lo mismo si fue presbítero o archipámpano de de las Indias.
Excelente reflexión.
Se ve a diario