El cardenal canadiense Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Quebec, Canadá, y miembro del consejo de cardenales que asesora al Papa, decidió apartarse voluntariamente de sus tareas como arzobispo el pasado mes de enero para defenderse de las acusaciones que había recibido.
Lacroix, de 66 años, arzobispo de Quebec desde 2011 y cardenal desde 2014, cercano al Papa Francisco, fue acusado por una mujer, menor de edad en el momento de los hechos. Se le acusaba de supuestos abusos cometidos entre 1987 y 1988, explicó a la agencia AFP Alain Arsenault, abogado de las víctimas.
La demanda colectiva, iniciada en 2022, reúne los testimonios de 147 personas que afirman haber sido “agredidas sexualmente por más de un centenar de sacerdotes o miembros del personal de la diócesis, algunos de los cuales agredieron a varias personas o formaban parte del alto clero de Quebec” , según un comunicado de los abogados.
Investigación cerrada por el Vaticano
Para defenderse de esas acusaciones, que el purpurado canadiense siempre ha negado, decidió retirarse por un tiempo mientras duraban las investigaciones.
Así, en marzo de este año el Papa encargó a un juez de Quebec que llevase a cabo una investigación “sobre los hechos, las circunstancias y la imputabilidad del presunto delito”.
Dos meses más tarde, en mayo de este año, la Santa Sede confirmaba que se cerraba esta investigación tras el informe realizado por el juez designado por el Pontífice. «A la luz de los hechos examinados por el juez, el informe no permite identificar ninguna acción como mala conducta o abuso por parte del Cardenal Gérald C. Lacroix. En consecuencia, no se prevé un procedimiento canónico más profundo», señalaba el comunicado de la Santa Sede.
Lacroix retoma su actividad
Tras estos meses de investigación, ya archivada por la Santa Sede, el cardenal Gérald Cyprien Lacroix anuncia que ha retomado sus funciones como arzobispo de Quebec, tras una retirada voluntaria de seis meses. «Por respeto al proceso judicial en el que está implicado, el arzobispo confía a monseñor Marc Pelchat, obispo auxiliar de Quebec, la gestión de la acción colectiva dirigida a la diócesis y la tramitación de las denuncias de abusos», se lee en el comunicado de la diócesis canadiense.
«Ha sido un camino difícil, pero las conclusiones de la investigación del juez Denis, el apoyo de quienes me rodean y la posibilidad de hacerme escuchar que podría derivarse de la solicitud de intervención me llevan a retomar con calma mi ministerio. La comunidad sabe hasta qué punto la Iglesia de Quebec condena actos reprensibles y conoce las medidas que hemos tomado para prevenirlos», ha declarado el cardenal Lacroix.