La archidiócesis de Barcelona aparta a un sacerdote denunciado por abusos

Ramón Santacana Ramón Santacana
|

El arzobispado de Barcelona ha decidido apartar de sus funciones al cura Ramón Santacana, quien no podrá ejercer ni realizar ninguna celebración litúrgica debido a las acusaciones de abusos que fueron reveladas por el diario ARA el pasado 10 de junio.

Al tener conocimiento de estos hechos, la diócesis barcelonesa abrió un expediente al párroco de Sant Martí del Clot. Tras recoger el testimonio de una de las víctimas y revisar los archivos pertinentes, el arzobispado ha tomado la decisión de actuar en consecuencia.

Ramón Santacana era uno de los nombres mencionados en un reportaje publicado por ARA sobre la Casa de Santiago, un instituto eclesiástico fundado en 1966 para fomentar las vocaciones sacerdotales tardías, que acabó convirtiéndose en una especie de secta en la que se produjeron diversos casos de abusos sexuales.

Aunque Santacana no podrá ejercer en Barcelona, él está incardinado como sacerdote en Taiwán. Por ello, el arzobispado enviará el informe realizado a la diócesis asiática y también a la Conferencia Episcopal Tarraconense, con el fin de que puedan tomar medidas y evitar que el religioso pueda ejercer en otras parroquias fuera de Barcelona. Una de las peticiones de la víctima al Servicio de Atención a las Víctimas fue que el sacerdote no pudiera ejercer en la diócesis barcelonesa, una solicitud que finalmente ha sido aceptada.

El caso de Santacana, al igual que el de otros sacerdotes implicados en el escándalo de la Casa de Santiago, se produjo durante la década de los 80 y permaneció silenciado durante más de tres décadas, a pesar de haber sido investigado internamente por el fiscal eclesiástico Jaume González-Agàpito. Fuentes diocesanas señalan al diario ARA que el motivo por el que no se pudo actuar en ese entonces fue que Santacana era laico: dirigía un grupo de confirmación y se estaba preparando para ser sacerdote.

En esa época, el código canónico no preveía medidas contra los miembros laicos de la Iglesia denunciados por abusos sexuales. Cuando el caso estalló por las quejas de una familia, simplemente se le expulsó de la parroquia de Santa Coloma de Gramanet donde colaboraba. Posteriormente, Santacana rehízo su vida, primero como estudiante en Salamanca y después como sacerdote en Taiwán, hasta su reciente regreso a Cataluña hace un año cuando fue nombrado por Omella Administrador parroquial en Sant Martí del Clot.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
31 comentarios en “La archidiócesis de Barcelona aparta a un sacerdote denunciado por abusos
    1. Cuando un anticatólico realiza una denuncia falsa, ¿dónde está la sodomía? En los tribunales no se ha probado. Ni siquiera juzgado. El que acusa (en este caso el libelo independentista ARA) que lo demuestre, que es quien tiene la carga de la prueba.

      1. La «Casa de Santiago» ha sido otra cueva de monstruos del catalanismo eclesial. Si queréis pasar del palizas lava-calzones PIJVS MAGNIFICVS y conocer la verdad por boca nada menos que de Oriol Trillas, buscadlo tal cual en Google.

        1. Este sacerdote, que no lo era en la época del presunto «escándalo» que usted refiere (del que tampoco ha aportado prueba alguna, como siempre), jamás ha sido juzgado y mucho menos condenado. Pero a usted la presunción de inocencia se la pela, claro. No sé por qué siempre hace usted de lava-calzones de los presuntos abusos sexuales perpetrados por usted mismo. ¿Se siente aludido y cree que calumniando a otros van a quedar más blancos, tal vez? ¿O es simplemente por su ya conocido anticlericalismo sedevacantista? En cualquier caso, menudo papelón el suyo, de calumniador clerical oficial de la página. Podría emplear el tiempo en leer, para hacer real su nick, en vez de trollear todo el día, INGENIOSVS.

          1. Poniendo tal cosa en el buscador de internet no aparece ni el juicio, ni la condena. ¿Sabe por qué? Porque jamás han tenido lugar. Así que, deje de calumniar a un inocente (o demuestre que no lo es en sede judicial).

          2. Y tan «bah». Cuando queda en evidencia que lo que usted hace de continuo es calumniar, sólo le queda eso: enfurruñarse como un crío y tratar de mostrar desprecio por la verdad de forma visible, si ésta no cuadra con su discurso. Si esto en vez de un medio escrito fuera visual, no cabe duda de que haría un corte de manga o una peineta. Pero la verdad seguiría sin cambiar, pues ni precisa su apoyo, ni merma por su desprecio.

          3. ¿Y quién le manda confesar estar chiflado? No necesitábamos prueba alguna, aunque la dé usted gratis.

          4. Sí: está usted fatal. Porque además de su doble personalidad, se cree «ingenioso» (que casi es más grave que lo otro).

      1. «De hecho te doy amplios períodos de respiro»

        ¡Pobrete! Comprendo que se fatigue escribiendo con un solo dedo en un PC a pedales y con tan poco C.I. y estudios. ¡Y a su edad! No se preocupe, que no se lo digo a nadie: es usted el que me da respiros. Vale.

        Por cierto, ¿qué significa «no has redactado sensato»? Porque en español nada, y no entiendo el idioma incultés, Gay MostrencoPF. Y mejor estudie, que ejercer de adivino o localizador geográfico no es lo suyo, MetepatasPF.

      2. «Lo has comprendido perfectamente, a pesar de que no tienes idiomas»

        No, ni lo he entendido yo, ni lo entiende nadie que hable español. En vez de ponernos corta-pegas que encuentra por ahí para justificar su burricie e incultura oceánica, ¿nos lo podría usted traducir del mostrenqués al español, Gay MastuerzoPF? Bueno, o casi que no: no le interesa a nadie.

      3. Pues si no lo has entendido, que te F
        Lo has entendido perfectamente. Mientes hasta al confesor.
        Me c hasta en tu respiración.

  1. En el sistema eclesiástico existen varias resquicios:

    1. Falta de transparencia, en el sentido de que no se ofrece ninguna oportunidad para que todas las partes involuncradas y el mediador puedan dialogar simultáneamente.
    2. Falta de equidad, en el sentido de que se tiende a dar créditos a personas consideradas como «víctima», descartando así la posibilidad de que el acusado sea/fuera la verdadera víctima.
    3. Falta de mayor obligatoriedad de presentar pruebas sustanciales, en el sentido de que se permite presentar y modificar cualquier denuncia verbal únicamente a base de «memoria». Se debería tener en cuenta que nuestra memoria puede fallar, por no decir «mentir» o «exagerar los hechos».

  2. Sobre la persona declarante:
    1. La relación amorosa privada fue voluntaria e inofensiva, y la persona declarante no reportó haber sufrido ningún tipo de daño, afirmando que «NO lo vivió como víctima». (Véase el artículo de Albert Llimós)
    2. El testimonio de la persona declarante sobre su edad de aquel momento NO coincide con la declarada por Pr. Ramón Santacana. ¿En qué se basan los investigadores para determinar la autenticidad de los testimonios?
    3. Dicha persona declarante también fue el afectada por la violación de la privacidad por parte de la denunciante, serían cuestionables su actitud y su motivo de admitir su relación amorosa con el joven Ramón Santacana.

  3. Si se da incongruencia en los testimonios entre personas involuncradas, uno podrá refutarlo y negarlo sin problema en un contexto jurídico.

    La Diócesis de Barcelona ha decidido responsabilizar al Pr. Ramón por lo que ocurrió hace 40 años. Está bien. La Iglesia tiene que salvaguardar su imagen pública. No obstante, esta decisión debería situar a todas personas involucradas en un contexto temporal correspondiente. Es decir, si el Sr. Ramón Santacana no era nada más que un hombre joven ordinario y NO tenía ningún cargo eclesiástico en ese momento, además, fue expulsado miserablemente de la institución, entonces, NO sería tan lógico someterlo ahora a los estándares aplicables a sacerdotes para evaluar su caso.

  4. Pr. Ramón ha desempeñado bien su papel y ha hecho muy bien las cosas en la parroquia. Todo el mundo valora los esfuerzo y méritos de él. La intención de quien sea de hundir a Pr. Ramón ahora aprovechando una conducta inmadura que él tuvo siendo un joven ordinario hace 40 años es algo sospechoso.

    POR FAVOR, deja vivir al pobre Pr. Ramón!!! Aquí os aseguro que los que aprovechan esta historia de denuncia contra Pr. Ramón Santacana son unos vuitres: la denunciante quiso y quiere causar daño a Pr. Ramón Santacana; la persona declarante busca jorobar al Pr. Ramón Santacana (si creía que la Iglesia no hacía nada y se sentía perjudicada, ¿por qué no recurrió directamente a la policía y esperó 40 años para volver con la misma historia?); el periodista anhela sensacionalismo y vender sus artículos; la persona que proporcionó «información confidencial» al periodista anhela derrocar al Arzobispo. A NINGUNO de ellos les importa un pepino la justicia. La verdadera víctima fue el joven Ramón!

  5. Por favor, dejen ustedes ya de tolerar a esa bravucona y ese bravucón, que son más sucias que nadie, ¿y se consideran víctimas?
    Dejen ustedes ya de ceder ciega e incondicionalmente a las demandas de «personas fingidas como víctimas».

  6. Seguro que ustedes están más asesorados que nadie y conscientes de que estos «artículos difamatorios» permitidos en el Internet pueden ser pruebas contra todas las partes que han participado en esta denuncia injusta. Si una de las partes quisiera recurrir al proceso jurídico civil, tanto ustedes como las falsas víctimas acabarían perdiendo el pleito, dado que no se podrá ignorar el hecho de que Ramón Santacana es inocente como ciudadano civil. Otros abogados, tras entender toda la situación, no están de parte de esos bravucones. Y si se diera la ocasión, ustedes acabarían teniendo que «revelar a esos bravucones».

    Recuerden que Ramón Santacana recibió su merecido hace 40 años (fue expulsado de la institución y durante un largo plazo no pudo hacerse cura en Barcelona).

    No todas denuncias son presentadas sin interés personal o con motivo moral.

    ¡Se agradecería su sensatez si procuraran recuperarla!

  7. Apreciados censuradores, por favor, permítanme apuntar 3 puntos sobre la denunciante de hace 40 años:
    1) Esta denunciante, hace 40 años, NO fue victima de abuso sexual por parte de Pr. Ramón Santacana. La índole de su denuncia fue por pura frustración amorosa y el resentimiento, y no por justicia. ¿Por qué no se denunció a sí misma por sus prácticas «amorosas» con otras personas?
    2) La denuncia presentada por dicha mujer, en un sentido, podría considerarse en todo tiempo como una violación de la privacidad ajena, ya que reveló una relación privada sin el consentimiento de las personas afectadas, y eso sí, sin ningún tipo de pruebas sustanciales.
    3) Por esta razón, los registros archivados de hace 40 años debido a esta denunciante sobre el suceso deberían ser revisados para evaluar su legalidad e integridad. En un sentido, estos registros NO valen como pruebas sustanciales que respalden la denuncia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles