El Cardenal Nichols ha valorado positivamente el reciente Instrumentum laboris, cuyo título, «Cómo ser misionero, sinodal, Iglesia», resume los temas clave del documento: ser misionero y sinodal.
Nichols subraya la claridad y las bases firmes del documento, así como sus «perspectivas refrescantes y los caminos concretos que ofrece para el desarrollo». La finalidad del texto es explícita: reavivar la esperanza, renovar el discipulado y restaurar el impulso misionero en la Iglesia, fundamentado en el bautismo común y promoviendo el trabajo y el caminar juntos.
Según el párrafo 3 del documento, «el Pueblo de Dios nunca es simplemente la suma de los bautizados. Es el ‘nosotros’ de la Iglesia, con su variedad de dones y responsabilidades, que se extiende a lo largo de la historia, siempre acompañados por María, Madre de la Iglesia».
Para el purpurado inglés, el Instrumentum laboris presenta fundamentos teológicos sólidos, que explora la comprensión del bautismo y del ministerio ordenado, y reconociendo la riqueza de la Iglesia como comunión: comunión de todos los fieles, comunión de las Iglesias y comunión de los obispos, todos reunidos en el signo y fuente de unidad: el Obispo de Roma.
El documento aborda “Cómo ser una Iglesia sinodal misionera” en tres dimensiones: relaciones, caminos y lugares. El cardenal expone que la dimensión de «relaciones» explora maneras de comprender y renovar los dones, carismas, roles y ministerios. El apartado de «Caminos» «se centra en la formación para escuchar, para la misión, para el discernimiento y la toma de decisiones». Por último, «lugares» reconoce la singularidad del entorno y la pluralidad de culturas, abarcando aspectos como la urbanización, la movilidad y el mundo digital, proponiendo maneras de diseñar estructuras y comunicaciones inclusivas, argumenta Nichols.
Al acoger este Instrumentum laboris, el Cardenal Nichols invita a todos aquellos interesados en entender el trabajo del próximo y continuo Sínodo de los Obispos a leer el documento atentamente y con alegría. Nichols destaca que el documento merece una reflexión cuidadosa y señala que, en sus detalles, indica cómo este proceso en la Iglesia está madurando y profundizándose.