El boletín oficial de la Santa Sede ha hecho público en la mañana de este viernes quien será el nuevo prefecto del Archivo Apostólico.
El Papa Francisco ha ha nombrado Prefecto del Archivo Apostólico Vaticano al Reverendo Padre Rocco Ronzani, O.S.A., hasta ahora Profesor de Patrología Fundamental en el Pontificio Instituto Patrístico Augustinianum de Roma. Este sacerdote, será el nuevo guardián de los secretos vaticanos.
Se trata de un sacerdote relativamente joven. El P. Ronzani nació en Roma el 21 de febrero de 1978. Ingresó en la Orden de San Agustín en 1997 e hizo su profesión solemne el 1 de noviembre de 2002. Fue ordenado sacerdote el 27 de junio de 2004. En 2010 se doctoró en Teología y Ciencias Patrísticas en el Pontificio Instituto Patrístico Augustinianum de Roma, donde actualmente imparte clases. Es consultor del Dicasterio para las Causas de los Santos y es también director del Archivo Histórico de la Provincia Agustiniana de Italia y profesor en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.
Ronzani sustituye a monseñor Sergio Pagano a quien el Papa ha nombrado Asesor del Pontificio Comité para las Ciencias Históricas tras haber cumplido 75 años.
El patrimonio documental conservado en sus vastos depósitos abarca un arco cronológico de unos doce siglos (siglos VIII-XX), consta de más de 600 fondos archivísticos y se extiende a lo largo de 85 kilómetros lineales de estanterías, situadas, entre otros lugares, en el Bunker, una sala de dos plantas en el Cortile della Pigna subterráneo de los Museos Vaticanos.
Desde que León XIII abrió sus puertas a los estudiosos en 1881, el Archivo Apostólico Vaticano se ha convertido en uno de los centros de investigación histórica más importantes y famosos del mundo.
Según una práctica establecida desde 1924, el Papa concede libre acceso a los documentos «por pontificado»: actualmente, el límite cronológico para la consulta está fijado al final del pontificado de Pío XII (octubre de 1958). No obstante, como excepción a esta costumbre, Pablo VI, desde el cierre de los trabajos conciliares en 1965, puso a disposición de los estudiosos el Archivo del Concilio Vaticano II (1962-1965); además, se puso a disposición de los investigadores el fondo de la Comisión Central para el Arte Sacro en Italia (1924-1989).
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