El arzobispo de Santiago de Compostela, Francisco José Prieto, ha concedido una entrevista a Nós Diario para reivindicar una mayor importancia para el idioma gallego.
Para el arzobispo de Santiago, quien permite que en la oficina de atención al peregrino se pueda elegir ser «mujer, hombre u otros», ha defendido que «como Iglesia tenemos que hacer un esfuerzo para tener una presencia más significativa del gallego en nuestra liturgia».
Para Francisco José Prieto, «tenemos que superar la diglosia que nos hace cambiar de lenguaje cuando entramos en el espacio sagrado. El gallego debe ser la lengua habitual y más cuando tenemos instrumentos: Misal, leccionarios, todos los rituales fsacramentales… Necesitamos dar pasos adelante sin lugar a dudas».
Preguntado por el balance de estos once años de pontificado de Francisco, el arzobispo de Santiago de Compostela defiende que el Papa actual nos ha recordado «cosas olvidadas como que el Evangelio tiene vocación social».
«No se trata sólo de creer en la buena nueva de Dios a través de Jesús, sino que tiene que llegar a la sociedad como un elemento transformador, renovador, que busca el bien común de las personas», afirma el arzobispo gallego.
Abierto a cambiar la cuestión del celibato
El arzobispo de Santiago de Compostela se pronuncia sobre el celibato y asegura que «forma parte de las normas de la Iglesia católica latino-occidental, que es mayoritaria pero no única» y recuerda que «en la práctica oriental sí hay diáconos casados». Francisco José Prieto subraya que el celibato «no está en el dogma de la Iglesia y el papa Francisco en ocasiones lo ha formulado, pero en estas cuestiones tan significadas en el cura católico del rito latino, la Iglesia tiende a moverse más allá de momentos de tensión o reivindicaciones, buscando el momento oportuno». El arzobispo concluye su reflexión sobre el celibato abriendo la puerta a que en el futuro pueda ser opcional en la vida de la Iglesia. «No hay que descartarlo».
Abusos y reparación
El Arzobispo de Santiago no evita valorar la gravedad de los abusos sexuales en la Iglesia, «es triste y doloroso porque siguen apareciendo casos. Hemos aprendido mucho y pocas instituciones tienen protocolos tan estrictos de prevención y persecución de los abusos.
Prieto también cree que aún queda camino por recorrer para reparar el daño de tantos años, «no sólo moralmente, si es necesaria una reparación económica habrá que hacerlo, ya sea porque así lo determine la Justicia o porque tenemos una obligación de ayudar. También fue muy grave que las víctimas fueran silenciadas o acusadas de exageración. La víctima debe ser el centro de nuestra preocupación. Nosotros como Iglesia tenemos una responsabilidad ineludible».
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Otro buscador del capelo colorado.
Además de que el papá lo envié posiblemente de Compostela a Barcelona.
El celibato no es “doctrina” sino una disciplina eclesiástica y por lo tanto, susceptible de cambios.
El más tarugo del lugar, y que encima no es católico, dando lecciones sobre lo que es doctrina y lo que no lo es. ¡Ver para creer! Lo que no es, es un dogma, que no es sinónimo de doctrina. Hay tropecientos documentos doctrinales sobre el celibato, que usted, naturalmente, desconoce (como casi todo).
Por cierto, llega usted tarde a los cambios: frente a los judíos conversos, que en su mayoría estaban casados, que recibieron el sacramento del Orden por pura necesidad logística de la Iglesia en tiempos apostólicos (ante la falta de solteros, algo rarísimo entre adultos en el judaísmo), en las siguientes generaciones la Iglesia, cuando ya había conversos solteros, CAMBIÓ la disciplina. El celibato es, precisamente, lo más nuevo, no volver a lo viejuno por parte de los «modernos» que sólo quieren destruir la Iglesia por su odio demoníaco, como es el caso de usted. Deje de hablar de lo que no sabe y sométase a un exorcismo, farsante.
¿ solo los primeros judíos?
¿ me puedes explicar entonces por qué se permitió casarse a los sacerdotes hasta el primer concilio de letran en el siglo XI?
Teniendo en cuanta la fecha de la prohibición ha pasado más tiempo pudiendo casarse que no pudiendo.
Y a ver si aprendes a expresarte sin insultos cada tres palabras que los demás también sabemos jugar a eso.
«¿ me puedes explicar entonces por qué se permitió casarse a los sacerdotes hasta el primer concilio de letran en el siglo XI?»
Pero, mire que es usted ignorante: la Iglesia JAMÁS ha permitido casarse a los sacerdotes. Ni siquiera los ortodoxos lo permiten.
Usted confunde ordenar casados con casar ordenados, que NO es lo mismo.
Y es MENTIRA que hasta el Concilio de Letrán se ordenara a casados: en dicho concilio se reiteró la condena a que los casados recibieran órdenes sagradas y la nulidad de las mismas. Pero, ¿cómo iba usted a saberlo, siendo tan inculto? Lo habrá leído por ahí, escrito por otro inculto y repetido por los habituales enemigos de Cristo y de la Iglesia, y se lo ha creído. Pues, ya va siendo hora de que estudie, Probe Migue. Que el saber no ocupa lugar.
Si lo hablan, es que van a por ello claramente.
Estos decadentes carentes de fe, son los que están ocupando la herejía y destruyendo la Iglesia… con Bergoglio al frente.
«Estos decadentes carentes de fe»
No generalize, por favor. No es justo que hable así si ni siquiera conoce este obispo, ni mucho menos su fe y sus intenciones. Y qué tendrá que ver el celibato obligatorio de los ministros ordenados en la Iglesia de Roma con la fe o los dogmas de fe.
La Iglesia no puede cambiar ninguna doctrina, pues ella es custodia de ellas. Puede aclarar dogmas allí donde antes no estaban clarificados; puede establecer nuevos, nunca antes definidos, por simple consecuencias lógica de lo ya establecido; puede desarrollar más y mejor lo pincelado en el pasado; pero NO puede enmendarle la plana a Dios.
Una cosa es que pretendan los herejes inventar falsas doctrinas (aunque esos herejes estén temporalmente en un cargo eclesiástico) y otra que lo puedan hacer. Tranquilos estamos pues como decía Santa Teresa, Dios no se muda
He perdido la cuenta de cuántas veces la Iglesia ha zanjado la cuestión del celibato, si no me equivoco fue tan solemne en Trento contra los protestantes que no imaginaba que hubiese algunos que pudieran aún estar con el asunto. ¿Qué hacían haciendo voto de castidad, si tienen tantísima flaqueza de voluntad y mezquindad que pretenden que les den patentes de corso y licencias de sodomitas?
De nuevo el tema del celibato. Parece ser que la supresión de la obligatoriedad del mismo es la purga de Benito que va a solucionar todos los problemas de la Iglesia, cuando entre los protestantes no lo ha sido. Para empezar, el celibato no es «obligatorio», el candidato acepta libre y voluntariamente su observancia, y cuando lo hace engaña a la Iglesia, eso es otra cosa. Despues, ¿no sería mejor mejorar la formación en los seminarios respecto al celibato? Si porque hay sacerdotes que no lo vives hay que suprimirlo, entonces la fidelidad, como condición del matrimonio católico, habría que eliminarla también, porque hay maridos o esposas infieles.
El problema no es el celibato, el problema es que seguimos arrastrando la crisis de la identidad sacerdotal posconciliar y no se le ha puesto remedio por mucho que se ha parcheado. Hasta que no se vuelva a tener claro que el sacerdocio se orienta al sacrificio, seguiremos dándole vueltas al tema sin solución ninguna.
Pues que les mantengan sus parejas: mujeres, hombres o género neutro-fluido-licuado. Si no son capaces de dedicarse a Dios, a la Iglesia, a sus parroquianos, que se busquen otra forma de ganarse su sueldo. Como esto siga así me estoy cuestionando el seguir poniendo la x en la casilla de la Declaración de la Renta. Comer y sorber a la vez, no puede ser.
Y vuelta la burra al trigo, con el celibato y con el idioma.
Los comentarios anteriores ya tocado lo del celibato.
Del idioma, recordar a este buen obispo que la mitad de los gallegos tienen como idioma materno el español. Luego que no se quejen si se ven como en Cataluña.
Y por cierto, el mejor idioma para hablar con Dios es el español.
Supremacista. Santa Teresita hablaba en vietnamita al venerable seminarista Van, que sabía francés.
Ya se han dicho algunas cosas, yo vengo a comentar lo del misal y demás en gallego… que lo hay, sí, que la traducción es pésima, también.
Mismamente, cada vez que toca responder «y con tu espíritu», en gallego han traducido «y contigo también». Así, de colegueo.
Como decía el sacerdpote y sabio filósofo Cornelio Fabro, el celibato es un gran tesoro de la Iglesia que jamás se debe dejar arrebatar. Cambiar esta secular tradición doctrinal, sería una forma de desastabilizar a la Iglesia Católica, y olvidarse, estos Jerarcas de mediopelo, que hay movimientos de laicos en los que muchos de ellos viven el celibato apòstólico como los primeros cristianos.