El Papa Francisco ha respondido con una nota escrita de su puño y letra al correo electrónico que Lorenzo Michele Noè Caruso, un joven de 22 años, le envió a través del diario ‘Il Messaggero’.
Caruso había revelado en su mensaje que fue excluido del seminario por declararse homosexual. La respuesta del Papa refleja otra contradicción más tras la controversia generada por él cuando en presencia los obispos italianos dijo que ya había «demasiado mariconeo en los seminarios»
En su carta, el Papa Francisco reflexiona sobre el clericalismo, al que describe como «una plaga» y «una fea mundanidad». «Jesús llama a todos, a todos. Algunos piensan que la Iglesia es una aduana y eso es malo. La Iglesia debe estar abierta a todos. Hermano, sigue adelante con tu vocación», escribe el Pontífice. También pide oraciones y ofrece su bendición: «Rezo por ti, por favor, hazlo por mí (lo necesito). Que el Señor te bendiga y la Virgen te guarde. Fraternalmente, Francesco».
Caruso calificó la respuesta del Papa como «hermosa» y expresó que la carta le da esperanza. «El Seminario sigue siendo un sueño que no se ha dejado de lado», afirmó el joven.
El diálogo del Papa con la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana se refería a la posibilidad de que un homosexual declarado pudiera ser sacerdote. Según una instrucción del Dicasterio vaticano para el Clero de 2005, la Iglesia no puede admitir en el Seminario y en las órdenes sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura gay. Esta medida fue confirmada en 2016.
La expresión utilizada por el Papa en el diálogo con los obispos italianos, que generó controversia, fue aclarada por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. «El Papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homófobos, y dirige sus disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso de un término, referido por otros», explicaron en un comunicado.
Esta respuesta del Papa Francisco vuelve a dejar de manifiesto un nuevo volantazo del Pontífice a la hora de gobernar la Iglesia. Si hace unos días pedía -a puerta cerrada- a los obispos italianos que cerraran el grifo al ingreso de homosexuales en los seminarios, ahora de manera más pública escribe a un joven homosexual animándole a que «siga adelante» con su vocación al sacerdocio