El obispo de Palencia, monseñor Mikel Garciandía, ha sido una de las últimas voces del episcopado español en pronunciarse sobre la polémica con las monjas clarisas de Belorado.
Mikel Garciandía ha manifestado su dolor que comparte con el resto de monjas de Palencia que le han trasladado su preocupación y pesar por esta situación.
«Me da la impresión de que lo que ha pasado en Belorado es un cúmulo de circunstancias que han confluido de una manera… catastrófica», ha asegurado el obispo durante una rueda de prensa.
Por otro lado, el obispo de Palencia ha confesado que le preocupa la situación de los monasterios ya que «en general es muy volátil, es muy frágil, porque nos encontramos con colectivos ya muy disminuidos, muy entrados en edad, donde las pocas entradas que tenemos son personas de ámbitos culturales muy distintos, donde ese engarce y ese empaste es complicado».
Garciandía ha pedido reflexionar sobre la situación en la que se encuentran muchas religiosas y apuesta por «acogerlas, vincularlas, apoyarlas a nivel de lo que son las parroquias o los propios ayuntamientos».
El obispode Palencia reconoce que «lo que más me choca de toda esta historia es que cuando una persona va a una institución eclesial diciendo que es sacerdote o diciendo que es obispo… la primera pregunta y la más obvia es de dónde y quién lo ordenó a usted».