La revista Ecclesia publica esta semana una entrevista con el arzobispo de Madrid, José Cobo.
El cardenal Cobo -quien solamente lleva nueve meses como arzobispo de Madrid- confiesa sentirse muy acompañado por el Señor «y también por los creyentes que tengo alrededor». Para Cobo, es un alivio pensar «que rezan por mí, sobre todo, en momentos oscuros».
Sobre esos momentos oscuros, el arzobispo de Madrid reconoce que alguno ha tenido. «Cada día, tres o cuatro», señala.
En cuanto a su papel como vicepresidente de la Conferencia Episcopal, José Cobo asegura que ha hablado con el presidente Argüello para ir definiendo las funciones. Subraya que han llegado a la conclusión de la importancia de apoyarse mutuamente y que van a trabajar en equipo.
El cardenal Cobo afirma en la entrevista con Ecclesia que «Madrid es un laboratorio donde se ve por dónde va la Iglesia» ya que «las realidades emergentes y las respuestas a los problemas que están empezando a surgir ya se van dando aquí». «A Madrid viene lo más puntero, también de la vida de la Iglesia. Es un lugar donde se ven los retos y las primeras soluciones», ha agregado.
Respecto a la situación de la Iglesia en España, José Cobo cree que «vivimos un momento bonito, pero incierto». El vicepresidente de la CEE sostiene que «la Iglesia hoy debe ser bisagra, que sostenga con cariño, amabilidad y respeto lo que nos han legado —la cristiandad, las congregaciones, los curas mayores». Por otro lado, ante los nuevos retos que aparecen, el cardenal es partidario de «dar nuevas respuestas y hacer nuevos discernimientos, evitando quedarnos en el miedo al cambio o en lo que fuimos».
«Tenemos generaciones que no han asumido el Concilio Vaticano II y otras que ya están hablando de inteligencia artificial en la Iglesia. A la Iglesia de hoy le toca armonizar esos dos pesos y lograr que se integren», ha apostillado