Francisco a los seminaristas de Sevilla: «oración, estudio, fraternidad y misión va unido»

El Papa con los seminaristas de Sevilla

El sábado por la mañana el Papa Francisco recibió a los seminaristas de Sevilla (del seminario diocesano y del Redentoris Mater del Camino Neocatecumenal).

Unos cuarenta seminaristas viajaron a Roma acompañados por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses y por los formadores del seminario.

A diferencia de cuando recibió a los seminaristas de Madrid, en esta ocasión el Santo Padre si pudo leer el discurso que tenía preparado para los futuros sacerdotes de Sevilla. Tras la lectura del discurso, llegó el turno de preguntas de los seminaristas al Papa Francisco que se prolongó durante una hora.

Durante el encuentro con los seminaristas sevillanos el Papa Francisco se ha mostrado alegre y cercano e incluso gastando bromas con ellos durante el turno de preguntas.

Les ofrecemos el discurso completo del Papa Francisco a los seminaristas de Sevilla:

Queridos hermanos:

Me alegra recibir a las comunidades del Seminario Metropolitano y del Seminario Redemptoris Mater de Sevilla que, junto con su arzobispo, Mons. José Ángel Saiz Meneses, han venido en peregrinación a la tumba del apóstol Pedro. Les agradezco esta visita y los animo a vivir estos días con asombro y gratitud por el don de la fe que nos transmitieron los apóstoles.

Nuestro encuentro está a las puertas de un día muy significativo: el domingo del Buen Pastor, que celebramos mañana. Ustedes, seminaristas, han recibido una llamada del Señor, y con la ayuda de sus formadores se están preparando para ser pastores según el Corazón de Cristo. En otras ocasiones he dicho a los seminaristas que este camino de configuración con Jesús buen pastor tienen que hacerlo cuidando cuatro aspectos: la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica.

Esta integración es necesaria, diría que es urgente, para llegar a ser sacerdotes cabales y responder a la vocación recibida, en la entrega total a Dios y a los hermanos, especialmente a los que más sufren. A este propósito, quisiera destacar la figura de uno entre tantos santos pastores que tuvo esa tierra andaluza a lo largo de la historia, la del beato cardenal Marcelo Spínola y Maestre, que ustedes bien conocen. Este beato, maestro de sacerdotes, decía: «Virtud y ciencia son las dos cosas que deben enseñarse con preferencia a los aspirantes al sacerdocio, pues la ciencia sin virtud hincha y no edifica y la virtud sin ciencia edifica, pero no instruye». Esto significa, como decíamos, que todo en el sacerdote —oración, estudio, fraternidad, misión— va unido.

Queridos seminaristas, aprovechen bien este tiempo intenso de formación, con el corazón en Dios, con las manos abiertas y una gran sonrisa para repartir la alegría del Evangelio a cuantos se encuentren con ustedes. Que Jesús los bendiga y la Virgen de los Reyes los acompañe. Muchas gracias.

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