Bajo el lema «Sí a la promoción de la mujer y al derecho a la vida, no al aborto y a la imposición ideológica», la Conferencia Episcopal de la Unión Europea (COMECE) ha emitido una declaración en vísperas de la votación del Parlamento Europeo sobre la Resolución para la «Inclusión del derecho al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE» (2024/2655 RSP), prevista para el jueves 11 de abril de 2024.
Tras la reciente declaración del Vaticano en donde se reafirma su clara oposición al aborto, los obispos europeos también apoyan esa línea al señalar que «la promoción de las mujeres y sus derechos no está relacionada con la promoción del aborto«. Para COMECE, «promover y facilitar el aborto va en dirección opuesta a la promoción real de las mujeres y sus derechos».
Además, afirman con claridad que «el aborto nunca podrá ser un derecho fundamental» ya que «el derecho a la vida es el pilar fundamental de todos los demás derechos humanos, especialmente el derecho a la vida de los más vulnerables, frágiles e indefensos, como el feto en el vientre de su madre, el migrante, el anciano, la persona con discapacidad y los enfermos».
Citando la reciente Declaración Dignitas infinitas de Doctrina de la Fe, desde COMECE señalan que «es necesario afirmar con toda fuerza y claridad, incluso en nuestro tiempo, que esta defensa de la vida no nacida está estrechamente vinculada a la defensa de todos y cada uno de los demás derechos humanos».
Los obispos europeos subrayan que «la Unión Europea debe respetar las diferentes culturas y tradiciones de los Estados miembros y sus competencias nacionales». En ese sentido, desde COMECE cargan contra la intromisión de la Unión Europea en la soberanía de los países europeos ya que la UE «no puede imponer a otros, dentro y fuera de sus fronteras, posiciones ideológicas sobre la persona humana, la sexualidad y el género, el matrimonio y la familia, etc».
«La Carta de los Derechos Fundamentales de la UE no puede incluir derechos que no son reconocidos por todos y causan división. No existe ningún derecho reconocido al aborto en el derecho europeo o internacional, y la forma en que se trata esta cuestión en las constituciones y leyes de los Estados miembros varía considerablemente», concluye la nota de COMECE.
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