El Sínodo avanza y el guion ya lo ha escrito el director

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(Stefano Fontana en La Nuova Bussola Quotidiana)– El camino sinodal sigue adelante. La secretaría general del Sínodo ha publicado el documento titulado ¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión? con vistas a la segunda sesión del Sínodo, prevista para el próximo mes de octubre.

Sobre esta base, debería comenzar la nueva fase de consulta para llegar a la redacción del nuevo Instrumentum laboris. Al mismo tiempo, Francisco ha enviado una carta al cardenal Mario Grech, secretario general del sínodo, ordenando que se constituyan grupos de estudio sinodales para analizar una serie de puntos indicados en la misma. La complejidad de estos temas, según Francisco, requerirá un estudio específico en profundidad para el que los trabajos del sínodo serían poco adecuados. Por lo tanto, estos grupos de estudio comenzarán en paralelo y en octubre informarán al sínodo de lo que hayan elaborado mientras tanto, y podrán continuar su trabajo después, hasta junio de 2025. De este modo, se hace aún más evidente que el sínodo está muy cerca de ser un proceso «permanente».

Las numerosas críticas al actual proyecto sinodal, incluidas las de la Brújula especialmente con la conferencia romana del 3 de octubre de 2023 La Babel sinodal, pueden resumirse en dos. La primera es que la definición de la nueva sinodalidad como un «caminar juntos» da prioridad al verbo «caminar», y no indica tanto una realidad como un camino, o más bien una realidad que surge de un recorrido. Se dice, en efecto, que la Iglesia es sinodal cuando en cambio es una, santa, católica y apostólica y, como tal, tiene también una sinodalidad, sin por ello ser sinodal, como tiene una conciliaridad, sin por ello ser conciliar. Al privilegiar el acto sobre el contenido, la nueva teología de la sinodalidad asume el enfoque del modernismo filosófico y teológico, según el cual el método está antes que el contenido, el pensar antes que el ser, el hacer antes que la realidad, el interpretar antes que el conocer y, como decía Cornelio Fabro, la existencia antes que la esencia. Esto no debe tomarse a la ligera, ya que, al fin y al cabo, se trata del principio de inmanencia.

La segunda crítica principal atañe a la dirección del proceso sinodal hecha por el centro con una planificación sistemática, de tal manera que lo conduce hacia resultados preestablecidos, haciendo creer que estos resultados se originaron en el propio proceso. Los datos que confirman esta apreciación son innumerables, desde los nombramientos de los principales responsables a los «facilitadores» en las mesas de trabajo, desde los documentos pontificios emitidos durante los trabajos sinodales para establecer puntos de no retorno a las declaraciones de intenciones hechas a la prensa durante algunas entrevistas. Por poner solo un ejemplo: todo el mundo sabe ya que la decisión de ordenar mujeres diáconos saldrá del sínodo. El papa Francisco lo ha dejado claro varias veces y también ha surgido la forma de hacerlo: inventar un diaconado femenino «no sacramental». De ello se encargará el cardenal Fernández, que ya se ha inventado una bendición «no litúrgica». El nombramiento del nuevo Prefecto de la Doctrina de la Fe, tras el del relator y el secretario del sínodo, ambos fieles «sinodalistas», garantiza que se encontrará, de un modo u otro, el modo de poner en práctica lo decidido por el sínodo.

No hay que pensar que estos dos puntos se oponen entre ellos: decir que la sinodalidad es un proceso y, al mismo tiempo, dirigirlo de manera preventiva. Si una realidad se convierte en un proceso histórico, quien presume de conocer el sentido de este proceso histórico no solo puede sino que debe conducirlo a su desenlace. No se puede escapar a la lógica del historicismo.

Ahora, si miramos los dos nuevos documentos, la carta del papa a Grech y el documento de la secretaría en vista de la nueva fase del sínodo, encontramos la confirmación de las observaciones hechas ahora. La secretaría indica cinco temas para el análisis y la discusión, y ya podemos identificar hacia dónde va cada uno. El primer punto -«El rostro sinodal misionero de la Iglesia local»- pretende condicionar el papel del obispo colocando a su alrededor nuevos «cuerpos de comunión» que lo inmovilicen y lo hagan ajustarse a una norma. El segundo punto -«El rostro sinodal misionero de las agrupaciones de Iglesias»- pretende «anglicanizar» la Iglesia católica, atribuyendo poderes doctrinales y disciplinares a las conferencias episcopales, algo en lo que Francisco siempre ha insistido. Por cierto, la expresión «agrupaciones de Iglesias» produce gran desasosiego.

El tercer punto -«El rostro sinodal misionero de la Iglesia universal»- terminará con una revisión de la primacía del obispo de Roma frente a un mayor papel de los órganos sinodales y colegiales. El cuarto punto -«El método sinodal»- terminará en una práctica generalizada del «discernimiento» con resultados no solo consultivos sino también deliberativos. El último punto -«El ‘lugar’ de la Iglesia sinodal en la misión»- nos lleva a la «situación» existencial e histórica como lugar hermenéutico de la autocomunicación de Dios y, por tanto, de la formación de la conciencia creyente. Este último punto pretende relegar la experiencia de la fe en la Iglesia a la insuperable relatividad de la situación y a la historicidad cambiante como lugar teológico de una fe en constante evolución.

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Comentarios
5 comentarios en “El Sínodo avanza y el guion ya lo ha escrito el director
  1. Próximamente en las pantallas!

    Vaya teatro que están montando.
    «Caminando juntos»… como la manada de cerdos que se despeñaron, poseídos por un espíritu inmundo.

    Cuanto cuesta poner estos comentarios,pero hay que hacerlo.
    Quién debería hablar no lo hace. Y así 11años.

  2. El proceso sinodal de carácter revolucionario, lo es por que pretende imponer la soberanía popular en la iglesia prescindiendo de Dios y de la Verdad revelada. De ahora en adelante en la iglesia funcionará la democracia y el sufragio universal, que es donde se adoptarán las medidas futuras en la iglesia. Acabarán poniendo en votación si Dios existe, y perderá Dios, bueno Cristo ya fue derrocado en el concilio del reinado social, con el decreto de libertad religiosa, y de aquel sacrilegio del cual salieron los conciliares tan orgullosos, tenemos a este monstruo que llaman iglesia modernista, que va a toda máquina rumbo al averno. Saltemos de los vagones en marcha, antes de que sea tarde, por que este tren infernal no hay quien lo pare, por que somos unos cobardes. Carlismo Rebelde

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