La Iglesia en España celebra hoy el día del seminario. «Padre, envíanos pastores», es el lema de este año 2024.
El presidente de la CEE y arzobispo de Valladolid, monseñor Luis Argüello, se pregunta en la carta pastoral de esta semana si cuando pedimos al Señor que nos envíe pastores sacerdotes se trata de una petición sincera. «¿Queremos realmente lo que el ministerio sacerdotal significa? ¿Deseamos la Eucaristía?», escribe el arzobispo vallisoletano.
Para Argüello, la falta de respuesta tiene que ver tiene «con el verdadero deseo de la comunidad cristiana, también de la sociedad en la que vivimos, de que exista esta vocación y lo que esta vocación ofrece al pueblo santo de Dios y desde Él a toda la humanidad. Por eso, amigos, os invito claro, a que hagamos esta oración Señor, envíanos pastores, pero haz que cultivemos el deseo vivo».
El presidente de la Conferencia Episcopal Española pide que «las familias no miren hacia otro lado cuando se habla de las vocaciones». Además, anima «a invitar a chicos que están a nuestro alrededor proponiéndoles que se abran en oración a la llamada del Señor. Que cultivemos en nuestras propias comunidades cristianas el deseo de la Eucaristía. El deseo del perdón. El deseo de ser acompañados en nuestra vivencia como discípulos misioneros de la vocación en la que cada uno es llamado».
«Si somos un pueblo, un cuerpo que es la esposa del Señor, por eso hace falta la humilde mediación sacramental de hombres que, viviendo el amor célibe, quieren ser presencia del esposo en favor de la esposa y para ayudar a engendrar nuevos hijos, nuevos miembros del pueblo santo de Dios», escribe el arzobispo de Valladolid.
Monseñor Luis Argüello pide al Señor que envíe pastores «que den forma en su corazón a la caridad pastoral, a ese latido del Corazón de Jesús que llamamos caridad del Buen Pastor, el que da la vida por las ovejas, el que las apacienta y les lleva a encontrar pastos y aguas, el que les conduce por el valle de tinieblas y les lleva al banquete de las bodas del Cordero».
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Pero que dice este, hay que ver el daño que hace el incienso. Pero de que vocaciones habla, de qué familias, a ver si se entera, que no hay vocaciones ni familias, que están en extinción. Menos de mil seminaristas y dentro de unos años habrá diez clases distintas de engendros que llamarán polifamilias. Al igual que la iglesia la familia tradicional está en extinción, salvo el mari conio, con bendición apostólica, y niños adoptados. estáis locos de remate. Y eso por vuestra culpa, por vuestra grandísima culpa. Seguid disfrutando del modernismo conciliar, y acabareis todos como Judas. Que Dios os maldiga…….
Yo de verdad, algunas veces entro a este medio, solo para abstraerme en el maravilloso país de las maravillas donde viven los Argüellos, Munillas, y asociados. La vergüenza solo la conocen para evangelizar.
ARGUELLO, NO CREERÁS QUE TE VAMOS A MIRAR A TI, NO ERES UN EJEMPLO A SEGUIR