La decisión del Papa de apartar del sínodo en octubre las cuestiones más polémicas ha irritado profundamente al sector renovador más radical, el alemán.
Thomas Söding, teólogo y miembro asesor del Sínodo, ha pedido al Vaticano que en el futuro no tome decisiones por su cuenta sobre reformas en la Iglesia. A medio plazo, el objetivo debe ser que no se tomen decisiones aisladas, sino que la cooperación sinodal entre obispos y miembros de la Iglesia conduzca a consultas y decisiones conjuntas, exigió Södling en una entrevista el vicepresidente del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK). con el Servicio de Prensa Evangélica (EPD).
El Papa Francisco anunció el jueves que establecería diez grupos de estudio sobre temas de reforma que discutirían, por ejemplo, la formación sacerdotal, el papel de los obispos y cuestiones fundamentales sobre los oficios en la Iglesia. Un grupo de estudio discutirá ahora también el papel de la mujer en la Iglesia y la posibilidad de un diaconado para las mujeres. Para muchos observadores, los temas de los grupos de estudio se refieren a aspectos centrales del proceso sinodal a nivel de la Iglesia universal, en el que también participa una delegación de Alemania. Söding es miembro asesor del Sínodo Mundial.
La educadora religiosa suiza Helena Jeppesen-Spuhler, una de las mujeres que por primera vez recibió derecho a voto en un sínodo de obispos, se mostró sorprendida. “En octubre de 2023, la asamblea sinodal registró en el documento de síntesis que ciertos temas deberían analizarse para su discusión antes de octubre de 2024”, dijo al EPD. Igualmente irritante es el hecho de que los temas centrales ahora se presenten por separado y finalmente no se producirá hasta mediados de 2025. «El calendario del Sínodo no se corresponde con esto. Es importante para la Iglesia en Suiza y en gran parte de Europa que en otoño se tomen decisiones audaces. Para ello nosotros, como miembros del Sínodo, necesitamos documentos de trabajo».
La decisión del Papa tiene un efecto ambivalente en el Sínodo, afirma Söding. En su primera reunión en otoño de 2023, el Sínodo Mundial identificó una gran cantidad de temas sobre los cuales es necesario actuar en la Iglesia Católica: los derechos de las mujeres, la inclusión, la participación y todas las cuestiones de fondo sobre la visión cristiana de la humanidad, la cuestión constitucional en la Iglesia Católica y la capacidad de enseñar para desarrollarse aún más. «Abordar todo esto en serio sería demasiado para cuatro semanas de sínodo. Veo el intento del Vaticano de solucionar los problemas», dijo. Por otro lado, desde su punto de vista, es coherente abordar todos los temas relacionados con los contenidos para los que ahora se han creado grupos de estudio de manera sinodal. «Pero esta consecuencia aún no se ha producido», se lamenta Söding.
Sobre el diaconado de las mujeres, Söding dijo a la Agencia Católica de Noticias (KNA): «Hasta ahora había grupos de estudio que se organizaban de tal manera que nada bueno podía salir de ello; ahora hay que sacar las cartas poner sobre la mesa en un grupo recién instalado.» Al mismo tiempo, advirtió: «Las tácticas dilatorias no son buenas. Hay que tomar decisiones».