Un cura de Barcelona publica un libro en defensa del celibato sacerdotal opcional

Xavier Morlans Xavier Morlans
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El sacerdote de la archidiócesis de Barcelona, Xavier Morlans, acaba de publicar su nuevo libro titulado ‘Curas célibes y curas casados. Dos pulmones para una Iglesia sinodal ‘.

Xavier Morlans es vicario de la parroquia de Santa Ana de Barcelona, profesor en la Facultad de Teología de Cataluña del Ateneo Universitario Sant Pacià y consultor en el Dicasterio para la Evangelización.

En una entrevista para la agencia Flama, el sacerdote explica que «en Occidente, a menudo preocupa más la precisión conceptual y el sentido romano de la ley; en cambio, en Oriente, la ley no la ven tanto como una obligación que si no cumples implica castigo, sino como una utopía, un horizonte hacia el que debemos avanzar, sabiendo de antemano que somos limitados y pecadores por naturaleza».

Morlans habla de «dos pulmones». Uno equivaldría a los curas casados y otro a los célibes. «Por un lado, tenemos el pulmón del cura célibe, dedicado en cuerpo y alma a la comunidad. Y por otra, el pulmón del cura casado, que ya existía desde los inicios del cristianismo y existe actualmente en las iglesias grecocatólicas fieles a Roma, minoritarias en países del este como Hungría, Rumanía o Ucrania, donde los curas pueden contraer matrimonio antes de ser ordenados», agrega este teólogo.

Según él, tener curas casados puede aportar «otro tipo de afinidad y sensibilidad al ejercicio del sacerdocio». A pesar de que la tesis fundamental de su libro es la no obligatoriedad del celibato sacerdotal, dice en la entrevista que «valora mucho a mis compañeros curas que viven su celibato asumido positivamente y al servicio de la gente».

Preguntado por los recelos que pueda causar su libro en determinados ambientes, el sacerdote adopta de antemano el papel de víctima y asegura que intenta vivir aquella bienaventuranza que dice: “Dichosos quienes trabajan por la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. «Me siento parte de una cadena inmensa de hombres y mujeres que han sido incomprendidos, criticados, por despertar la sensibilidad de la sociedad hacia unos derechos de las personas que hasta entonces habían sido ignorados», sostiene este teólogo.

En resumen, remarca que el libro «parte de un hecho que es comúnmente aceptado por toda la doctrina de los papas y de los concilios, y es que el celibato no es un elemento constitutivo ni una exigencia dogmática interna del sacerdocio: es una conveniencia para que aquel que haga presbítero pueda dedicar todas sus energías en la comunidad. Entonces, lo que defiendo es que hay otra afinidad más allá del celibato, que es la que se daba en las primeras comunidades cristianas».