Inglaterra ha puesto fin a uno de los peores escándalos médicos de nuestro tiempo: los bloqueadores de la pubertad, administrados a menores presuntamente transexuales, ha anunciado el Servicio Nacional de Salud (NHS).
«Los bloqueadores de la pubertad… no están disponibles para niños y jóvenes como tratamiento para la incongruencia de género o la disforia de género porque no hay suficiente evidencia de seguridad y efectividad clínica», se lee después de la actualización en la sección del sitio web del NHS de Inglaterra sobre «tratamiento» para la disforia de género .
Los medicamentos bloquean el desarrollo natural del niño durante la pubertad al impedir la producción de hormonas, como la testosterona y el estrógeno. Por ejemplo, previenen el crecimiento en altura, el desarrollo de los senos en las niñas y el crecimiento del vello facial en los niños, entre otras cosas.
«Se desaconseja encarecidamente a los niños, jóvenes y sus familias que obtengan bloqueadores de la pubertad u hormonas de afirmación de género de fuentes no reguladas o proveedores en línea que no estén regulados por los organismos reguladores del Reino Unido», se lee en el texto del sitio web.
En España, sin embargo, la llamada ‘Ley Trans’, al igual que los protocolos educativos de las distintas comunidades autónomos, no solo permiten que se receten, en algunos casos tras una sola entrevista con el facultativo, sino que los padres que se nieguen a administrarlos a sus hijos cuando estos lo solicitan puede llevar a la pérdida de la custodia.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
En Argentina por la ley de Género del año 2012, el gobierno esta obligado a proveerlas gratuitamente.