En numerosas ocasiones, cuando el Vaticano publica la renuncia de un obispo antes de que haya cumplido los 75 años, es motivo de sospecha de que haya podido ocurrir algún asunto de mayor gravedad.
La Santa Sede no parece que vaya a cambiar este procedimiento. Es decir, no van a informar de los hechos concretos que se esconden detrás de las renuncias anticipadas (cada vez más habitual) de algunos obispos.
Lo habitual es que sea el propio obispo el que ofrezca a través de un comunicado las explicaciones por las que el Papa acepta su renuncia antes de tiempo. Casi siempre, se pueden leer los mismos mensajes: la renuncia viene provocada por motivos de salud. En algunos casos puede que sea cierto, pero en otros no.
Esto es lo que le ha sucedido al arzobispo polaco Andrzej Dzięga. El sábado pasado, la Santa Sede anunció que el Papa aceptaba su renuncia a sus 72 años de edad. Andrzej Dzięga era arzobispo de Szczecin-Kamień desde 2009.
En una carta dirigida a los sacerdotes de la diócesis, el arzobispo escribió, entre otras cosas: «Los últimos seis meses han sido un tiempo de deterioro radical de mi salud. Por eso, en otoño se hizo evidente para mí que también era hora de dejar el cargo». «El Santo Padre Francisco accedió a mi petición y hoy se ha anunciado la aceptación de mi dimisión», añadió.
También señaló que «si mis debilidades, incluida la comprensión incompleta de ciertas circunstancias, y a veces incluso mi simple fatiga humana , se convirtieron en la causa de su ansiedad, les pido sinceras disculpas».
Investigación por parte del Vaticano
Tras esta aparente renuncia por motivos de salud, se esconde en verdad una investigación por parte del Vaticano por haber gestionado mal casos de abusos en su diócesis cometidos por sacerdotes. Ha sido la propia Nunciatura en Polonia la que a través de un escueto comunicado ha ofrecido otra versión distinta a que proporcionó el arzobispo.
En la nota, la Nunciatura Apostólica precisa que las decisiones relacionadas con la salida del arzobispo Andrzej Dzięga del cargo de arzobispo metropolitano de Szczecin-Kamień «se tomaron como resultado de una investigación realizada por encargo de la Santa Sede sobre la gestión de la diócesis, y en particular la negligencia mencionada en el documento papal Vos estis lux mundi».
El documento citado por la Nunciatura Apostólica contiene disposiciones relativas, entre otros, a los siguientes procedimientos: en el caso de denuncias de abuso de menores.
Según varios medios locales, esta investigación está relacionada los abusos sexuales cometidos por parte del sacerdote Andrzej Dymer. Al parecer, el arzobispo habría tenido conocimiento de lo ocurrido pero no tomó medidas hasta que el escándalo saltó a la prensa.
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Qué gesto más feo por parte de la nunciatura. No me extraña que los sacerdotes no se sientan , no ya queridos, sino meramente apreciados, con la consecuente sensación de abandono y no digo que haya que mirar para otro lado o disimular esos hechos.
¿Tenían que haber colaborado con la mentira del obispo? ¿Mentir no es pecado?,¿Era mejor que dentro de un tiempo un periodista lo descubriese y la iglesia quedase enfangada ?
¿Y quién le ha dicho a usted que sea mentira lo que ha dicho el obispo? La Nunciatura ha dado un motivo que no es incompatible con el primero, además de que, quizás, quien mienta sea la Nunciatura. Y no sé que habla de descubrir un periodista: con escándalos o sin ellos, cuando a Francisco no le da la gana destituir a un obispo, no lo hace (y hasta le da un cargo).