La ciudad alemana de Essen impuso una multa al taxista Jalil Mashali por supuesta “publicidad religiosa” ilegal, debido a una pequeña pegatina con un versículo de la Biblia en su ventana trasera que decía “Jesús – Yo soy el camino. La verdad. Y la vida”.
A Mashali se le pidió que respondiera a la acusación en octubre de 2023 y se le amenazó con una multa de hasta 1.000 euros si no lo hacía. El cristiano converso hasta ahora se ha negado a quitar la pegatina. Las autoridades exigen ahora una multa y tasas de 88,50 euros. Mashali ahora impugna la multa. Desde ADF International han anunciado que apoyarán su casusa.
“Jesús es lo mejor que puedo recomendar a cualquiera porque cambió mi vida. Es por eso que tengo la calcomanía en mi taxi para que cualquiera que esté interesado la vea. No busco causar problemas, pero no he hecho nada malo. Estoy agradecido por este país donde todos deberían ser libres de compartir su fe. Espero poder seguir haciéndolo apelando la multa injusta”, afirmó Jalil Mashali.
La ciudad de Essen argumenta que la pegatina es una “publicidad religiosa” ilegal, que no está permitida en los taxis según una ordenanza que les es aplicable. Debido al contenido, la ubicación y el pequeño tamaño de la pegatina, Mashali ha argumentado que la pegatina no constituye publicidad.
La conversión cristiana siguió a la oración de sanación
Mashali vive en Alemania desde hace 22 años. Nació y creció como musulmán devoto en Irán. Tras perder la pierna izquierda en un accidente de tráfico cuando tenía 13 años, fue sometido a varias operaciones que le dejaron con dolores crónicos y con una prótesis. Continuó viviendo y trabajando en Irán y finalmente se casó y tuvo dos hijos.
A los 33 años, buscó tratamiento médico adicional en Alemania con la esperanza de aliviar el dolor en su pierna. A pesar de sufrir más de 20 cirugías en total, el dolor siguió siendo implacable. Eso llevó a Mashali a considerar suicidarse en el hospital. En ese momento, una mujer cristiana se le acercó y se ofreció a rezar con él.
Aunque escéptico, aceptó. Cuando el dolor en su pierna cesó por completo después de su oración, comenzó a leer la Biblia. Mashali ahora se mantiene firme en su fe cristiana. Para él, la pegatina no es publicidad religiosa sino una expresión de las profundas convicciones de Mashali.
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La dictadura masónica
Así es. La UE está vendida a los indecentes magnates (yo diría mangantes) que pretenden un nuevo orden mundial. Por cierto, ¿quien ha votado a esta gente para que dirijan todo occidente? Desde que obedecemos a la agenda masona vivimos en un estado totalitario, de democracia, nada.
Que Dios bendiga a Jalil
«El mundo está loco, loco, loco»…y los alemanes parecen haber perdido el juicio…