La diócesis de Almería anda necesitada de liquidez hasta el punto de casi regalar inmuebles diocesanos, es decir, vender muy por debajo del precio inicial.
Tal y como adelanta La Voz de Almería, el obispado que dirige Antonio Gómez Cantero tiene previsto cerrar un acuerdo con el Colegio de Abogados de Almería para venderles un edificio diocesano para que sea la nueva sede de esta entidad.
«A través de una circular informativa recientemente emitida, la junta directiva del Colegio de la Abogacía de Almería informó a los colegiados que se va a proponer a la Diócesis de Almería la adquisición del inmueble situado en la calle Limoneros 22, un edificio que hasta ahora es de la parroquia de Nuestra Señora de Montserrat», se lee en el citado medio local.
Aún está pendiente que el Colegio de Abogados someta la decisión a la Junta General para dar luz verde a la adquisición de este inmueble. Según La Voz de Almería, el precio que ofrece el Colegio de la Abogacía de Almería al Obispado es de más de un millón de euros. En concreto, 1.160.000 euros.
En cuanto a la forma de pago, el Colegio de la Abogacía de Almería abonaría 850.000 euros en la firma de la escritura de compraventa, pagando los 310.000 euros restantes en un plazo máximo de dos años.
La propuesta del Colegio de la Abogacía ya fue comunicada y aceptada por parte del Consejo de Gobierno de la Diócesis de Almería el pasado 12 de febrero.
Inmueble valorado en 4 millones de euros
Este inmueble diocesano llevaba desde hace varios meses a la venta. Cuando salieron a la venta varias inmuebles diocesanos, este fue considerado como «la joya de la corona». Situado a la espalda de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Montserrat, se trata de un edificio que fue construido en 2009 que fue puesto a la venta por 4 millones de euros.
Cuenta con más de 5.000 metros cuadrados y, si bien se vendía como «edificio de oficinas» también tiene en su interior dos viviendas, además de un salón de actos, múltiples despachos y un ascensor. Además, cuenta con 97 plazas de aparcamiento subterráneas en el edificio anexo a la parroquia.