La Comunidad de los Lanceros nos da cuenta de una celebración que el cardenal Osoro presidió en una parroquia en Carabanchel hace pocos días, que ilustra a la perfección el clima que ha sembrado la llegada de Cobo, pisando fuerte, a la diócesis de Madrid.
El cardenal emérito segundo, que cumplirá 79 años en mayo, goza de lucidez casi plena, a pesar de lo que se dice por parte de algunos malintencionados. Algunas lagunas de memoria a corto plazo sí que tiene, sí. Como cualquiera de más de 60, o incluso alguno a los 58, ojo.
Pero oye, sin entrar en muchos detalles, al grano. Resulta que el cardenal Osoro estuvo en Carabanchel, celebrando Misa en San Sebastián Mártir, el 21 de enero.
Alguno de los comentarios que hizo, dejó helados a los presentes: «Cobo me ha traicionado. Igual que los jesuitas».
Le ha traicionado, dice. Y es algo que todo el mundo conoce aunque algunos ignoran. En el clero madrileño es vox pópuli que fue Cobo quien alertó en Roma de que Osoro estaba manejando mal el asunto de las fundaciones, y de que era mejor apartarle cuanto antes del asunto. De hecho, los comentarios de Cobo a Francisco aceleraron un año la aceptación de la renuncia de Osoro, prevista para esta próxima primavera. Trapera o trapense, pero puñalada.
Con lo de los jesuitas, se dice, no se refería al pobre Arana, al que ya no escuchan en Roma (ya se sabe que Francisco da una patada rápido a los que no le sirven, ha hecho suyo rápido eso de «Roma no paga traidores»), sino a Elías Royón SJ, el nuevo susurratore del Papa en España, del que esta comunidad hablará, y mucho, en el futuro. Estén ustedes atentos, que el tema da para mucho. Imagínense ustedes que a Arana le quitan lo único bueno que tenía. Pues eso.
P.D: Otra de las cosas que dijo el bueno de Osoro (otros vendrán que bueno te harán…) es que Cobo «es muy de izquierdas». ¿Y se ha dado cuenta ahora, D. Carlos?