Es el rayo que no cesa. El último bloque en reaccionar negativamente a la bendición de parejas pecaminosas ha sido la Provincia Eclesiástica de Antillas y Guyana, parte de la Conferencia Episcopal Francesa, que comprende las islas de Guadalupe, Martinica, San Bartolomé y San Martín y la Guyana francesa.
Con el título de “Bendecir es animar a hacer el bien”, la nota de la Provincia Eclesiástica de Antillas y Guyana, una orientación de sus obispos y vicarios generales sobre Fiducia supplicans, ofrecen a los fieles una interpretación que, si bien declara aceptar la declaración, se restringe hasta el punto de hacerla totalmente inoperante.
Es decir, es un “sí, pero no”, como han hecho otros obispos y episcopados por todo el mundo. Así, mientras afirman que, “de conformidad con los principios fundamentales de Fiducia Supplicans y para evitar cualquier confusión, los ministros de la Iglesia deben bendecir, sin condiciones previas, a toda persona que individualmente solicitan una bendición espontánea, pero no pueden conferir la bendición a las parejas en situación irregular o del mismo sexo”.
Para dar su negativa, se apoyan en la propia declaración (ambigua hasta el paroxismo), al recordar que la misma “establece explícitamente que las bendiciones litúrgicas “son ritos y oraciones inadmisibles que podrían crear confusión entre lo que constituye el Matrimonio, a saber: la unión exclusiva, estable e indisoluble entre un hombre y una mujer, naturalmente abierta a la generación de los hijos, y lo que la contradice” (n°4) o también: “la Iglesia que no reconoce como legítimo que la unión sexual en el matrimonio no tiene la facultad de dar bendiciones a las uniones entre personas del mismo sexo” (n°5). Asimismo, dicha declaración prohíbe formalmente “promover o planificar un ritual de bendición para parejas en situaciones irregular” (n°38).
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Fiducia Supplicans es herética, y por ello debemos oponernos con firmeza a ese documento y a sus relatores.
Muy mal sintoma que tan pocos obispos se hayan pronunciado en contra de esa locura. Es mal termometro de la situación de la fe de la Iglesia que no uaya habido unanimidad en su rechazo.
No sea usted impaciente, que la cosa va «in crescendo», además de que los que ya lo han hecho pastorean cientos de millones de almas (ya sólo en África está la mayor población de católicos del mundo, tras Hispanoamérica y Europa, donde también está siendo rechazada por conferencias episcopales completas).
A propósito de África : se han opuesto de forma ROTUNDA! Los obispos del África negra ; los del Norte de África, que son para más señas EUROPEOS, Noooo!Es para pensar, no?