Fiducia Supplicans: ¿todavía hay alguien interesado en la salvación de las almas?

Papa Francisco audiencia (Vatican Media)
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(Michel Janva/Le Salon beige)-Gaëtan Poisson, autor de L’homosexualité au risque de la foi – Le témoignage d’un gay qui défend l’Église (La homosexualidad a riesgo de la fe – El testimonio de un gay que defiende a la Iglesia), tras haber elegido la castidad ha sido testigo de la liberación de la hipersexualización impuesta por los LGBT. Ahora reacciona sobre la declaración Fiducia Supplicans:

[…] A la vista de las evoluciones sociales fulgurantes y de la situación cada vez más dolorosa en la que se encuentran la mayoría de los hogares modernos, podría plantearse una nueva cuestión: ¿deben los sacerdotes bendecir siempre, necesariamente, uniones y parejas, sea cual sea su situación vital (pareja de hecho, pareja abierta pero más o menos adicta, pareja heterosexual inmadura, pareja homosexual activa, pareja homosensible, etc.?) Ya puedo oír los gritos de indignación… Pero amigos, ¿no es esencial que cada sacerdote tenga en cuenta la materialidad del proyecto al que aspiran todas estas parejas? ¿Qué valor podría tener una bendición obligatoriamente automática? Se objetará que Fiducia Supplicans exige que los sacerdotes hagan un discernimiento adaptado a cada caso. Sabemos lo que ocurrirá en la práctica.

El nuevo arco iris de las mil y una situaciones maritales, concubinatos y asociaciones más o menos sentimentales, ¿exige que el sacerdote haga de caja registradora? Mi pobre conciencia me dice que no. Por supuesto, la Iglesia no puede, sin renegar de su santo ministerio, excluir de sus dones y protección al menor de nuestros hermanos, sea quien sea. Por otra parte, es curioso exigir, con la impaciencia de un cliente, la prestación de un servicio que necesariamente coincidiría con el estado de nuestra relación de pareja…

«Bendíganos, Padre, porque es la ley». La exigencia moral está ahora firmemente anclada del lado de los tortolitos de todo plumaje, y ya no del lado del sacerdote, que se encuentra ahora aplastado entre dos instancias superiores: la exigencia común, última versión de la common decency… y la vigilancia de la Iglesia institucional, cuya misión es precisamente regular lo que debe regularse en materia de sentimientos religiosos.

Era de temer, y por supuesto ha sucedido muy rápidamente: en cuanto se hizo pública la nota del Vaticano, las asociaciones militantes salieron a la palestra para expresar su amargura en un tono de medias tintas: es cierto que este anuncio representa un cierto paso adelante, pero la doctrina sobre los homosexuales sigue estancada:

«Aunque este cambio es bienvenido, no tranquilizará a los católicos, a quienes se les recuerda constantemente su estado de pecado» (Tribuna colectiva, Le Monde, 28 de diciembre de 2023).

Se mire por donde se mire, parece que Fiducia Supplicans plantea interrogantes: la ayuda real que ofrece en favor de la consideración de la persona homosexual se ve inmediatamente cortada por la reacción polémica que genera: la decisión huele a agenda, a hueso que roer, a jesuitismo y a torpe arbitraje. Mientras que la bendición se ofrece indiscutiblemente a cualquier persona, hetero u homosensible, abrir la posibilidad de una bendición a las parejas «irregulares», precisamente para ayudarles a superar sus insuficiencias morales, sería una contradicción extrema: casi se puede ver, siguiendo la filosofía del texto, como una bendición destinada al desligamiento carnal de la pareja que la solicita. Podría señalarse entonces una verdadera segregación contra los homosexuales, aunque el Vaticano quisiera, con esta declaración, demostrar lo contrario a los ojos del mundo.

Muchos católicos se preguntan ya: ¿por qué milagro ha cambiado la doctrina católica? Por mucho que el nuevo Prefecto para la Doctrina de la Fe asegure la continuidad doctrinal, lo cierto es que todos sus predecesores habían rechazado la posibilidad de bendecir a las parejas consideradas irregulares. Sin embargo, ha sido precisamente unos meses después de su nombramiento, el 1 de julio de 2023, cuando el arzobispo Víctor Manuel Fernández ha publicado este documento. En otras palabras, lo que el cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer nunca pudo hacer, el nuevo prefecto, monseñor Víctor Manuel Fernández, pudo realizarlo de repente: de ahí este extraño tufillo a milagro, que coincide providencialmente con la agenda política de Francisco. De ahí, finalmente, esta inquietante pregunta: ¿no habrá aquí un cierto arreglo ideológico en detrimento del bien de las almas? Dejemos este punto en suspenso, ya que difícilmente podríamos arrojar luz sobre él. Señalemos simplemente que ya es hora de que la Iglesia sea más independiente frente a las presiones reaccionarias o progresistas que se acumulan contra ella y en su seno. Seamos claros: la política del «todo a la vez» nunca será una teofanía. Por el contrario, el Evangelio siempre nos iluminará:

«Que tu palabra sea sí, sí, no, no; todo lo que se le añada viene del maligno». (Mat. 5:37)

Tengamos presente esta severa advertencia, sin caer en el vértigo paranoico. Las Escrituras nos recuerdan que no se debe jugar con las almas, sea cual sea el motivo o la buena intención. La Iglesia no tiene todos los poderes en esta tierra, y debe guardarse de cualquier tentación de arrogancia: cada persona, sea hetero u homosensible, es un reflejo de la imagen de Dios, y como tal es santa. Es así que puede bendecir a cada persona individualmente, o a las parejas según la tradición multisecular de la Biblia.

No nos engañemos: este texto permitirá a muchos prelados y sacerdotes tomarse las pequeñas libertades que ya se toman desde hace tiempo. Lo vimos con la apertura profética del Vaticano II, cuya recepción por el clero nacional estuvo plagada de excesos de interpretación muy perjudiciales. Guardando las proporciones, lo mismo ocurrirá con Fiducia Supplicans.

Terminaré con una pequeña anécdota personal: un día, durante una conferencia, un señor me preguntó si existía un lobby LGBT en el Vaticano. Reconozco que me quedé sorprendido, y recuerdo que respondí que no sabía nada al respecto, a pesar de que el propio Papa Benedicto XVI había mencionado la existencia de dicho lobby. Hoy, al reconsiderar este enigma, tengo que admitir que ya no estoy tan seguro de mi incertidumbre: es evidente que existen grupos de presión LGBT no sólo fuera, sino también dentro del Vaticano. El problema es que la agenda de estas personas da prioridad a los imperativos sociales en detrimento de la primacía espiritual. Sin embargo, es a esta primacía a la que la Iglesia debe remitirse siempre, sin por otro lado rechazar la infinita diversidad de sus hijos.

¿A alguien le interesa todavía la salvación de las almas?

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Comentarios
40 comentarios en “Fiducia Supplicans: ¿todavía hay alguien interesado en la salvación de las almas?
  1. El Papa no trabaja por la salvación de las almas, sino que al confundirlas con sus errores, las pone en el resbaladero de la condenación.
    Y que Francisco se equivoca, se demuestra por ejemplo cuando:
    1- En Amoris Laetitia dice que nadie puede condenarse eternamente (AL 297)
    2- En Amoris Laetitia dice que con cierto discernimiento pueden comulgar los que viven en pecado (AL Nota a pie de página del número 8)
    3- En Fiducia Supplicans dice que se pueden bendecir parejas que viven en pecado.
    4- En muchos otros documentos y discursos (que ahora no me voy a entretener a citar con detalle) promueve la gobernanza mundial y el gran reinicio al estilo del nuevo orden mundial (Laudate Deum, Laudato Si, discurso al foro de Davos, etc).
    4- Reiteradamente afirma que todos los hombres son hijos de Dios.
    5- Y en muchos otros errores que se convierten en sistemáticos de este pontificado.

    1. «Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio. No me refiero sólo a los divorciados en nueva unión sino a todos, en cualquier situación en que se encuentren.» – AL 297

      Cierto es que Francisco no cree en la doctrina católica en muchos puntos. Habla de la «lógica del Evangelio», pero vamos viendo que en realidad es la lógica de Francisco.

      1. Realmente AL es muy complicada de leer, pero realmente hay que leerla a través del Magisterio y Tradición de la Iglesia.

        Lo mismo pasa con las demás escritos del Papa Francisco, sino erraremos en su comprensión.

        FS no se bendice la unión de los homosexuales, o si se bendice pero no se reconoce la vida que lleva esa unión, puesto que lo que se bendice son los valores.

        El Papa Francisco ha introducido la duda, el hagan ruido, el que se hable de todo confrontándolo. Pero algunos discursos suyos han sido muy claros: «No se necesita otra Iglesia protestante», «la mujer no puede ser sacerdote, esa puerta la cerró SJP II», etc….

        1. «Realmente AL es muy complicada de leer pero realmente hay que leerla a través del Magisterio y Tradición de la Iglesia»

          AL no es nada complicada de leer; y es cristalina: no hay forma de leerla a través de nada, y menos del Magisterio y Tradición de la Iglesia, porque hace afirmaciones que son contrarias incluso a dogmas definidos por concilios (como que hay ocasiones en que no se puede dejar de pecar «sin caer en nuevas culpas», lo cual es una herejía). Llega al punto de sacar de contexto frases de papas anteriores para afirmar justo lo contrario que ellos si uno lee el párrafo o el documento original entero. Hay que tener mucho cuajo para afirmar que no comprendemos lo escrito: o bien el Trucho (que es autor de gran parte del texto) no comprendía lo que decían esos papas, ni la doctrina católica, o bien lo hace y, a pesar de ello, no lo acepta, escribiendo lo contrario haciendo trampas.

          1. Las dudas acabaron cuando Francisco cerró el debate, y la boca, a los de la imposible «interpretación en continuidad», haciendo publicar en las «Acta Apostolicae Sedis» que la única interpretación posible era la heterodoxa.

            «FS no se bendice la unión de los homosexuales, o si se bendice pero no se reconoce la vida que lleva esa unión, puesto que lo que se bendice son los valores»

            ¿Está usted llamando mentirosos a Francisco y al Trucho? Tanto en el documento, como en las aclaraciones posteriores, han dejado bien claro que lo que pretenden bendecir son las PAREJAS de adúlteros concubinarios y homosexuales, siendo lo único que las convierte en pareja su unión pecaminosa, sin la cual no son pareja.

            «algunos discursos suyos han sido muy claros»

            Y tan claros: estando él, que llama a Lutero «testigo del Evangelio», ya no se necesita otra Iglesia protestante. Y las sacerdotas son imposibles por Derecho Divino, no porque lo recordara JPII.

        1. No conozco mucho de documentos emitidos desde el vaticano.
          Pero la biblia lo marca todo, cuando se lee sobre la destrucción es Sodoma y gomorra o cuando Jesús mismo destruyo el templo… ¿porqué? Ya lo dijo al Cesar lo del Cesar y a Dios lo que es de Dios.
          Es decir el MALIGNO tratará de cegarnos más de una vez, habrá peleas entre nosotros.
          Y sí pidamos al Dios discernimiento desde el corazón para poder combatir el pecado y no caer en tentación. Ya que el mal penetra hasta los rincones últimos de lo que Dios ha creado.
          No lo destruyas seas del Vaticano o no. Sé crítico en la fé en lo Cristo vino a dar su VIDA por nuestra Salvación y NO seguir cayendo en el pecado.

      1. Léase el
        Prólogo de Juan , ahí viene muy claro quienes son los hijos De Dios .
        Somos criaturas hasta que el bautismo nos da la filiación .
        Vaya , ya he hecho spoiler😂😂. Los católicos sí han de dar testimonio de la fe deben leer y tener cultura , porque os van a comer hasta los de las sectas

    2. COMO EL PAPA-PACHAMAMA, YA ESTÁ CONDENADO, QUIERE CONDENARNOS A LOS CATOLICOS, A LOS CATÓLICOS DE BIEN, ¡NO TEVA ACAER ESA BREVA!

  2. Lo dice claramente el artículo, tenemos por Papa a un jesuita prototípico ¿qué se puede esperar, sino que haga lo que, por desgracia, se han profesionalizado en hacer durante los últimos cien años, que no es otra cosa que destruir la Iglesia católica allí donde están?

  3. La gota que colmó el vaso es la maldita Fiducia Supplicans. Cada vez que la leo, veo una intencionalidad que no es luz del Evangelio, sino mundanidad. Veo hipocresía vestida de «caridad», y un insulto a la inteligencia y a la fe en la verdad y en la revelación de Dios.

    1. El documento ese de las pornobendiciones no se debe leer ni siquiera nombrar por si entrara contaminación por la lengua. Cuidado con seguir leyéndolo, nunca sin agua bendita a mano. No te confíes que a fuerza de repetirlo algo queda. Tu hazte la idea de que vas a leer algo porno, o peor, a la hoguera

  4. «Sacerdote mariano», que Dios es Padre de todos los hombres y que todos los hombres son hijos de Dios no es un invento de Francisco sino doctrina católica y bíblica. «Deuteronomio 32,8-9″Cuando el Altísimo repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos, se fijó las fronteras de los pueblos, según el número de los HIJOS DE DIOS».
    En el numeral 24 del Catecismo de San Pío X _ «Se dice que Dios es Padre: […] 2º. Porque DIOS ES PADRE DE TODOS LOS HOMBRES que Él ha creado, conserva y gobierna. También en el catecismo de Trento para párrocos dice que todos los hombres son hijos de Dios en el sentido de que Dios le da la vida y provee.

    1. «que todos los hombres son hijos de Dios no es un invento de Francisco sino doctrina católica y bíblica»

      Naturalmente que es un invento de Francisco (aunque no es el único que sostiene ese error), pese a ser contrario a la doctrina católica y las Sagradas Escrituras (lea Jn 1,12-13, por ejemplo), que dejan bien claro que todos los seres humanos son criaturas de Dios, creados a su imagen y semejanza (en ese sentido es su Padre), pero que sólo son «hijos de Dios» los que han recibido a Cristo, es decir, los bautizados. Sólo a través del sacramento del Bautismo nos convertimos en hijos de Dios; en hijos adoptivos de Dios en su Hijo unigénito, como afirma inequívocamente el Catecismo de la Iglesia Católica en sus puntos 537, 1250, 1265, 1270 1996 y 1997; o el punto 285 del Catecismo Mayor de San Pío X.

      1. Gracias amigo Catholicvs. Lo ha explicado usted muy bien.
        De hecho, el Concilio de Florencia definió que «con el bautismo…son adoptados por hijos de Dios.» (Dz 712).
        Los no bautizados son criaturas de Dios, pero no hijos de Dios. Dios es el Padre Eterno, Creador de todos los hombres, pero el ser hijos de Dios lo da la fe y el bautismo, y obliga a las buenas obras.
        «A cuantos lo recibieron les dio el poder de ser hijos de Dios.» (Jn 1,12)
        «En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del d i a b l o: todo el que no obra la justicia no es de Dios.» (1 Jn 3,9-10)
        «Sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.» (Gal 3,26)
        También se puede leer en la Carta a los Romanos (Rm 8,14-17) Etc.

  5. En el artículo podemos leer lo siguiente:

    «Por supuesto, la Iglesia no puede, sin renegar de su santo ministerio, excluir de sus dones y protección al menor de nuestros hermanos, sea quien sea».

    «…sin renegar de su santo ministerio EXCLUIR…» Curioso, por decir lo menos. Veamos que nos dice el apóstol Pablo:

    «Os escribí en la carta que no tuvieseis trato con los fornicarios. No digo con los fornicarios de este mundo en general, o con los avaros, ladrones o idólatras, pues entonces tendríais que salir del mundo. Mas lo que ahora os escribo es que no tengáis trato con ninguno que,
    LLAMÁNDOSE HERMANO, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o
    maldiciente, o borracho, o ladrón; con ese tal ni siquiera toméis bocado. Pues ¿qué tengo yo que juzgar a los de afuera? ¿No es a los de adentro a quienes habéis de juzgar? A los que son de afuera los juzgará Dios: “Quitad al malvado de en medio vosotros».

    ES PALABRA DE DIOS.

    1. Por ende, ES FALSO, que la Iglesia no puede, sin renegar de su santo ministerio, excluir de sus dones y protección al menor de nuestros hermanos, SEA QUIEN SEA.

      TODO LO CONTRARIO, LA IGLESIA DEBE EXCLUIR a quien LLAMÁNDOSE HERMANO, esté en situación de pecado, Y SIN PROPÓSITO DE ENMIENDA. De modo que si una pareja de homosexuales se presenta ante un sacerdote buscando bendición, el deber del sacerdote es no solo negarla sino también volver a repetirles (porque ya lo conocen) lo preceptuado en el Evangelio. Y si no quieren oir, pues entonces y parafraseando al mismo Apóstol, «que sus carnes sean entregadas a Satanás a fin de que se salven sus almas».

      1. Perdona Rubén, una persona permanece en la Iglesia aunque esté en pecado, puede recibir gracias de Dios, puede ir a misa todos, los días o solo los domingos y fiesta de guardar, puede honrar a sus padres. Dios no excluye a nadie de su lado por eso cualquier persona puede hacer cosas buenas, aún permaneciendo en pecado, puede estar bautizada y confirmada. Dios siempre espera; cualquier persona hasta el último segundo de su vida puede volver su vista a Dios y pedir su perdón. Pero una persona en pecado solo se auto excluye de tomar la Eucaristía, peri sigue perteneciendo a la Iglesia y Dios jamás le retira todas sus gracias.

        1. «…una persona permanece en la Iglesia aunque esté en pecado, puede recibir gracias de Dios»

          ¿En serio? Veamos lo que, al respecto, dice el Catecismo Mayor de San Pío X (mucho más didáctico y comprensible que el de 1997), que algo más que usted sabía del tema:

          «166.- ¿En qué consiste el cuerpo de la Iglesia? – El cuerpo de la iglesia cosiste en lo que tiene de visible y externo, ya en la asociación de los congregados, ya en el culto y ministerio de la enseñanza, ya en su orden exterior y gobierno.

          167.- ¿Basta para salvarse ser como quiera miembro de la Iglesia Católica? – No, señor; no basta para salvarse ser como quiera miembro de la Iglesia Católica, sino que es necesario ser miembro vivo.

          168.- ¿Cuáles son los miembros vivos de la Iglesia? – Los miembros vivos de la Iglesia son todos y solamente los justos; a saber, los que están actualmente en gracia de Dios.

          169.- ¿Y cuales son los miembros muertos? – Miembros muertos de la…

          1. …Iglesia son los fieles que se hallan en pecado mortal.

            173.- ¿Se salvaría quien, siendo miembro de la Iglesia Católica, no practicase sus enseñanzas? – Quien, siendo miembro de la Iglesia Católica, no practicase sus enseñanzas, sería miembro muerto y, por tanto, no se salvaría, pues para la salvación de un adulto se requiere no sólo el bautismo y la fe, sino también obras conformes a la fe».
            Y eso suponiendo que los susodichos pecadores simplemente vivan de forma inmoral, pero sin negar ningún punto de la doctrina católica y la moral que se deriva de ella, en cuyo caso ni siquiera serían católicos.

            «Dios no excluye a nadie de su lado»

            ¿Que no? ¿Usted no ha leído los Evangelios? Dios no excluye a nadie que se arrepienta de sus pecados. A quienes no, no sólo sí los excluye, sino que les tiene destinado el infierno eterno si mueren impenitentes.

            «cualquier persona puede hacer cosas buenas, aún permaneciendo en pecado»

            La Iglesia…

          2. …siempre ha enseñado que las obras buenas de lo pecadores no son meritorias ni procuran su salvación. Y entre esas obras buenas no se encuenta ser PAREJA adúltera, concubinaria u homosexual, que es lo que se pretende bendecir (lo pone negro sobre blanco en «Sodoma lubricans»).

            «Dios jamás le retira todas sus gracias»

            Veamos qué dice al respecto Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia:

            «El pecado mortal separa al hombre de Dios, y lo deja, si es cristiano, como un miembro muerto del Cuerpo místico de Cristo, como un sarmiento de la santa Vid que está muerto, sin vida y sin fruto; lo desnuda del hábito resplandecien­te de la gracia, y profana el Templo vivo de Dios. Por él se pierden todos los méritos adquiridos por las buenas obras –aunque la vuelta a la gracia puede hacerlos revivir» (STh 111,89,5).

          3. Gracias CATHOLICVS por tu gran defensa de la fe y solo me gustaría agregar contra la temeraria afirmación de que

            «Dios jamás le retira todas sus gracias»

            estos otros artículos del Catecismo de San Pio X:

            952. ¿Qué es pecado mortal? – Pecado mortal es una transgresión de la ley divina, por la que el pecador falta gravemente a los deberes con Dios, con el prójimo o consigo mismo.

            953. ¿Por qué se llama mortal? – Llámase mortal porque da muerte al alma, HACIÉNDOLA PERDER LA GRACIA SANTIFICANTE, que es la vida del alma, como el alma es la vida del cuerpo.

            954. ¿Qué daños causa al alma el pecado mortal? – El pecado mortal PRIVA AL ALMA DE LA GRACIA Y AMISTAD DE DIOS; le hace perder el cielo; LA DESPOJA DE LOS MÉRITOS ADQUIRIDOS E INCAPACITA PARA ADQUIRIR OTROS NUEVOS; la sujeta a la esclavitud del demonio; la hace merecedora del infierno y también de los castigos de esta vida.

            Mucho me temo que la fe de Gárgola no es todo lo católica que el cree.

          4. Y respecto a la afirmación de que

            «cualquier persona puede hacer cosas buenas, aún permaneciendo en pecado»

            el art. 954 del Catecismo de San Pío X que transcribí en mí post previo, claramente dice que el pecado mortal despoja al pecador de los méritos adquiridos Y LO INCAPACITA PARA ADQUIRIR OTROS NUEVOS.

            Las obras «buenas» que haga alguien que se halle en pecado mortal no le aprovechan para mucho que digamos.

            La mejor buena obra que puede hacer quien se encuentra en pecado mortal es arrepentirse (con propósito de enmienda) y confesarse. Con ello entra nuevamente en amistad con Dios (vuelve a estar en gracia), le son restablecidos los méritos que pudo haber adquirido antes de pecar mortalmente y queda habilitado para otros nuevos.

          5. Je je je.

            Habéis sacado medio catecismo para contestarme.

            Yo estoy de acuerdo con todo lo que enseña el Catecismo.

            Pero sólo os hago una pregunta: ¿qué mueve a un católico en pecado mortal a confesarse?.

          1. Mi hermana, que está en Ushuaia, dice que allí también lo han oído y que se ha sentido en toda la Argentina…

  6. Todo esto de las bendiciones. es algo totalmente innecesario. Lleva a la confusion mas absoluta.

    La pareja homosexual, o irregular (divorciados vueltos a casar, o en cualquier otra situacion), si van a recibir la bendicion (habra que ver quien lo da y como lo da), puede sentirse justificada, lo cual es un absoluto error. Lo mas grave es que al sentirse la pareja digamos bendecida, pueden pensar que como Dios es tan bueno, se pueden salvar sin mas.

    Para salvarse hay que estar libre de pecado mortal. Esto se dice o no ?. El infierno existe, y no lo digo yo, lo dijo el mismo Jesucristo.

    El decir que uno piensa que el infierno esta vacio, es otra barbaridad. Cuidado con las palabras, y segun de quien provengan, puede dar de pensar que como el infierno no existe puedo seguir pecando.

    Para salvarse, hay que estar en gracia, el infierno es para quien muere en pecado mortal sin haberse arrepentido. A ver si alguien de la Iglesia lo dice claramente…….. Esperemos

  7. Todo lo que vaya en contra de la salvación de las almas, hay que rechazarlo ipso facto, venga de quien venga. Y negarse rotundamente a no luchar por las almas.

    Vamos, que hay que hacer mucho proselitismo, sí.

    Y en otro orden de cosas, si alguien quiere darle algún uso práctico a ese documento asqueroso y abominable, aporto una idea: que se utilice para alimentar el fuego de la chimenea cuando haga frío después de haberlo roto en 1000 pedazos.

  8. Todo lo que se diga en contra de la salvación de las almas, hay que rechazarlo ipso facto, venga de quien venga.

    Vamos, que hay que hacer todo lo contrario a lo que dice Francisco: hacer mucho proselitismo, en constante oración para que se salven, y practicando las obras de misericordia.

    Y en otro orden de cosas, si alguien no sabe qué uso práctico darle a ese documento asqueroso y abominable, doy una idea: utilizarlo para alimentar el fuego de la chimenea cuando haga frío, después de haberlo roto en 1000 pedazos.

      1. Les llama a confesarse… previo arrepentimiento de sus pecados y propósito de la enmienda. Si no, la confesión no sirve para nada. Desde luego, a lo que no les llama es a que vayan a hacer el paripé a un templo para implementar la «Sodoma lubricans» con la que pretenden «bendecir» lo que Dios maldice: el pecado (que es lo único que hace que esas «parejas» que el documento pretende que se «bendigan», lo sean).

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