Está previsto que Gustavo Manuel Larrazábal tome posesión como obispo de Mar de Plata el próximo 20 de enero.
La Nunciatura en Argentina se ha visto obligada a emitir un breve comunicado para mostrar su total apoyo y respaldo a Gustavo Manuel Larrazábal, obispo electo de la diócesis de Mar de Plata.
Durante estos últimos días circula por la prensa argentina una acusación de una mujer contra el obispo Larrazábal a quien acusa de abusos sexuales. La Nunciatura ha asegurado que «el Santo Padre y la Santa Sede tienen plena confianza en la persona de Monseñor Gustavo Manuel Larrazábal, obispo electo de Mar de Plata». Así mismo, la propia Nunciatura ha lamentado «los rumores que circulan» y asegura que «no tienen fundamento».
Según el diario ‘La Capital’ de Mar de Plata, existe «mucha preocupación» ante la próxima toma de posesión de Larrazábal como obispo de Mar de Plata. Este medio habla de la existencia de denuncias en su contra por los supuestos delitos de acoso y abuso de poder, registrados entre 2007 y 2013, pero que se reflotaron y salieron a la luz en estas horas, a partir del hecho de que la denunciante es una marplatense, actualmente radicada en Ciudad de Buenos Aires.
“Es real que hay malestar y preocupación y teniendo en cuenta que es un tema más que delicado, el debate se intensificó en estas horas tanto en ámbitos laicos como eclesiásticos, trascendiendo incluso las esferas de Mar del Plata”, reconoció una fuente eclesial consultada por La Capital ante la inmediata toma de posesión del misionero claretiano de 62 años.
La mujer, de 56 años, denunció que los hechos ocurrieron en Buenos Aires entre 2007 y 2013, tras lo cual el religioso fue trasladado a Mendoza, provincia en la que nació el 31 de enero de 1961 en la ciudad de San José, departamento de Guaymallén.
Este medio cita a fuentes confidenciales quienes aseguran que la denuncia llegó a la propia Nunciatura quien ahora en un comunicado niega la mayor y habla de «rumores que no tienen fundamento».
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Argentina está religiosamente «hipotecada»….
Si Brgoglio lo defiende a su nuevo obispo, de su confianza, ya sabemos que es fruta podrida.
Exactamente, ese es el criterio; si es defendido por Bergo es que es malo
«Yo no te creo» si se trata de un caso que podría perjudicar a la jerarquía actualmente en el poder?
Exacto: cuando no son amiguetes o de su cuerda, no tachan de falsas las acusaciones contra sacerdotes, obispos, cardenales y hasta laicos (Cardenal Pell, Arzobispo Aupetit, José María Martínez Sanz -caso Gaztelueta-, etc.), aunque sean falsas, sino que les destituyen «preventivamente» sine die, y, según el caso, tiran de chequera (con el dinero que han apartado todos los fieles) para que el acusador, aunque sea un calumniador, no ponga en riesgo el sillón o «prestigio» del «comprensivo destituidor».