El arzobispo electo de Bamberg, Herwig Gössl, es uno de los descontentos con Fiducia supplicans, pero en la dirección contraria a los africanos: le sabe a poco y espera que Roma abra del todo la mano y deje de considerar pecado grave las relaciones homosexuales.
Ante la publicación de Fiducia supplicans, el arzobispo de Bamberg concluyó que «si podemos bendecir este tipo de uniones, habría que desarrollar la doctrina para que los actos homosexuales ya no sean considerados un pecado grave», dijo Gössl al Süddeutsche Zeitung, con una concepción verdaderamente peculiar de un ‘desarrollo doctrinal’ a la carta.
Según el futuro arzobispo de Bamberg, los afectados también hubieran preferido una declaración más clara. «Creo que este no es el final del debate», añadió.
Gössl recibió con satisfacción la declaración de Doctrina de la Fe, porque por primera vez aclara que se puede bendecir a las parejas homosexuales y a los adúlteros impenitentes en la Iglesia católica, cumpliendo la exigencia de muchos creyentes.
El clérigo fue nombrado por el Papa Francisco el 9 de diciembre como sucesor del arzobispo de Bamberg, Ludwig Schick. La inauguración es el 2 de marzo.