Este pasado fin de semana se dejaron ver los primero copos de nieve en la sierra madrileña. La nieve llegó a caer entre la noche del viernes al sábado en el Valle de los Caídos.
Nieve, hielo, viento y frío es lo que se encontraron en el Valle de los Caídos quienes fueron a Misa o a visitar la Basílica el sábado. Este episodio de nevadas y frío coincidió casualmente con un problema eléctrico que afectó a la Basílica y al Monasterio, dejando sin luz a los monjes y también sin calefacción.
La Misa del sábado, día de la Epifanía del Señor, se celebró en penumbra. Las luces de emergencia de la Basílica posibilitaron que se pudiera celebrar la Santa Misa, aunque esas luces de emergencia se apagaron también hasta en un par de veces dejando la Basílica a oscuras por completa durante algunos segundos en plena Misa.
El domingo la situación también fue compleja para los monjes Benedictinos. Los fieles que acudieron a Misa de 11 se encontraron con la sorpresa de que la Misa en la Basílica fue suspendida a causa de los cortes de luz. Los que tuvieron suerte y pudieron acceder dentro del Valle, fueron a Misa de 11 en la capilla que tienen los monjes dentro del Monasterio. La escasa capacidad de la capilla obligó a que muchos fieles tuvieran que darse la vuelta al llegar a la puerta de acceso del Valle de los Caídos.
La Misa de 11 en la capilla del Monasterio fue amenizada por antiguos miembros de la Escolanía del Valle de los Caídos. La Misa se celebró sin luz, con las contraventanas abiertas para dejar pasar la luz natural y con velas. En varios momentos de la Misa la luz hizo amago de volver pero apenas duraba unos segundos.
Estos cortes de luz también han dejado sin calefacción a los monjes benedictinos, alguno de ellos de edad avanzada, que han tenido que pasar estas noches de temperaturas gélidas sin calefacción.
Por suerte, tras dos días sin luz, parece que Patrimonio Nacional ya se ha dignado a arreglar el problema y la luz ha vuelto al Valle de los Caídos durante la mañana de este martes.