A pesar del revuelo y el escándalo que causó que tardase menos de 24 horas en salir a bendecir a una pareja homosexual que no vive según las enseñanzas de la Iglesia, el sacerdote jesuita ha concedido una entrevista para justificar su actuación.
En declaraciones a Fanpage.it el controvertido sacerdote estadounidense defiende que actuó según la declaración Fiduca supplicans al impartir «una bendición informal, dada sin usar vestimentas litúrgicas, no en una iglesia y sin usar ningún «rito» o «ritual» en particular».
El sacerdote jesuita y consultor de la secretaria de comunicación de la Santa Sede, declaró que esa polémica bendición «fue bastante espontánea» ya que «la pareja no se puso en contacto conmigo hasta la noche anterior». «Así que no tuve miedo, ya que estaba siguiendo las directrices del Vaticano. Más bien fue una ocasión de alegría, especialmente por parte de la pareja», añade el sacerdote.
A pesar de lo que muchos otros piensan, James Martin no cree que el Vaticano vaya a ir más lejos con este asunto ya que «el cardenal Fernández, en el comunicado, afirma que es la última palabra sobre este tema en particular, pero en otras áreas que conciernen a las personas LGBTQ la Iglesia aún podría expresarse».
James Martin ya trata de marcar el paso al Vaticano para futuras acciones. Quiere que la Santa Sede se oponga públicamente a las llamadas «terapias de conversión», porque según él «son muy dañinas para las personas LGBTQ». Según el sacerdote jesuita, Roma puede seguir emitir otra declaración contra la terapia de conversión y la violencia contra los homosexuales, ya que «no requerirían un cambio en las enseñanzas de la Iglesia».
Preguntado por la definición que hace el catecismo de la Iglesia sobre los actos homosexuales, de los que dice que son «intrínsecamente desordenados», Martin se defiende alegando que «muchos cardenales y obispos se han opuesto recientemente a esta definición del catecismo. Pero por ahora, la declaración sobre las bendiciones de las parejas del mismo sexo simplemente reconoce el anhelo de estas parejas católicas por la presencia de Dios en sus vidas».
¿Son culpables el Papa y Tucho Fernández del escándalo de James Martin?