El obispo auxiliar emérito de Hildesheim Nikolaus Schwerdtfeger (75) fue atacado y gravemente herido en su casa cerca de Hannover.
El obispo está siendo tratado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital tras los golpes que recibió a manos del asaltante. Según los medios alemanes, el sábado por la noche el obispo abrió la puerta a un hombre que tocó el timbre para pedir ayuda. Pero entonces el hombre insultó al obispo, lo golpeó violentamente en la cara y luego huyó. Schwerdtfeger se cayó durante el ataque y se rompió dos costillas. También le cosieron una herida en la cara. En declaraciones a un medio alemán, el obispo ha dicho desde el hospital que «tuvo suerte suerte a pesar de mi desgracia».
En un comunicado, la diócesis confirma que el obispo Wilmer y el obispo auxiliar Heinz-Günter Bongartz visitaron a Schwerdtfeger en el hospital en la tarde del domingo y tuvieron la impresión de que el obispo auxiliar emérito está en camino de recuperación.
“En esta situación, la gente de la diócesis de Hildesheim está muy cerca del obispo auxiliar Schwerdtfeger. Le deseamos una pronta recuperación y oramos por él”, dijo el obispo Wilmer después de la visita.
Recién jubilado
Schwerdtfeger cumplió 75 años el 1 de octubre y al día siguiente el Papa Francisco aceptó su dimisión por motivos de edad. Fue obispo auxiliar durante 28 años y, tras la dimisión por motivos de edad del obispo Norbert Trelle en otoño de 2017, dirigió la diócesis de forma interina durante casi un año hasta que asumió el cargo el actual obispo Heiner Wilmer.
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No conozco nada de este obispo, pero si Bergoglio le hizo la aceptación de renuncia express, probablemente es de los pocos católicos que quedan en Alemania.
He pensado loismo que el comentario anterior.
¡Debe ser un buen obispo!
Pienso lo mismo que vosotros dos, debe de ser un buen obispo de Dios, por eso ha sido atacado. Que El señor lo bendiga. Amén