Una mujer ha acusado al difunto obispo de Lausana, Ginebra y Friburgo, Bernard Genoud, fallecido en 2010, de haberla agredido sexualmente repetidamente cuando era profesor.
La mujer, de 19 años cuando ocurrieron los hechos, informó del caso al actual obispo Charles Morerod a principios de diciembre , añadiendo que “estuvo a punto de morir por el peso del abuso”.
El comunicado de la diócesis recuerda que Genoud ya no está en condiciones de defenderse, pero que es tarea de la iglesia no dejar sin respuesta el sufrimiento de las víctimas. Es posible que “otras personas también sean aplastadas bajo el peso de un silencio insoportable”. El obispo los invita a testificar.
Bernard Genoud nació en Chatel-St-Denis en 1942 y entró en el seminario de Friburgo en 1963. Durante y después de sus estudios enseñó en varios colegios eclesiásticos y seminarios en Friburgo, Bulle y Givisiez. El periódico «Le Nouvelliste» informa que la presunta víctima asistía a clases de filosofía con Genoud en el College du Sud de Bulle.
En una entrevista concedida al portal «kath.ch», monseñor Morerod asegura que su predecesor Genoud era también amigo suya. Nunca le creyó capaz de cometer abusos sexuales. Genoud fue su profesor en la escuela secundaria. «También me daba cuenta de que tenía una relación fácil con las mujeres jóvenes. Pensé que eso era bueno, ¿por qué no deberían tener ellas también el derecho de hablar con un sacerdote? No hay que tener miedo de las mujeres jóvenes».
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Es una vergüenza acusar a obispos difuntos y es una vergüenza que el obispado aliente estas acusaciones.
Y lo despreciable de este caso es que esa mujer supuesta víctima diga que fue en el 2010.
Dan asco.
¡Halaaaa! Acusando a difuntos. Una vez q se abre la veda…
La denuncia de estos hechos siempre es delicada, ya que es difícil probarlos y pueden dar pie a reclamaciones infundadas y abusivas. Ocurre también que la víctima puede quedar damnificada para el resto de su vida e impedida para denunciar los hechos, a veces durante un tiempo prolongado. En todo caso, el fallecimiento del hipotético agresor no borra la supuesta falta ni tampoco el daño, sino tan solo su responsabilidad penal, que es estrictamente individual. Por ello estimo preferible una atenta escucha al testimonio de esta mujer, recabando además testimonios de otras personas que tuvieron contacto con el obispo fallecido para poder actuar en consecuencia.
«la víctima puede quedar damnificada para el resto de su vida»
Incluso suponiendo que realmente sea una víctima, y no otro caso de calumnia para sacar tajada y/o para atacar a la Iglesia, como ya ha explicado Checa DEMOCRÁTICA, «el delito prescribe con la muerte del acusado». ¿Que le den dinerito ya hace que no quede «damnificada para el resto de su vida»?
«el fallecimiento del hipotético agresor no borra la supuesta falta ni tampoco el daño»
¿Qué falta? Hasta que no se demuestre no hay ninguna falta. Además, la muerte del «acusado» (que no del «culpable») no es una hipótesis: es un hecho, a diferencia de la acusación, que sólo podrá ser tenida por cierta cuando se demuestre. Ya no sólo es que el acusado no tenga que demostrar su inocencia (todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario), sino que, además, es imposible.
«responsabilidad penal, que es estrictamente individual»
Igual de individual que el presunto daño.
«Igual de individual que el presunto daño.»
No señor; la responsabilidad penal es individual porque en la actualidad nadie puede ir a la cárcel para cumplir la pena impuesta a otra persona, mientras que el dolor del daño tiene frecuentes repercusiones familiares y sociales. No por casualidad existen asociaciones de víctimas de determinados delitos, que agrupan a más personas que las directamente damnificadas: cónyuges, hijos, padres, hermanos, etc.
Pero esto qué es? una nueva forma de sacar «pasta»? En derecho penal español, el delito prescribe con la muerte del acusado… Qué pasa con los derechos penales de otros países… Y el derecho canónico?… Además el finado «presunto» obseso, depredador o lo que sea, no puede levantar ni la cabeza para decir algo… Esto me resulta un pitorreo, leñe!