El Papa pide valorar «el silencio, la sobriedad y la escucha»

Papa Francisco
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Desde el balcón de san Pedro, el Papa Francisco ha pedido en este segundo Domingo de Adviento que nos liberemos «de lo superfluo, para excavar en profundidad dentro de uno mismo».

Francisco ha remarcado que «solo si, a través del silencio y la oración hacemos espacio a Jesús, que es la Palabra del Padre, sabremos liberarnos de la contaminación de las palabras vanas y de la palabrería».

En ese sentido, ha reiterado que «el silencio y la sobriedad – en las palabras, en el uso de las cosas, de los medios y de las redes – no son solo “adornos” o virtudes, son elementos esenciales de la vida cristiana».

Tras el rezó del Ángelus, el Papa ha hecho mención al 75 aniversario de la firma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. «Esta es como una vía maestra, sobre la que se han dado muchos pasos adelante, pero faltan todavía tantos, y a veces, desafortunadamente, se vuelve atrás», dijo el Pontífice.

Les ofrecemos las palabras completas del Papa durante el Ángelus:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En este segundo domingo de Adviento el Evangelio nos habla de Juan el Bautista, el precursor de Jesús (cf. Mc 1,1-8), y nos lo describe como «voz del que grita en el desierto» (v. 3). El desierto, lugar vacío, donde no se comunica, y la voz, medio para hablar, parecen dos imágenes contradictorias, pero en el Bautista se conjugan.

El desierto. Juan predica allí, a orillas del río Jordán, cerca del punto en el que su pueblo, muchos siglos antes, entró en la tierra prometida (cf. Jos 3,1-17). Haciendo así es como si dijera: para escuchar a Dios debemos volver al lugar en el que durante cuarenta años Él acompañó, protegió y educó a su pueblo, en el desierto. Este es el lugar del silencio y de la esencialidad, donde uno no puede permitirse entretenerse con cosas inútiles, sino que es necesario concentrarse en lo que es indispensable para vivir.

Y esto es un reclamo siempre actual: para proceder en el camino de la vida es necesario despojarse del “de más”, porque vivir bien no quiere decir llenarse de cosas inútiles, sino liberarse de lo superfluo, para excavar en profundidad dentro de uno mismo, para captar lo que es verdaderamente importante ante Dios. Solo si, a través del silencio y la oración hacemos espacio a Jesús, que es la Palabra del Padre, sabremos liberarnos de la contaminación de las palabras vanas y de la palabrería. El silencio y la sobriedad – en las palabras, en el uso de las cosas, de los medios y de las redes – no son solo “adornos” o virtudes, son elementos esenciales de la vida cristiana.

Y vamos a la segunda imagen, la voz. Esta es el instrumento con el que manifestamos lo que pensamos y llevamos en el corazón. Entendemos entonces que está muy vinculada con el silencio, porque expresa lo que madura dentro, de la escucha de lo que el Espíritu sugiere. Hermanos y hermanas, si no se sabe callar, es difícil que se tenga algo bueno que decir; en cambio, cuanto más atento es el silencio, más fuerte es la palabra. En Juan el Bautista esa voz está ligada a la autenticidad de su experiencia y a la limpidez de su corazón.

Podemos preguntarnos: ¿Qué lugar tiene el silencio en mis días? ¿Es un silencio vacío, tal vez opresivo, o un espacio de escucha, de oración, donde custodiar el corazón? ¿Mi vida es sobria o llena de cosas superfluas? Incluso si quiere decir ir a contracorriente, valoremos el silencio, la sobriedad y la escucha. Que María, Virgen del silencio, nos ayude a amar el desierto, para convertirnos en voces creíbles que anuncian su Hijo que viene.

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Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas:

Hace 75 años, el 10 de diciembre de 1948, se firmaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta es como una vía maestra, sobre la que se han dado muchos pasos adelante, pero faltan todavía tantos, y a veces, desafortunadamente, se vuelve atrás. ¡El compromiso con los derechos humanos nunca se acaba! A este respecto, estoy cerca de todos aquellos que, sin proclamas, en la vida concreta de cada día luchan y pagan en persona por defender los derechos de los que no cuentan.

Me alegro por la liberación de un número significativo de prisioneros armenios y azeríes. Contemplo con gran esperanza esta señal positiva para las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán, para la paz en el Cáucaso meridional, y animo a las partes y a sus líderes a concluir cuanto antes el Tratado de paz.

Dentro de algunos días se concluirán los trabajos de la COP 28 sobre el clima, que se están llevando a cabo en Dubái. Os pido que recéis para que se llegue a buenos resultados para el cuidado de nuestra casa común y la tutela de las poblaciones.

Y continuamos rezando por las poblaciones que sufren a causa de la guerra. Vamos hacia la Navidad: ¿seremos capaces, con la ayuda de Dios, de dar pasos concretos de paz? No es fácil, lo sabemos. Ciertos conflictos tienen raíces históricas profundas. Pero tenemos también el testimonio de hombres y mujeres que han trabajado con sabiduría y paciencia por la convivencia pacífica. ¡Sigamos su ejemplo! Hagamos todo lo posible por afrontar y eliminar las causas de los conflictos. Y mientras tanto – a propósito de los derechos humanos – que se proteja a los civiles, los hospitales y los lugares de culto, que se libere a los rehenes y se garantice la ayuda humanitaria. No nos olvidemos de la martirizada Ucrania, Palestina, Israel.

Aseguro mi oración también por las víctimas del incendio ocurrido hace dos días en el hospital de Tívoli.

Os saludo con afecto a todos vosotros, romanos y peregrinos de Italia y de otras partes del mundo, en particular a los fieles de San Nicola Manfredi, a los scout adultos de Scafati y a los grupos de jóvenes de Nevoli, Gerenzano y Rovigo.

Os deseo a todos un feliz domingo. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

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Comentarios
20 comentarios en “El Papa pide valorar «el silencio, la sobriedad y la escucha»
  1. El silencio que debemos valorar es el de Francisco. ¡Que se calle de una vez!
    Lo que necesitamos es un pontífice que predique con valentía la doctrina católica, y que cesen las enseñanzas erráticas y los discursos ideológicos de Francisco.

    1. Bergoglio nos dice: «valoremos el silencio, la sobriedad y la escucha».
      ¿Cómo es posible que siendo él un sordo, nos predique que tenemos que oír?
      No oye la palabra de Dios.
      Y en cuanto a lo otro… … … …

  2. Lo del silencio estaría bien si se lo aplicara en primer lugar a el. Y que pesadilla está con el clima, cualquiera diría que es el mayor problema De la Iglesia…

  3. «El Papa pide valorar ‘el silencio, la sobriedad y la escucha'»

    Pues no parece que él lo valore mucho, pues no se calla ni debajo del agua, opinando de lo divino y de lo humano (sobre todo de lo humano, y, en concreto, de aquello de lo que no tiene ni idea, de lo que debería guardar SILENCIO); ni está dispuesto a volver a los viejos y SOBRlOS apartamentos papales del Palacio Apostólico, pues prefiere seguir viviendo en el confortable (y carísimo de mantener) hotel de lujo donde actualmente reside; ni parece que haya decidido, por fin, recibir en audiencia y ESCUCHAR a los cardenales de las dubia. En definitiva, nuevamente asistimos a su habitual «consejos vendo, que para mí no tengo».

    1. El «hotel carísimo de mantener» en que se aloja Francisco es la residencia de Santa Marta, donde se alojan los cardenales y algunos obispos que visitan Roma. El Santo Padre ocupa allí una de las más de cien habitaciones existentes.
      Como usted es riguroso en sus afirmaciones y sanciona con gravedad la difamación, lo que le honra, le agradeceré que escriba el vínculo al sitio web donde figura el cálculo económico que permite sostener una afirmación de tal calibre, esto es, que el hecho de alojarse Francisco en Santa Marta le cueste a la Iglesia mucho más que si residiera en el Palacio Apostólico. Sin duda ese cálculo existe, porque no se trata de la primera vez que usted utiliza ese argumento.

      1. «…donde se alojan los cardenales y algunos obispos que visitan Roma»

        Sí: donde se alojaban los cardenales cuando había cónclave una vez en la vida, o, como dice usted, alguno de visita que estaba varios días. Igualito que tenerlo a pleno rendimiento todos los días del año con Francisco de huésped fijo y toda la corte pontificia revoloteando por allí, mientras los apartamentos papales del Palacio Apostólico hay que seguir manteniéndolos, aunque no los use. Vamos, gasto doble (y uno de ellos carísimo). ¡Viva la sobriedad! Y es que, como digo siempre, aparentar «pobreza» sale muy caro (ésto también va por los ornamentos empleados por los «pobristas»: los antiguos están amortizados, pero es mejor ir con una birria moderna… pero cara, para aparentar «sobriedad»).

        «ocupa allí una de las más de cien habitaciones existentes»

        ¡Sólo faltaba que cambiara cada día! El resto de los servicios del hotel de lujo (no sólo su cama), ¿quién los paga?

        1. «Como usted es riguroso en sus afirmaciones y sanciona con gravedad la difamación, lo que le honra, le agradeceré que escriba el vínculo al sitio web donde figura el cálculo económico…»

          Pero, ¿qué difamación ni qué niño muerto? ¿De verdad necesita usted las facturas de la luz o la nómina de los empleados para saber que dos residencias papales (la que usa y la que no usa) cuestan más que una sola, siendo una de ellas, además, un hotel entero, aunque sólo ocupe un cuarto para dormir? En fin…

      1. hIDASPES,

        Sí, yo entiendo que se refiere a silencio interior. A escucha de la Palabra en nuestra habitación más secreta. Y ese silencio no excluye la evangelización sino todo contrario, nos mueve a ella.

        1. ACS, impagable su labor de suprema exégeta de las declaraciones pontificias. Como si su trayectoria de errores constantes y sostenidos (a uno por cada comentario) le respaldase como autoridad con cátedra.

          1. ACS, igual que sus peregrinas ocurrencias sobre la fe católica son sólo suyas. Pero no se priva de difundirlas.

            Pues el resto igual.

    1. ACS Araceli Campos Sarmiento. ¿Te lleva a la reflexión dices? No lo comprendo muy bien, ya que siempre que se te vorrige, tú permaneces en us trece, sin reconocer que te equivocas, y acusando a todo el mundo de que te maltrata.

  4. Bergoglio no se calla ni debajo del agua, con lo que está queriendo decir que LOS DEMÁS se callen la boca y no se quejen cuando él dice disparates o toma decisiones despóticas (como quitarle la diócesis a Strickland por ser católico).

    1. Creo que ha dado usted en el clavo, Aliseya… el Sumo Pontìfice quisiera que todos nos callàramos y obedecièramos a sus abundantes admoniciones… Querido Sumo Pontìfice, como argentina conozco tan bien esas admoniciones y deseos de los dirigentes peronistas… si han llegado al extremo de perseguir y clausurar periòdicos y radios… !!! Gracias al Cielo ahora tenemos las redes, que nos permiten expresar nuestros deseos de seguir a Cristo, Camino, Verdad y Vida, y a Su verdadera Iglesia, Una, Santa, Catòlica, Apostòlica, Romana…!

  5. Es como el presidente de mi país México, diario tiene un ´programa de tv, donde sale a vomitar ocurrencias y estupideces, diario tener que llenar un espacio, pues se cae, en lo absurdo, Bergoglio, Papa Francisco, le pasa igual, tengo que salir y cumplir con una agenda del NOM, y medio cubrirla de apariencia católica, mencionar a DIOS, mas el adoctrinamiento debe estar presente.

    Difícil continuar encubriendo su verdadera cara, asi es el enemigo falso HIPOCRITA!

    Que dolor hablar asi de nuestro papa, simpre recordar, que padro debe ser cimiento de FE solida, No piedra de tropiezo.

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