Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI a la que pertenece el Colegio Mayor Pío XII, se plegó a las exigencias de Moncloa y exigió a los residentes que evitaran cualquier acto de protesta contra el presidente del Gobierno.
Ayer martes, Pedro Sánchez participó en un acto en el auditorio de la Fundación Pablo VI. A pesar de los intentos de la Fundación católica para acallar cualquier mínimo atisbo de protesta y malestar, no pudieron evitar que Sánchez fuera recibido al grito de «traidor» y de «hijo de puta». Tampoco el descomunal despliegue policial pudo evitar que el pueblo español volviese a expresar su desafección hacia su persona.
Lo más insólito, es la carta que Jesús Avezuela envió a trabajadores y residentes del Colegio Mayor. En esa carta, Avezuela reconoce que las medidas de seguridad del presidente del Gobierno «han sido reforzadas, lo que obliga a todos -residentes, colegiales y personal de la casa- a no realizar ningún acto que nos pueda comprometer no de manera institucional ni personal».
El director de la Fundación Pablo VI les pide que mantengan «la prudencia para evitar cualquier tipo de sanción administrativa». Jesús Avezuela afirma que «por indicaciones de la policía se nos ha pedido que no abramos las ventanas durante el citado espacio de tiempo».
Desde la Fundación Pablo VI se excusan y señalan a que ellos solo cumplen con las órdenes de la seguridad de Moncloa. La Policía llegó a cortar las dos calles a las que da acceso el complejo, en el momento en el que llegó la comitiva presidencial, tanto para conductores como para viandantes. Impidiendo así el libre derecho de circulación a los ciudadanos.