Condenan a cadena perpetua a un cura de EE.UU por abusos sexuales a menores

Michael Zacharias Michael Zacharias, sacerdote condenado a cadena perpetua
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Un tribunal de Ohio condenó el viernes al sacerdote Michael Zacharias, de 56 años, a cadena perpetua por cinco cargos relacionados con tráfico sexual en el abuso sexual de tres niños que, según los fiscales, conoció en un colegio de Ohio y les obligó a continuar con su actividad sexual cuando fueran adultos.

El sacerdote recibió sentencias simultáneas de cadena perpetua por cargos relacionados con abusos sexuales a un menor. Recibió sentencias simultáneas de 20 años por dos cargos de tráfico sexual de un adulto por fuerza, fraude o coerción y uno de tráfico similar de un menor.

«Michael Zacharias utilizó su posición como líder espiritual confiable y modelo a seguir para los niños jóvenes y sus familias para explotarlos de las maneras más insidiosas, coaccionando a sus víctimas desde la niñez y más allá a tener relaciones sexuales comerciales con él», dijo la Fiscal General Adjunta Kristen Clarke, de la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia, en un comunicado.

Los fiscales han dicho que Zacharias «pagó a las víctimas para que participaran en actos sexuales con él utilizando el miedo de las víctimas a sufrir daños graves para obligarlos a cumplir».

Zacharias ha mantenido su inocencia, diciendo que ningún contacto sexual ocurrió cuando estos eran menores y que cualquier contacto sexual después de que se convirtieron en adultos fue consentido.

Por su parte, la diócesis de Toledo (en Estados Unidos) ha asegurado en un comunicado que «la sentencia de Michael Zacharias en un tribunal federal marca otro paso hacia la justicia para todos aquellos perjudicados por sus acciones». El obispo de esta diócesis ha vuelto a repetir que “los actos de los cuales el Rev. Michael Zacharias ha sido declarado culpable son reprensibles, moralmente deplorables y manifiestamente contrarios a la dignidad debida a cada persona humana y a la dignidad del sacerdocio”.

Al concluir el juicio federal y la condena de Zacarías, la diócesis, de acuerdo con el Derecho Canónico (Iglesia), había solicitado la imposición de la pena de destitución directa del estado clerical, transmitiéndole el caso a la Santa Sede, quien es la única que tiene la autoridad para tomar una determinación final sobre su condición de sacerdote en la Iglesia. La diócesis ha comunicado que está a la espera de la resolución de la Santa Sede.

«Con esta sentencia, y mientras esperamos una decisión de la Santa Sede, tengo la esperanza y la oración de que la curación pueda continuar y se restablezca la justicia, mientras permanecemos vigilantes para enfrentar el mal», concluye la nota del obispo.