A través de un mensaje publicado en la página web de la prelatura, Fernando Ocáriz ha anunciado que en breve arrancaran estas Asambleas con vistas también al centenario que la Obra celebrará en el 2028.
«En algunos mensajes anteriores, os he mencionado la próxima realización de las Semanas de trabajo, también denominadas Asambleas Regionales. Me da alegría comunicaros que se celebrarán en todas las regiones a lo largo de 2024, como preparación para el Congreso General Ordinario de 2025», escribe en su misiva el prelado del Opus Dei.
Destaca en su mensaje que el tema de estas Asambleas es: «Camino hacia el centenario de la Obra. Profundizar en el carisma y renovar nuestro deseo de servir a Dios, a la Iglesia y a la sociedad».
Ocáriz quiere comenzar así la preparación del centenario, en la que, «como os decía en el mensaje del 10 de junio de 2021, deseo que todos participéis». Anuncia que en cada región se comunicará la fecha en la que tendrá lugar dicha Semana de trabajo y los modos de participación.
«Puede ser una ocasión para profundizar en el «don del Espíritu recibido por san Josemaría» (Ad charisma tuendum), en la belleza de la misión de servicio a la Iglesia y a la sociedad y en el deseo de acompañar a muchas personas en el camino hacia el cielo. Será una oportunidad también para reflexionar sobre cómo responder a los desafíos del tiempo presente desde el espíritu del Opus Dei y cómo preparar el centenario en cada lugar», añade el prelado.
¿Qué son las asambleas regionales?
Si acudimos a la página web del Opus Dei, encontramos una entrada en la que explican que «las asambleas regionales, llamadas también semanas de trabajo, son una herramienta prevista en los Estatutos del Opus Dei (nn. 162-170) para que en cada circunscripción se estudien los temas más relevantes para la formación y la misión apostólica de sus miembros, y se haga balance del tiempo transcurrido desde la asamblea anterior (n. 162). Tienen lugar cada diez años y las convoca el vicario regional por mandato del Prelado (n. 164). Son un instrumento consultivo, que permite recoger las reflexiones y opiniones de todas las personas de la Obra para impulsar el trabajo apostólico en cada país y en cada momento histórico».
Siguiendo un esquema parecido al de las etapas del Sínodo de la sinodaliad, se explica que la fase inicial, «en la que se fomenta una amplia participación, consiste en la preparación de experiencias, sugerencias, propuestas, etc., por parte de los fieles de la prelatura, cooperadores y amigos, sobre el tema propuesto».
Concluida la fase inicial, que como mínimo ha de durar dos meses, empieza una fase de recopilación y síntesis de todas las propuestas realizadas, así como de las propuestas de quienes participan en la fase final, para elaborar el documento de trabajo para la reunión conclusiva.
Al cabo de un mes como mínimo, se abre la fase conclusiva, con la reunión presencial de los convocados bajo la presidencia del Prelado o su delegado.
Por último, las conclusiones de la asamblea se envían al Prelado; con su aprobación son materia para el gobierno ordinario de la circunscripción y resultan de gran relevancia para la preparación de los congresos generales ordinarios, que tienen lugar cada ocho años con el fin de estudiar el estado de la Prelatura y proponer acciones de gobierno.
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