¿Creían que todo había acabado en Alemania con el fin del ‘camino sinodal’? Pues no: acaba de abrirse el Comité Sinodal, cuya misión es preparar un Consejo Sinodal (que Roma desautorizó) y continuar los debates sobre los temas clave del poder, el papel de la mujer, la moral sexual y el modo de vida sacerdotal. El cuento de nunca acabar.
La Iglesia en Alemania empezó en evangelización y está muriendo ahogada por la burocracia. Acaba de inaugurarse el Comité Sinodal, para preparar el Consejo Sinodal. Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, declaró en Essen que «mientras que las asambleas plenarias del Camino Sinodal sirvieron para llegar a un acuerdo sobre cuestiones de fondo, en el Comité Sinodal la atención se centra en las cuestiones de procedimiento».
Bätzing explicó que el cardenal Rainer Maria Woelki, de Colonia, y los «obispos disidentes» Gregor Maria Hanke (Eichstätt), Stefan Oster (Passau) y Rudolf Voderholzer (Ratisbona) habían rechazado su participación en el comité sinodal. »
Debido a otros compromisos importantes en el calendario, los titulares de Friburgo, Stephan Burger, Hamburgo, Stefan Hesse, Augsburgo, Bertram Meier y Hildesheim, Heiner Wilmer no estarán en la reunión de Essen. El Comité Sinodal está formado nominalmente por 27 obispos locales, 27 representantes del Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) y otros 20 miembros elegidos por la asamblea general del Camino Sinodal.
La presidenta del ZdK, Irme Stetter-Karp, afirmó al inicio de la reunión: «La euforia del principio ha pasado y nos damos cuenta de lo difícil que es lograr los cambios estructurales y habituales necesarios en nuestra iglesia». Ante los desafíos de los últimos meses, sólo puede constatar con pesar que, a los ojos de quienes abandonan la Iglesia, somos demasiado lentos.
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