(Agencia Fides) – «Con gratitud hacia Nuestro Señor anunciamos con alegría la liberación de nuestras tres hermanas, la seminarista y el conductor, secuestradas en los últimos días». Así anunció sor Gloria Nnabuchi, vicaria general de las Hijas Misioneras de Mater Ecclesiae la liberación de las tres hermanas secuestradas el 5 de octubre junto con un seminarista y su chófer cuando se dirigían a Mbano para asistir al funeral de la madre de una de las monjas.
Las monjas Rosemary Ejiowokeoghere Osiowhemu y Josephine Mary Chinyekwuo pertenecen a las Hijas Misioneras de Mater Ecclesia, y Sor María Ngozi Okoye pertenece a la congregación del Señor Resucitado. El seminarista Peter Eyakeno pertenece a los Misioneros Hijos del Altísimo Santísima Trinidad.
El flagelo de los secuestros de sacerdotes y religiosos en Nigeria es conocido desde hace tiempo y forma parte de un fenómeno más amplio de secuestros que tienen como objetivo, entre otros, a extranjeros, hombres de negocios personas, políticos, funcionarios gubernamentales, diplomáticos y gobernantes tradicionales, pero también ciudadanos comunes, incluidos estudiantes y escolares, a menudo víctimas de secuestros masivos, hasta el punto de que se habla de una verdadera «industria del secuestro» .
Los secuestros son cometidos por delincuentes comunes, por grupos terroristas como Boko Haram o por bandas de pastores fulani. Pero la distinción entre los diferentes tipos de secuestradores no siempre es tan clara.
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